Cuarentena con puertas abiertas: Hablan las víctimas del Magdalena Medio

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Puente en la entrada de Puerto Berrio, Antioquia.

La Asociación de Víctimas de Crímenes de Estado, Asorvimm, realiza un sondeo con líderes comunitarios de tres municipios del Magdalena Medio sobre su situación, a propósito del confinamiento generado por la pandemia de la Covid-19

Luis Ernesto Torres

Con el confinamiento de estos últimos meses y su prolongación periódica en todo el país, se puede apreciar como el sentimiento de incertidumbre se ha tomado parte del día a día en las familias colombianas; a pesar de la paulatina reactivación de algunos sectores productivos y básicos para la subsistencia, se encuentra en la población víctima ciertas vulnerabilidades y acciones propias de épocas en que la crisis humanitaria se agudizaba por los embates del conflicto interno.

La Asociación de Víctimas de Crímenes de Estado, Asorvimm, en su trabajo con las comunidades víctimas del conflicto armado en tres municipios del Magdalena Medio, realiza un sondeo con líderes comunitarios e indaga sobre su situación alrededor del confinamiento generado por la pandemia del covid-19.

Para tal efecto, entre el 15 y el 17 de mayo, se hicieron entrevistas vía telefónica con líderes de San Pablo y Cantagallo en el sur de Bolívar; Puerto Berrío en Antioquía; Puente Sogamoso en Puerto Wilches.  Estas fueron sus impresiones:

Sur de Bolívar

San Pablo, el municipio insignia del sur de Bolívar, siempre se ha caracterizado por tener liderazgos sociales y comunitarios fortalecidos y activos en función de la defensa de sus derechos y reivindicaciones como víctimas.

Eulises Porras, líder entrevistado para este ejercicio nos comenta que “la situación ha cambiado, la rutina en todos los procesos de la gente, el mundo cambió, las cosas se tratan de otra manera, ya no hay movilidad igual que antes y eso complica la gestión”.

Alrededor de estas palabras expresa también una inconformidad respecto a las ayudas que se han definido desde la administración municipal. “El gobierno dice que está ayudando a la gente, pero en sí las ayudas no llegan como se requiere, como se plantean o lo dicen públicamente; y en las comunidades mucha gente no ha recibido el subsidio y las ayudas del gobierno”.

Una de las limitantes que surgen con la cuarentena es la capacidad de gestión de los líderes, que se ha visto muy reducida. “Como líderes se nos ha dificultado la movilidad, siempre nos ha costado reunirnos en el concejo municipal o la mesa de víctimas, pero en el tema del comité de Asorvimm siempre nos hemos podido reunir entre tres o cinco personas para sacar algunas conclusiones, para plantear el trabajo desde los municipios, con el tema del plan de desarrollo y cómo afrontar la situación”.

Una preocupación que ha surgido con la medida del inicio paulatino de actividades económicas es que las grandes empresas que tienen personal por fuera del municipio empiezan a tener actividades. “San Pablo es un municipio que no tiene casos de coronavirus y la gran preocupación es que las empresas permitan la entrada a personas que viven donde hay alto nivel de contagio”, comenta Eulises.

Cantagallo, Bolívar

Cantagallo, Bolívar es un municipio joven, que cuenta con una actividad productiva ligada en su mayoría a la presencia de Ecopetrol; no obstante, hay un importante sector dedicado a los servicios y al coloquialmente llamado rebusque, que se traduce en negocios de comida o productos de la canasta básica.

Comités regionales de Asorvimm recibiendo
apoyo de la asociación durante la pandemia.

Myriam Rincón es quien preside al comité de víctimas en el municipio de Cantagallo, y ella nos ha expresado sus impresiones respecto a la situación actual: “Esta situación nos llegó de un momento a otro, la verdad económicamente como psicológicamente nos dio un vuelco la vida, ha sido muy duro. Pero gracias a Dios hemos podido sobrevivir, a mí personalmente me afectó porque mi trabajo es en la calle. A mis compañeros también les ha tocado difícil pero acá estamos”.

Las medidas han tenido que ser rápidas y casi improvisadas para la población cantagallera, tanto la comunidad como la misma administración local han tenido que estar al tanto en poco tiempo para solventar la situación: “A los 15 días de empezar esta situación, la alcaldía dirigió un recurso para repartir unos mercados y gracias a Dios eso nos ayudó y la cobertura fue muy buena; pero ahorita hicieron un censo de la gobernación, para que le dieran un mercado a cada familia y la verdad, dicen que se pidieron como 600 mercados, que no alcanzan para todos y que los otros los daría Ecopetrol; ya han pasado varios días y se ha visto que le dan a algunas personas pero no nos han dado a todos”.

Los cambios que ha generado el confinamiento en la vida y las actividades económicas de los habitantes de Cantagallo y veredas aledañas han incentivado un gradual retorno a la pesca y a la agricultura. “A muchos les ha tocado ir a pescar, otros estaban en una empresa y les dieron cualquier cosita al comienzo y con eso se han compensado; sí ha habido unión, las familias y los amigos se ayudan, por mi parte mi venta de productos de limpieza se redujo y tuve que vender lo poco que tenía, para ir comiendo; también hago tejidos, bolsos, collares, zapatos; por ahí me han hecho unos pedidos de tapabocas y con eso me he mantenido”, comenta la lideresa Rincón.

Cantagallo, al igual que San Pablo es un municipio que no ha presentado casos, pero que también cuenta con un sector laboral donde muchos de sus trabajadores provienen de otros municipios con afectaciones.

Puerto Berrio, Antioquia

Puerto Berrio es un municipio de Antioquia con un importante sector de víctimas que han venido organizándose en los últimos años junto al trabajo de Asorvimm y su articulación con las instituciones encargadas.

María Leonor es miembro activo de la junta directiva de Asorvimm y ha estado al frente de la gestión de la población víctima en Puerto Berrío: “Ha sido muy duro, muy difícil tanto personal como económicamente, porque todo se le estanca, hasta la salud; con la comunidad ha sido muy difícil, nosotros manejamos un personal que es muy vulnerable y le preguntan a uno “¿Qué vamos a hacer?” No tenemos nada, no tenemos comida; en la oficina no nos están atendiendo”.

La administración no ha tenido claridad ante las peticiones de la población de víctimas, esto puede obedecer a que el regimiento de estas se enfoca a instituciones del orden nacional, y de alguna manera genera distanciamiento con la institucionalidad local.

El control sanitario en el municipio se ha venido cumpliendo, los pico y cédula, toques de queda, se aplican, aunque hay preocupaciones por el flujo de personas que entran y salen de y hacia Medellín. “Se han manejado permisos especiales para personas de la salud, que tenían que ir a un examen a Medellín urgente, hay un carro habilitado para ir y volver, pero el costo es muy elevado; y ya algunos almacenes están abriendo, ahí también se están tomando medidas”.

Puerto Berrío no ha declarado afectados y han tenido control en la entrada y salida de personas, por otro lado, es una población que se dedica generalmente al comercio, por eso otras opciones como la pesca o la agricultura que se ve en otros municipios no es una vía para tener alimentación o trabajo.

VOZ 

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