Cumbre de la OTAN: Redoblan los tambores de la guerra

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Tropas de la OTAN

El hecho de que los estrategas de la OTAN pongan en la mira a potencias como Rusia y China, en el marco de lo que ellos denominan actualización de su estrategia, implica que para la próxima década los escenarios de una guerra abierta, incluso nuclear, están sobre la mesa

Ricardo Arenales

La cumbre de la Organización del Tratado Atlántico Norte, OTAN, que sesiona en Madrid los días 29 y 30 del presente mes, con la presencia de 50 delegaciones nacionales y 30 jefes de Estado, entre ellos representantes de países no miembros de la organización atlántica, como Ucrania, Suecia, Finlandia y Japón, tiene como visión actualizar la estrategia de la organización militar y sentar las bases de una nueva doctrina para los próximos diez años.

La calidad de los invitados sugiere hacia dónde crecerá la Alianza Atlántica en ese decenio señalado, y anticipa de qué se hablará en la reunión de Madrid. Para el secretario general de la OTAN, Jens Stolterberg, la cumbre no solo tiene que replantear los conceptos estratégicos que han marcado la actividad de la OTAN desde la caída del muro de Berlín, sino que debe ser una demostración de “fuerza y unidad” frente a Rusia y China.

El secretario general dijo que en Madrid se diseñará un nuevo concepto estratégico, que refleje la nueva realidad de la seguridad. Los estados miembros considerarán la posición de la Alianza hacia Rusia y China.

Una década de confrontación

“La cumbre de Madrid será extremadamente importante. El nuevo concepto estratégico que adoptaremos reflejará la nueva realidad de la seguridad”, dijo. “Por ejemplo, el concepto estratégico actual se refiere a Rusia como socio estratégico y no menciona a China”, dijo Stoltenberg. “Ahora, por supuesto, discutiremos las acciones agresivas de la Federación Rusa, así como el aumento del impacto de China sobre nuestra seguridad. La cumbre de Madrid será una de nuestras cumbres más importantes”.

El hecho de que los estrategas de la OTAN pongan en la mira a dos potencias como Rusia y China, en el marco de lo que ellos denominan actualización de su estrategia, implica que para la próxima década los escenarios de una guerra abierta, incluso nuclear ha sido colocados sobre la mesa.

De hecho, la reunión de Madrid estuvo antecedida de la exigencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos a los países miembros de la Alianza Atlántica de que cada socio debe destinar al menos el 2 por ciento de su Producto Interno Bruto a gastos de Defensa. Y gradualmente se ha venido cumpliendo este propósito y varias de las principales naciones europeas anunciaron ya el incremento de los gastos militares, en favor del complejo industrial militar, principalmente norteamericano.

Metamorfosis

Lo preocupante en este escenario es que, tras el argumento de una pretendida seguridad colectiva, la Unión Europea está edificando una nueva identidad en torno a la guerra y a la militarización de su economía y de la vida social, en un contexto que encadena varias crisis económicas y un trasfondo de crisis ecológica profundo.

Hoy se plantea a los estados europeos miembros de la Alianza duplicar su gasto militar con motivo de la guerra en Ucrania, a tono con las exigencias de Washington. En España, país anfitrión de la OTAN, el gasto de Defensa supera en diez veces el presupuesto de Cultura.

Con el expediente del miedo a una extensión de la guerra, o de una potencial amenaza china, se aplazan la inversión social y la lucha contra el cambio climático.  Un informe reciente del Tribunal de Cuentas Europeo dice que la Unión Europea incumplió su compromiso de destinar al menos el 20 por ciento de su presupuesto para frenar la crisis climática. Se frena la inversión social a costa del crecimiento de la desigualdad social, precisa el informe.

El orden europeo sufre una metamorfosis. Se pospone la autonomía europea y crece la dependencia e influencia de Estados Unidos a través de la OTAN. La apuesta por la militarización y la guerra, consultando las páginas de la historia, no han sido el mejor camino.

Nueva generación de armas

Movilización en España contra la OTAN, convocada por la contracumbre “La humanidad contra la OTAN”

En Madrid, dice la investigadora Tica Font del Centre Delàs, la OTAN tendrá que definir qué es eso de la “defensa colectiva” de la organización, un concepto que nunca había tenido que utilizarse y que se encontraba “vacío” después de 30 años de hegemonía estadounidense, sin enemigos a la vista.

Además de concretar eso de la defensa colectiva, la cumbre de la OTAN también se plantea revisar otro de los grandes conceptos que rigen desde hace más de siete décadas la geopolítica mundial: la disuasión nuclear. Parecía una buena idea: utilizar la amenaza continua del holocausto radioactivo para ganar guerras sin lucharlas y la destrucción mutua asegurada para evitar choques directos entre las grandes potencias. Pero Tica Font identifica un problema: “Después de 77 años, ya eso no resulta creíble”.

Pero la solución no es el desarme, explica esta investigadora, sino una nueva generación de armas nucleares. Aunque ya existen bombas atómicas 100 veces más potentes que las detonadas en Hiroshima y Nagasaki, la nueva línea de armas nucleares va en la dirección contraria: misiles inteligentes con una décima de potencia que las utilizadas en 1945, a prueba a escudos y que puedan utilizarse sin caer en la casilla de la destrucción mutua asegurada.

Contra esta perspectiva que dibujan los estrategas de la guerra, una alianza de organizaciones sociales, pacifistas, antimilitaristas y ecologistas, con el apoyo de numerosos partidos de izquierda y sindicatos, organizaron una contracumbre el 24 y 25 de junio y una manifestación unitaria el domingo 26. La Coordinación Estatal OTAN No mostró su oposición a la escalada militar, a la carrera armamentística, al aumento del gasto militar y a la necesidad de “preparar la guerra para mantener el sistema capitalista neoliberal”, según definen en un manifiesto.

Según esta coalición creada para la cumbre, el avance de la OTAN hacia el Este y la “creciente militarización” de la Unión Europea añaden “más inestabilidad y riesgo en el mundo”. Esta espiral belicista, continúan, solo “alimenta nuevas guerras y provoca la división del mundo en dos bloques”. Es la deriva que lleva hacia una “tercera guerra nuclear”.

Una declaración de este grupo de organizaciones sociales, denominada “La humanidad contra la OTAN”, señala específicamente: “Una vez más la OTAN, brazo militar de los poderosos, se levanta como profeta de la guerra, la muerte y la destrucción. Europa del Este contempla afligida una nueva confrontación armada y ajena a los intereses de sus pueblos, y la humanidad se estremece ante un conflicto bélico que no solo enluta a numerosas familias, sino que amenaza al planeta ante la posibilidad de una violenta escalada que, tras una larga pandemia, nos pone de nuevo ante el abismo de la incertidumbre.

“Hacemos un llamado amplio a la solidaridad internacional por la paz y contra la planeación militar que sancionará la “Cumbre de Madrid 2022”. Convocamos a seguir soñando hasta que la dignidad se convierta en fuerza movilizadora capaz de sacar la guerra y la muerte. Contra la OTAN, toda la humanidad. Es el tiempo de irrumpir por la vida y que todas nuestras voces se conviertan en clamor que derrote la diferencia, la censura y el miedo”.