Ante la creciente movilización social, el uribismo cambia su gabinete, salen los gremios y entran los partidos políticos con el fin de contener la crisis y sacar adelante una agenda legislativa contra la paz
Redacción Política
Especular con los nombres de aspirantes a ocupar sillas ministeriales acéfalas, es el ejercicio político predilecto en los mentideros bogotanos ante las crisis provocadas para ajustar el rumbo político, o cuando los gobiernos necesitan renovar nombres por el desgaste natural del ejercicio ministerial.
La crisis actual del Gobierno nacional es provocada por los efectos políticos de la movilización. El gabinete escogido por el Consejo Nacional Gremial termina. Las figuras empresariales que eufemísticamente los medios de comunicación llamaban “gente técnica”, ya no van más. Los ministerios de Agricultura, Vivienda, Comercio, Defensa, Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Trabajo y Hacienda fueron la muestra de que cada ministro tenía una agenda sectorial y particular a defender.
Coalición del Establecimiento
La crisis social se profundizó con las decisiones de ese gabinete “técnico” en contra de los intereses del pueblo colombiano y en función de mantener los privilegios de las grandes empresas del país. Las reformas tributarias y las distintas políticas públicas destinadas a favorecer los grandes negocios, pero en especial de aquellos empresarios que patrocinaron a Duque, ya quedaron en firme y por ello Duque decide girar su timón para lo que le resta de gobierno. Ahora la prioridad del ejecutivo es contener la movilización social, y para ello ya no se requiere de ministros gremiales sino de políticos.
Ahora el asunto es mover las fichas necesarias para darle la participación política suficiente para que el partido de Gobierno tenga una correlación de fuerzas favorable en el legislativo. Antes del reacomodo ministerial; el Centro Democrático se negaba a cogobernar con los partidos que le ayudaron al candidato Duque a llegar a la presidencia. Ahora ya no solo hay un partido de Gobierno, casi toda la coalición del establecimiento se encuentra respaldando la gestión uribista.
Las movidas políticas
La semana pasada el presidente de la República, Iván Duque, anunció en su cuenta de Twitter una movida a dos bandas. Tras la elección de Francisco Barbosa como Fiscal General de la Nación, la alta consejería presidencial para los derechos humanos que dirigía Barbosa, quedó en manos de la exministra de la cartera de la política, Nancy Patricia Gutiérrez; y a la cartera del Interior llegó la exministra de Trabajo, Alicia Arango, la voz más fuerte del uribismo, sombra del presidente Duque y escudera del senador Álvaro Uribe.
La segunda movida giró en torno al Ministerio de Salud con la salida de Iván González quien ejerció por interinidad desde hace un mes. Duque señaló que “seguimos en nuestro propósito de nombrar en el Gobierno a personas técnicas, con amplia trayectoria y gran sentido social. Por eso, he designado al médico cirujano Fernando Ruiz Gómez como nuevo Ministro de Salud”.
Fernando Ruiz es la cuota de Cambio Radical. Vargas Lleras ganó el pulso al interior de esa colectividad, pues la recomendación fue hecha por el propio excandidato presidencial abriendo un boquete de animadversiones con Rodrigo Lara y la familia Char a la que Vargas culpa de su fracaso electoral en las recientes elecciones presidenciales.
Otro argumento por el cual el Gobierno Duque se decantó por Fernando Ruiz, fueron las declaraciones de la excongresista Merlano, que acusó al clan Char de un plan para asesinarla. “Le cae mal al país que después de lo dicho por Merlano, Duque le entregue un ministerio a un representante de esa familia tan cuestionada. Decidieron echar para atrás, a última hora”, le dijo a VOZ una fuente en el Palacio de Nariño.
Mermelada para los partidos políticos
Pero los Char y el Gobierno no han cerrado su alianza. La aspiración de los Char es quedarse con la presidencia del Senado con Arturo Char e influir en un particular negocio que le interesaría a la familia barranquillera, Electricaribe, y para ello necesita los votos del Centro Democrático. Así se afianzaría la unidad del Establecimiento y la garantía de conducir la agenda legislativa del gobierno nacional.
Agricultura vuelve a ser bastión conservador. La tradición burocrática de los conservadores en las últimas tres décadas los dejan como propietarios del Ministerio de Agricultura, tienen casi todas las más altas responsabilidades y se mantienen en ellas sin importar el cambio de gobierno. Andrés Valencia, el saliente ministro es un dirigente gremial proveniente del sector palmero, garantizó el impulso de proyectos agroindustriales y priorizó las políticas en defensa de los gremios y especialmente en Fedegán.
“He designado al economista Rodolfo Enrique Zea como Ministro de Agricultura. Especialista en Finanzas Internacionales y Magister en Dirección de Empresas. Actualmente Presidente de Fiduagraria”, comunicó Duque. Zea es militante conservador y ha tenido una destacada carrera burocrática en altos cargos del Ministerio que ahora va a dirigir. Nada cambia en la política agraria su nombramiento.
La tolda azul tiene la vicepresidencia y la agencia de defensa del Estado con Camilo Gómez. Los conservadores esperaron hasta última hora para reclamar mayor burocracia y fue gracias al rompimiento interno de Cambio Radical que pescaron en rio revuelto y lograron negociar con Duque ese ministerio.
El segundo ministro de Trabajo del presidente Duque es Ángel Custodio Cabrera, cuota del Partido de la U. Custodio fue presentado por la mayoría de los medios de comunicación como el hombre con perfil social para el ministerio que defenderá la reforma pensional en favor de Grupo Antioqueño y Luis Carlos Sarmiento dueños de los fondos privados de pensión.
Aunque lo señalan como el gran luchador por las madres cabeza de hogar, en realidad es un peso pesado de la burocracia clientelar del ICBF. Fue concejal, representante a la Cámara y senador, este último cargo de la mano de Plinio Olano investigado por los dineros de Odebrecht en la política colombiana.
Gobernabilidad a cambio de puestos
Según el portal Periodismo Investigativo, “la Corte tratará de establecer qué participación tuvo el senador Custodio Cabrera en la organización de los debates políticos relacionados con las partidas presupuestales, pues existe información según la cual desde el Senado se ejerció fuerte presión en favor de la adición pública de la Concesión Constructora Ruta del Sol Tramo II –Consol- y la contratación de la Asociación Pública Privada para el Río Grande de la Magdalena para Navelena.”
Para los voceros de la gran prensa los cambios de gabinete eran necesarios para la gobernabilidad del presidente Duque, aunque antes se dijera otra cosa. Así el Ejecutivo toma un segundo aire, le entrega ministerios a los partidos “independientes” para conducir una agenda legislativa regresiva contra la paz y los derechos de los ciudadanos.