
Jairo N. Espinosa – Corresponsal desde Bélgica.
La movilización en La Haya y hacia la Corte Penal Internacional realizada el reciente 5 de abril sorprendió a la mayoría de la gente que de ella tuvo noticia, también a quienes aparecieron en los medios como protagonistas, pero en ningún momento a quienes habían hecho ya dos ensayos, que resultaron de aprendizaje para los activistas de Holanda, organizaciones y redes de Europa y las Américas que participaron con meses de antelación en su planificación, organización y desarrollo.
La conmemoración del Día de las Víctimas del conflicto armado colombiano (9 de abril), era el espacio para unir a quienes el país les ha sido hostil para la vida, el trabajo, el estudio y su realización; la defensa del proceso de paz, de la JEP y el cumplimiento por todos de los Acuerdos para una Paz duradera y la salvaguarda de la vida de quienes sistemáticamente vienen siendo asesinados en Colombia por defender derechos económicos, sociales y políticos; la política servil a los intereses norteamericanos del gobierno de Duque que ha puesto en peligro la paz regional con su intervencionismo contra el país hermano; al igual que la coyuntura de la minga indígena, campesina, fueron elementos objetivos y subjetivos a tener en cuenta como marco general, cuya tendencia es a profundizarse.
El acierto de darle forma y organización internacional a la experiencia de Colombia Humana como convergencia de diversas formaciones políticas, el haberse echado al hombro esta tarea el IV Foro Internacional de Víctimas y, especialmente, el proceso de consolidación de organización de ciudadanías libres en Holanda, más el espíritu y confianza dejados por el proceso de paz, expresado ya electoralmente, así como otros factores hicieron posible la movilización “más grande de la historia de la diáspora colombiana”, según palabras de Gustavo Petro quien, con Gustavo Bolívar, fueron los únicos senadores que atendieron con su presencia la invitación dirigida al Congreso colombiano.
Una jornada internacional
Lo realizado en Holanda con la presencia activa, marchando a los acordes de vallenatos y otros aires colombianos (importados de Bélgica y Suiza), de consignas combativas y solidarias, de cerca un millar de connacionales venidos de 12 países, incluyendo tres naciones de las Américas fue algo excepcional.
La entrega de casos documentados ante la Fiscalía de la CPI, la exigencia de pronta y cumplida justica, el ambiente de respeto por la diferencia, la actitud resuelta y descomplicada de los participantes, puso de manifiesto su fervor y la potencialidad de esta acción. Pero no de menor importancia fueron los eventos simultáneos desarrollados con la coordinación internacional, en Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Panamá, Costa Rica (ante la Corte Interamericana de DD.HH.), México, Nueva York y Canadá, más los locales en varios países europeos.
Destacables las giras por Europa que ayudaron a la preparación de la jornada, realizadas por el senador Gustavo Bolívar y los dirigentes Jorge Gómez y Omar Andrés Gómez; la actividad previa en el Parlamento Europeo, la marcha a pie con intermitencias, desde París a La Haya de activistas de varias plataformas de Francia y Cataluña; los estimulantes saludos de la minga indígena, campesina y popular, de Iván Cepeda y Aída Abella desde el Senado colombiano, del parlamentario Jens Holme de Suecia, de la Parlamentaria Heike Hänsel de Alemania, del catedrático de la Universidad de Coimbra, Boaventura de Souza Santos, de numerosas organizaciones populares y personalidades.
Las tareas
Con igualdad y fraternidad, respetando las múltiples identidades y posiciones ideológicas, religiosas y políticas, se hizo un ejercicio previo de “lluvia de ideas” para las tareas. Algunas de ellas son inmediatas y concretas, otras para organizarlas y sustentarlas en la práctica.
En conjunto se refieren acciones por: 1 – Energía limpia para la paz, cooperación internacional sin intermediaros, “desde abajo”: energía solar para algunas escuelas. 2 – Misión internacional de acompañamiento contra el fraude en el próximo debate electoral en Colombia. 3 – Acciones internacionales por la paz: protección internacional de los Acuerdos entre el Estado y las FARC y lo avanzado con el ELN y persistencia contra la impunidad, ante la justicia internacional. 4 – Reconocimiento de la ciudadanía colombiana en el exterior, derecho a la participación en los consulados y a la igualdad en la representación en el Congreso de la República. 5 – Que el día de las víctimas, cada 9 de abril, no sea para una foto en la embajada o el consulado, sino una jornada por los derechos de las víctimas, la solidaridad y la paz en Colombia.