Jaime Cedano Roldán
@Cedano85
El escenario político español tras las elecciones de este pasado domingo es lamentable, y además, desastroso. El Partido Popular ha recuperado un importante espacio y la extrema derecha, abiertamente franquista y brutalmente xenófoba, ha obtenido una representación parlamentaria muy alta. Si la repetición electoral fue consecuencia de no haberse podido llegar a ningún acuerdo para una investidura programática o un gobierno de coalición, el nuevo escenario lo hace mucho complicado.
La actitud arrogante de Pedro Sánchez en las seudo negociaciones, el manejo de la exhumación de los restos de Franco y su actitud frente a la crisis catalana, con un Sánchez cada vez más escorado a la derecha, facilitaron el evidente ascenso de la derecha. Pero Unidas Podemos tiene también su alta dosis de responsabilidad. Pablo Iglesias asumió tercamente la idea de que tenían que entrar al gobierno, a pesar del rechazo de amplios sectores de las militancias de los partidos que componen la convergencia. Izquierda Unida asumió la equivocada estrategia de Iglesias. Y para contribuir al desmadre, a Iñigo Errejón lo impulsan el ego, sectores del poder y su tibieza política, a inventarse un partido ad portas de las elecciones.
Fracasó estruendosamente en su proyecto vendido como “no polarizador y puente de entendimientos”, pero si permitió que las derechas le arrebataran un buen número de los escaños a Unidas Podemos. Los primeros discursos de reacción a los resultados, al igual que los resultados no despejan nada frente a la gobernabilidad. Sánchez sigue imbuido en su soberbia y Pablo Iglesias vuelve con la cantinela de proporcionalidad en los ministerios en un urgente, dice, gobierno de coalición. O mejor, lo repite como en las negociaciones fracasadas que condujeron a este desastre. Se espera cordura.
Pensemos como los abuelos, que ahora que la noche se ve muy oscura es porque pronto va a amanecer. La derecha se ha fortalecido, y lo más grave es la hegemonía en sus toldas del discurso más ultra. La izquierda real retrocede, aunque la verdad no tanto como algunos anunciaban. Sus caras más visibles tienen prestigio, pero sobre todo hay militancias con mucha lealtad y con arraigo en sus territorios y en los movimientos sociales. Las autocríticas deberán estar acompañadas de reales procesos de reorganización desde abajo, tantas veces anunciados y nunca iniciados. Hay camino.
A la media noche cuando uno de los compañeros interventores de nuestro barrio llegó con las actas de la mesa de su colegio en las manos y la tristeza en la cara, le contamos lo de la renuncia del Evo y solo atinó a decir “esto es todavía más triste”. Habrá que rebuscarse de nuevo la inspiración a las sonrisas para seguir luchando. Razones hay y suficientes, además. Hay futuro.
Adenda 1: Bolivia, ante el terrorismo golpista, el presidente Evo Morales llama al diálogo. Chile, el presidente Sebastián Piñera usa la violencia fascista contra movilizaciones pacíficas. Colombia, gobierno y uribistas criminalizan jornada de protesta convocada para el 21 de noviembre. Tomemos nota.
Adenda 2: “Colombia: crisis humanitaria y paz”, será un importante encuentro en Sevilla, Andalucía, para conocer las causas de la grave situación de derechos humanos que vive Colombia, las luchas y resistencias de los movimientos sociales y las tareas de la solidaridad.
Adenda 3: La abstención de Colombia en la ONU en la resolución de condena al bloqueo de EE.UU. contra Cuba es una vergüenza internacional.