
Con un acto político – religioso, se conmemoró el 40 aniversario de la Revolución rojinegra en la Plaza de la Fe en Managua, ocupada desde las horas de la mañana por miles de nicaragüenses
José Ramón Llanos
Primero hablaron los religiosos, pastores y sacerdotes norteamericanos y nicaragüenses; después los oradores políticos. Los pastores norteamericanos liderado por Ralph Drollinger, quien dirige los estudios bíblicos de los miembros del gabinete del Presidente Trump hicieron política con apariencia religiosa. En cambio, el sacerdote nicaragüense Antonio Castro inició su intervención con una petición política: le solicitó a los pastores norteamericanos que ya que están tan cerca de Trump, le pidieran que no siguieran interviniendo en los asuntos internos de la soberana nación centroamericana.
Las intervenciones antiimperialistas
Dos intervenciones se distinguieron por su contenido revolucionario y antiimperialistas. La primera fue la de Delsi Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, y Salvador Valdés, vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba. Sin lugar a dudas la venezolana fue la mejor oradora de la jornada por el contenido de su discurso. Entre otras cuestiones destacó: “Y llegamos a esta celebración, Comandante Ortega, en medio de peligrosas amenazas contra las tres Revoluciones, contra Cuba, contra Nicaragua, contra Venezuela. Bloqueos económicos criminales que pretenden azotar la Conciencia de nuestro Pueblos Libres e Independientes ¡Imposible! Les decimos!”.
“Yo quiero recordarle al señor Trump, que son malos Tiempos para hoy, y desde acá, desde Nicaragua, desde la Nicaragua Libre que resiste y vence, desde la Cuba Libre que resiste y es victoriosa, desde la Venezuela indestructible, le tenemos que decir malas noticias Señor Trump… ¡Más nunca seremos patio trasero de nadie! ¡Váyase con su Doctrina monroísta bien lejos! … le digo que agarre a su cuerda de extremistas que lo acompañan, al señor Pence, a Bolton, ¡que saquen sus manos de Nicaragua, que saquen sus manos de Cuba, y que saquen sus manos de Venezuela!”, fueron las palabras de la representante venezolana en el acto público.
Por su parte Salvador Valdés hizo un recuento de los avances de la revolución sandinista en las áreas de la salud, la educación, el empleo, la protección del medio ambiente y la solidaridad con los pueblos de América Latina que luchan contra el imperialismo y por el fortalecimiento de la soberanía y la autodeterminación. Y agregó: “Ante las constantes agresiones y amenazas del Imperio, ante su lógica colonizadora y hegemónica, debemos seguir batallando por la unidad de las fuerzas revolucionarias y progresistas de nuestra región; defender con todas nuestras fuerzas los principios enarbolados en la histórica Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno durante la II Cumbre de la Celac, celebrada en La Habana en Enero de 2014. ¡Nicaragua necesita Paz! ¡Basta de Injerencia! ¡Paz en Nicaragua!”.
La intervención de Daniel Ortega
A muchos delegados de los países latinoamericanos que estuvieron presentes en la Plaza de la Fe, les sorprendieron las tantas menciones del comandante Ortega a Dios, a Cristo, a la necesidad de la religión. El otro concepto muy mencionado fue el de la paz. Bien recibido por los delegados en la medida en que uno de los problemas que agobian a Latinoamérica es la guerra con todas sus secuelas de miseria, destrucción y muerte.
En su discurso el mandatario defendió la paz, la unidad, el trabajo, la solidaridad y el diálogo, como presupuestos fundamentales para el desarrollo del país, para poder superar las limitaciones económicas que tiene Nicaragua incluso con los logros impulsados por la revolución. También para recuperar las pérdidas causadas por los golpistas. Así expuso estas tesis: “¿Cuál es la condición fundamental? Un pueblo necesita Paz para trabajar, para vivir; desde el hogar, en el hogar tiene que haber paz, si no se destruye, se destruye la Familia. Y Nicaragua es nuestro hogar y tiene que haber paz”.
Más adelante reiteró la necesidad de la unidad y la solidaridad por encima de las diferencias políticas e ideológicas para poder superar los problemas sociales que los afectan: “Queridas familias nicaragüenses, me dirijo a todos y a todas, más allá de posiciones políticas e ideológicas, todos vivimos en esta tierra y seguiremos viviendo hasta que Dios así lo decida. ¿Y cuál es el camino para poder trabajar, estudiar, recibir la atención de salud, construir escuelas, carreteras? Ser solidarios para sacar de la pobreza a los hermanos nicaragüenses que todavía se encuentran en esas condiciones”.
Daniel Ortega construyó su discurso contra la guerra y los ataques imperialistas contra Nicaragua apelando a la historia y así señalar como los golpistas de ayer y hoy son los vende patrias que utilizan y arman los Estados Unidos, son los mismos que asesinaron a Sandino, los Somozas de siempre, hoy utilizados por los Pence y los Pompeo.
Así terminó su discurso el comandante Ortega: “¡Aquí, gracias a Dios y gracias a Cristo, de rodillas solamente ante Dios, nunca ante los invasores, ante los opresores! ¡Aquí, gracias a esa conciencia cristiana, socialista y solidaria, ni nos vendemos, ni nos rendimos!”.
El presidente Daniel Ortega concede entrevista a VOZ
Después de la intervención del presidente Daniel Ortega en la multitudinaria manifestación de Plaza de la Fe en conmemoración del 40 aniversario de la Revolución Sandinista de Nicaragua, el Gobierno ofreció un homenaje en el Centro de Convenciones de Managua, a las delegaciones de más de treinta países de todo el mundo que asistieron a los actos celebratorios de la revolución.
En ese evento el delegado del semanario VOZ, solicitó y obtuvo la realización de esta breve entrevista del Comandante Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.
–Buenas noches, señor comandante Daniel Ortega, estamos aquí para expresar la solidaridad y apoyo del Partido Comunista Colombiano y su periódico VOZ al Gobierno Sandinista de Nicaragua.
–Agradecemos y reconocemos esta solidaridad y esperamos que Colombia pueda superar la situación de persecución y muerte que afrontan los líderes. Que se pueda consolidar una paz en donde se respete la vida de los líderes sociales. Nosotros apoyamos totalmente el proceso de paz de Colombia.
–¿Comandante, como valora la persecución y asesinatos de los líderes sociales en Colombia?
–¿Qué te puedo decir? Esa es una constante de muchos países, que deja claro que no hay protección a los ciudadanos, no hay defensa real de los derechos humanos, es un reto real para los gobiernos burgueses de los países latinoamericanos: deben proteger la vida de los líderes sociales especialmente.
–¿Qué opina de la posición de la OEA frente al caso de Venezuela?
–Nosotros hemos sido muy contundentes, muy claros frente a las intervenciones del secretario de la OEA, se debe respetar el principio de autodeterminación de los pueblos, nadie le ha dado facultades a la OEA para estar interviniendo en los asuntos internos de ningún Estado.
–¿Qué opina de la situación de Colombia propiciada por la extrema derecha en el poder?
–Bueno, nosotros siempre hemos apostado por la paz en Colombia. Recuerdo cuando la reunión de San Vicente del Caguán que tuve la oportunidad de estar allá y conversar con el comandante Marulanda, comandante de las FARC, me dio a conocer las decisiones que se estaban tomando en torno de la paz, sería una nueva etapa y me pidió que nosotros apoyáramos eso. Así lo hicimos. Ahora que se firmó el Acuerdo, sería muy importante poder consolidar la paz. Todo Gobierno debe cumplir los acuerdos de Estado.