El objetivo de la empresa es reducir gastos laborales cambiando las condiciones de contratación, denuncia el sindicato
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
Trabajadores afiliados a la subdirectiva de Bogotá del sindicato de Claro, Utraclaro y las Tics, se tomaron, el pasado 11 de marzo, una de las oficinas de la empresa en Soacha para denunciar el acoso constante al que se está sometiendo a los trabajadores directos, para que acepten un supuesto acuerdo entre la empresa y empleador llamado “bono transaccional”.
Este bono no es más que un despido disfrazado, ya que quien no acepta termina por ser despedido sin justa causa para luego remplazar esa vacante por personal tercerizado o mano de obra más barata, denuncia la organización, que al día siguiente hizo una toma a oficinas administrativas de la multinacional en la localidad de Kennedy en Bogotá.
Diana Acosta, presidenta de Utraclaro de la subdirectiva Bogotá, explicó a VOZ que las manifestaciones se dan porque hace más de dos años la compañía los ha estado acosando con la firma del bono.
“La empresa ha dibujado una figura en la que a un colaborador antiguo, con salario fijo, y no los nuevos a quienes contratan con un salario menor, más la variable, les dicen que como no quiso acogerse a la nueva política de la empresa le da la opción de liquidarlo con las prestaciones de ley y adicionalmente un bono, cuyo valor depende de la cantidad de años que lleve. Pero debe firmar un documento en el que queda de común acuerdo y que no fue despedido, sino que él quiso irse y la empresa de manera amable, antes le dio un bono”, explicó Diana Acosta.
Según el sindicato, el objetivo es sacar a los antiguos para contratar nuevos con otras formas de contratación. “El 8 de febrero de 2019 despidieron a alrededor de 100 personas en todo el país, y en noviembre volvieron a sacar gente con esta figura y así evaden la ausencia de justa causa, para que ante el Ministerio de Trabajo quede que fue el trabajador quien quiso retirarse y que por agradecimiento a todos los años que estuvo le dieron más dinero del que le correspondía en su liquidación. Los trabajadores saben que si no firman, igual los despiden sin justa causa”, explica la presidenta de Utraclaro Bogotá.
Desde que rige la medida de la empresa hasta la fecha, van más de 300 trabajadores que se han visto obligados a aceptar. La dirigente sindical comenta que aunque no tiene una información precisa acerca de la cantidad de tercerizados en la empresa en el territorio nacional, pone como ejemplo su oficina en Álamos, en donde el 40% de los trabajadores están vinculados por empresas tercerizadoras.
Claro, días antes de hacer firmar el bono, contrata gente tercerizada para que la cifra de fijos no se reduzca, no obstante, los nuevos fijos entran en condiciones diferentes. “A la siguiente semana saca a los antiguos, de esa manera reduce salarios”, comenta Diana Acosta.
Por su parte, la empresa niega los despidos. Según el sindicato, Claro dice que lo que han hecho es agradecerles con un bono de manera amable a los empleados por los años de trabajo y permitirle salir por la puerta grande y con una buena suma de dinero.