Crónica de un paro anunciado

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Pobladores del sur de la ciudad se movilizan ante negligencia sanitaria del distrito. Foto German Alberto Sánchez Narváez.

El sur se para ante negligencia del Gobierno distrital para responder con medidas sanitarias y derechos para los pobladores de este importante sector de la ciudad

German Alberto Sánchez Narváez

Con la organización del paro desde el sur, que recoge las principales problemáticas de los sectores cercanos a la cuenca del Río Tunjuelo, se viene invitando a su gente y en general a la ciudadanía de la capital de Colombia para que participe activamente en este proceso. Este busca el cambio del modelo de disposición de basuras y aprovechamiento de residuos sólidos, la protección a los derechos del campesino y la agricultura, frenar la expansión urbana, decir no a las escombreras, detener la minería legal e ilegal, buscar compensación por los daños ambientales y sociales, mejoramiento a nivel de infraestructura, movilidad y transporte digno, oportunidades de empleo digno y educación de calidad.

Se pide que hayan garantías para la actividad económica de pequeños y medianos empresarios, promover y facilitar la participación y construcción colectiva en la transformación y gestión del territorio, que el modelo de aseo incluya a los recicladores de oficio, ofrecer garantías para el derecho al trabajo de los vendedores ambulantes, tarifas de servicios públicos diferenciales para los habitantes del sur de la ciudad, así como sistema de salud y educación diferenciales y la construcción del Hospital de II Nivel en Usme.

Justas exigencias de los sectores históricamente más olvidados y que vienen siendo golpeados fuertemente por las políticas gubernamentales.

Negligencias tapadas con violencia

En  el marco de estas jornadas que se aproximan, y como un “abrebocas”, los pobladores de El Mochuelo, zona al sur de la ciudad de Bogotá, juntaron fuerzas para hacer sentir sus inconformidades y dolencias frente al botadero de Doña Juana semanas antes, dado que en los últimos meses, por negligencia de los operadores, se incrementaron las plagas de moscas, ratas y ratones, afectando la salubridad de sus vecinos más cercanos y haciendo necesario más pesticidas en las zonas de cultivo próximas.

Las soluciones al problema son paliativas, y sin encontrar eco a sus peticiones de forma definitiva, el Escuadrón Móvil Anti Disturbios de la Policía Nacional, Esmad, en su supuesto control sobre la situación, hirió a varios pobladores, entre los que se encontraban adultos mayores y menores de edad y en medio de los disturbios se detuvieron de manera injusta a varios de ellos.

Para ese momento y de manera desafortunada murió un niño en una emergencia que no se pudo atender con la brevedad necesaria, calamidad que la administración por los medios a capitalizar endilgó la responsabilidad a los manifestantes reunidos frente al botadero, lo cual siendo una afirmación calumniosa, sumó motivos a la ratificación que esta lucha va tomando.

En horas de la tarde del pasado 15 de agosto, llegaron varios de los retenidos injustamente como parte de un acuerdo al que se llegó con las comunidades para conjurar la movilización que va sonando desde temprano mientras el 27 de septiembre se acerca con pasos que retumban por el sur de la ciudad.