El Día “E”: ¿Excelencia, Efectista o Engaño?

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Las luchas por la educación han logrado unificar en las movilizaciones a profesores y estudiantes de secundaria con universidades. Foto archivo.

Los maestros afiliados a esta federación dan su versión sobre el estado de la educación y no aceptan la responsabilidad que les endilga el Gobierno. Se reafirman en su necesidad de continuar movilizándose por una educación pública de calidad

Redacción Laboral

El pasado fin de semana se realizó en colegios oficiales el Día E o de la Excelencia, denominado de esta manera por el Ministerio de Educación Nacional. Para la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, sus versiones históricamente no han pasado de ser un “Día Efectista o de Engaño”, al pretender centrar la discusión del asunto de la calidad de la educación, “evaluando” la Escuela, desatendida, desfinanciada y abandonada por el Estado, pero a renglón seguido, sin autoridad alguna y con perversa intención de descalificarla.

En palabras de Fecode, quien debe ser evaluado es el Estado que ha fracasado en garantizar el derecho fundamental a la educación, al impulsar en Colombia dos tipos de educación, una en condiciones dignas y con alta sustentación académica para quienes puedan pagarla y, otra para los colegios oficiales en adversas circunstancias.

“El Plan Nacional de Desarrollo, PND, 2018-2022, que ‘inspira’ la actual versión del autodenominado “Día E”, así lo evidencia al reconocer que la cobertura neta en transición es de 59.02% en zonas urbanas, 46.92% rural y 55.26% en promedio. Obviamente, no publican cifras en pre –jardín y jardín en los colegios oficiales porque no se garantiza el derecho; peor aún, en educación media es de 47.60% urbana, 31.41% rural y 42.79% en promedio”, explica la Federación.

Jornada única

Según los profesores de Fecode, la tasa de tránsito inmediato de grado 11 a educación superior en 2018 es 38,7% que incluye niveles de formación técnica profesional, tecnológica y universitaria en instituciones públicas y privadas. Es evidente, la enorme mentira de los gobiernos neoliberales que repiten que ya está resuelta la cobertura y ahora vamos por la calidad.

La mal llamada Jornada “única”, proyectada solo con el objetivo de colarse en un club de ricos la -OCDE- con un presupuesto de pobres, también fracasó. La meta del 36% de colegios con dicha jornada escolar para el 2022, fue reducida por el presidente Iván Duque al 24%, dejando en la cuerda floja y sin red de salvamento a gobernadores, alcaldes, secretarios de educación y rectores que fueron presionados o convencidos en tal aventura. A la fecha, el MEN registra un 12% de mal llamada jornada única impuesta a costa de la pedagogía, el bienestar de niños, niñas y jóvenes, de la sobre carga laboral y de la salud de la comunidad educativa.

Para perpetrar semejantes felonías el Ministerio de Educación, orientó el desconocimiento de los órganos de gobierno escolar, anuló las Juntas de Educación y desfiguró el propósito de los foros educativos, cual es que la comunidad educativa debata la política educativa y se conviertan en espacios de diálogo social por la educación, como lo exige la Ley 115 de 1994.

En conclusión, es un grado de cinismo extremo que los gobiernos neoliberales responsabilicen a los docentes y directivos docentes de la baja calidad de la educación y un acto miserable su plan para fraccionar la unidad de la Escuela mientras intenta que al Icfes se le otorgue la facultad de definir la vida y muerte de las escuelas como lo establece el Decreto 501 de 2016, a través del impuesto Índice Sintético de Calidad Educativa -ISCE- u otro tipo de pruebas estandarizadas. No menos importante señalar son los retrógrados y fallidos conatos del actual régimen de abolir la libertad de cátedra y convertir la educación en un derecho “esencial”, con la finalidad de acabar el derecho a la movilización del magisterio, ambos proyectos de ley derrotados por la lucha del Magisterio y la comunidad educativa durante el último año.

En virtud de lo anterior, reiteran que el “Día E” seguirá siendo el Día I, de la Indignación y de la desobediencia civil activa a una nefasta política.

Las movilizaciones sociales lideradas por el magisterio y el movimiento universitario y los acuerdos conquistados son síntesis de política educativa avanzada y el cumplimiento de los mismos es nuestra prioridad.

La materialización del acto legislativo consensuado con Fecode que aumente real y progresivamente los recursos, el principal punto logrado por esta federación en los acuerdos después de 17 años de lucha, debe ser bandera de todo el magisterio y la población entera. No sobra recordar que, por vía de dos regresivos actos legislativos en 2001 y 2007, el recorte alcanzó alrededor de 172.5 billones de pesos entre 2002 y 2018, de los cuales 97 billones se le sustrajeron a educación, y el resto a salud, saneamiento básico, agua potable y otros rubros que componen el Sistema General de Participaciones, SGP, lo que significó que los aportes de la nación en los presupuestos territoriales, pasara de 46.5% a 27.7%, asfixiando financieramente las regiones y negando los respectivos derechos fundamentales a niños, niñas, jóvenes y al conjunto de la población.