El cuento de la criada: el poder de la religión

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Escena con personaje femeninos de “El cuento de la criada”.

Renata Cabrales
@RENATARELATA 

El cuento de la criada, serie de estreno del canal Paramount, está basada en la novela distópica escrita por Margaret Atwood, escritora canadiense, donde narra la historia de un mundo en el cual son vulnerados los derechos de las mujeres en nombre de la religión.

The Handmaid’s Tale, El cuento de la criada, recrea un mundo de apariencia tranquila, donde poco a poco van a apareciendo las señales de que algo anda mal: en cada esquina un guardia armado, asimismo, en las escuelas, los supermercados y en todos los lugares públicos.

Elizabeth Moss es Offred, una mujer separada por la fuerza de su hija y esposo y obligada a ser la madre de los hijos de un militar. El comandante Fred Waterford, interpretado por Joseph Fiennes, es el “dueño de Offred”, y uno de los que apoyó la dictadura religiosa.

Religión y dictadura

Offred, el personaje principal vive dentro de ese mundo distópico que consiste en el dominio de una dictadura religiosa que “protege los valores y la familia” y que se encarga no solo de perseguir a quienes se opongan, sino de ejecutarlos(as) a orillas de un río en una picota pública donde se cuelgan los cadáveres para que a ningún habitante del lugar se le olvide cuál sería su destino al rebelarse contra la ley. “El pecado, dicen, hizo que las mujeres se volvieran infértiles y por eso las mujeres que sí pueden dar a luz son esclavizadas por el gobierno, para seguir el destino bíblico de las mujeres”.

La realidad

En este escabroso mundo, las mujeres no son sujetas de derechos, pues son solo un medio para garantizar la continuidad de la especie humana. ¿Por qué distopía? porque en estos momentos en que las mujeres de diferentes partes del mundo reclaman por la legalización del aborto y quienes lideran este movimiento en sus respectivos países, suelen ser perseguidas y señaladas como asesinas por grupos fundamentalistas religiosos que argumentan ser “Providas” y dejan claro que el deber de las mujeres es el de la concepción y nada más, y que la sociedad entera debe decidir sobre sus cuerpos.

Nada más lejos de la realidad, teniendo en cuenta, por ejemplo, la situación de las mujeres argentinas que exigen en este momento que se apruebe la ley de legalización del aborto y, quienes lideran el movimiento a favor de este derecho,, han recibido todo tipo de amenazas.

En el cuento de la criada, las mujeres fértiles son reclutadas por familias poderosas que no han podido reproducirse y son violadas de manera sistemática por el “patriarca”, en el caso de la protagonista, el comandante, en presencia de su esposa infértil, que lo único que desea es ser madre, para complacer a su marido.

En Colombia, el panorama se muestra bastante oscuro con el nuevo gobierno que pretende tener en su gabinete a personajes oscurantistas como Alejandro Ordóñez y Viviane Morales, famosos por oponerse a todo lo que tenga que ver con los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Y ese es el objetivo de la obra, mostrar que en un futuro no muy lejano, las fuerzas conservadoras, cada vez, toman más fuerza con el fin de impedir que las mujeres sean autónomas a la hora de decidir sobre sus cuerpos.

No en vano se ha hecho toda una cruzada religiosa en contra del fantasma de la ideología de género, que supuestamente amenaza el ideal de la familia tradicional y que, al proponerse una cátedra de educación sexual en la escuela, los niños y las niñas se convertirán en “aberrados” homosexuales, ateos y sobre todo, las niñas querrán tener sexo con todos los hombres y recurrir al aborto como método anticonceptivo. Lo peor en este caso es que en un país religioso, la mayor parte de la población se deja convencer de estas teorías absurdas que nada tienen que ver con la realidad, negando así, que las mujeres puedan ejercer libremente sus derechos.