Cuba solidaria: Becas en medicina por la paz de Colombia

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Este gesto solidario, el de ofrecer becas de medicina, le tocó a Colombia luego de la firma del Acuerdo de Paz, pues Cuba no solo fue la sede en la que se llevaron a cabo las conversaciones de paz, sino que además, ofrece de manera generosa, la entrada a la escuela de medicina más prestigiosa de América Latina, ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina) en las afueras de la Habana, con el fin de que excombatientes y víctimas del conflicto tengan la posibilidad, que muy difícilmente tendrían en Colombia, de realizar estudios de medicina y luego venir al país a contribuir con la construcción de la paz prestando sus servicios a las comunidades más vulnerables.

Fue así como los primeros días de septiembre del pasado 2018, 196 jóvenes, entre hombres y mujeres de diferentes regiones del país, con sus maletas llenas de expectativas y agradecimientos, viajaron rumbo a La Habana a empezar su sueño de ser profesionales de la salud, para en un futuro poder prestar sus servicios a quienes más lo necesiten, teniendo en cuenta que en Colombia, la educación es privilegio de pocos y ni qué decir del sistema de salud.

En el caso de los excombatientes de las FARC y teniendo en cuenta las dificultades que pueden llegar a tener a la hora de reintegrarse a la vida civil, las becas son una gran oportunidad para ellos y ellas a la hora de enfrentar una sociedad con pocas oportunidades y asimismo, para dejar atrás un pasado cargado de estigmatizaciones debido a su lucha guerrillera. Las becas incluyen hospedaje, alimentación, libros, uniformes, entre otras cosas, que corroboran el gran esfuerzo y la solidaridad del pueblo cubano.

Teniendo en cuenta que esta es una oportunidad que pocas personas tendrán el privilegio de obtener, en una conversación con VOZ, Nicole Gonzales, becada y miembro del movimiento social y estudiantil, nos cuenta su experiencia en la escuela de medicina y advierte que: “Ha sido algo muy enriquecedor en muchos aspectos, pues para las y los jóvenes de Colombia, que en realidad no tenemos muchas posibilidades de estudio, esta es una gran oportunidad y más aún, si se dio en el marco del proceso de paz, que fue muy importante para el país, y es muy bonito saber que desde allá estamos aportando a la construcción de la paz  que deseamos… Creo que acá hemos aprendido mucho en diferentes aspectos, pues la educación, evidentemente, es muy diferente a la de Colombia, ya que es muy grande el nivel cultural que tienen en Cuba…No solo en el aula de clases se está aprendiendo sino también afuera, ya que todo el tiempo una se relaciona con gente que viene de otros países, gente que ha vivido distintas realidades, que ha vivido otros conflictos en otros lugares del mundo y que todos vamos por un propósito: servir a la comunidad”.

Sobre la universidad, Nicole cuenta que: “En la ELAM nos enseñan sobre la solidaridad, sobre lo humano, acerca de trabajar con la gente, no es el tipo de medicina que uno conoce…En la universidad tenemos nuestro propio policlínico, asimismo, contamos con los mismos derechos de los estudiantes cubanos, que son la salud, la vivienda, la comida…En el policlínico contamos con servicio de salud gratuita y eso ha sido muy importante para mí, de manera particular, pues  siempre he tenido un problema en los oídos y allí me mandaron al especialista enseguida, no como en Colombia que hay que esperar casi un año para que den la cita. Allí detectaron cuál era el problema y me dan medicamentos para el dolor. En ese sentido me siento muy afortunada”.