Trabajadores, comunidades, profesores, estudiantes y campesinos, se movilizaron para expresar su inconformidad con un modelo político y económico que los excluye
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
Diferentes jornadas de protesta se realizaron el todo el territorio nacional en el contexto de la semana de la indignación, el pasado 12 de octubre, denominado también Día de la Raza.
Las organizaciones sociales de carácter regional y nacional respondieron al llamado del Comando Nacional Unitario, CNU, y de la Coordinación de Organizaciones Sociales, COS; todas con dinámicas distintas pero unidas por la necesidad de exigir cumplimiento a lo acordado con el Gobierno y modificaciones a la política económica.
Según reportes, 25 ciudades fueron escenario de las manifestaciones en las que hubo marchas, mítines y bloqueos. Además, se produjo una integración de las peleas agrarias con las urbanas.
“En el Catatumbo y otras partes de Norte de Santander hubo taponamiento de vías; con las dignidades agropecuarias hubo manifestaciones en el Tolima, Huila y otros departamentos cultivadores de arroz. La Cumbre Agraria logró moverse en varias regiones como Pasto, Arauca, Cauca”, comentó a modo de balance el dirigente cívico Carlos García vocero del COS.
El campo en quiebra
Por el lado de los campesinos, las protestas se desarrollaron para exigir garantías en cuanto al respeto a la vida y a los derechos humanos, contra el sistemático asesinato de líderes campesinos. Sin embargo también reclamaron el cumplimiento a los acuerdos que el Gobierno ha firmado con el movimiento social.
Rechazaron los tratados de libre comercio por sus consecuencias negativas sobre la producción agropecuaria, y por una agroindustria en manos de trasnacionales foráneas que también han afectado a la producción nacional y las relaciones obrero-patronales.
“Todo el campo está atravesando por una crisis grande; vemos quiebra en el sector cafetero, el sector arrocero, los paneleros, el sector del maíz. Todos golpeados por la importación de alimentos y por las condiciones precarias en las cuales al campesinado le toca salir adelante con sus cosechas, logrando apenas satisfacer los costos de los insumos y los transportes; todo eso hace parte de una competencia desleal entre campesinos y productores internacionales”, explicó a VOZ, Jimmy Alexánder Moreno, vocero nacional del Congreso de los Pueblos y de la Cumbre Agraria, espacio de coordinación para el cual temas como la tierra, los territorios, los derechos humanos y el campesinado como sujeto de derechos, hacen parte de sus banderas y discusiones con el Gobierno nacional.
Por su parte, las Dignidades Campesinas también se movilizaron. Su vocero nacional Óscar Gutiérrez, habló con VOZ para explicar los porqué: “La problemática con el arroz y otros productos en los que los colombianos somos capaces de producir lo que consumimos, es decir, somos autosuficientes, es muy grave por los efectos de los tratados de libre comercio con Estados Unidos como con la Unión Europea, porque generan sobreoferta y baja de precios, y los productores no sacan ni los costos de producción. El problema ha llegado al punto que el país importa 13 millones de toneladas de alimentos por año”.
Los arroceros se movilizaron en los principales departamentos que producen este alimento, como Tolima, Huila, Meta, Norte de Santander, Cesar, Santander y Casanare, aunque los TLC han generado graves afectaciones sobre otros productos como el sorgo, la soya, el maíz amarillo, la cebada, el ajonjolí, y se ha llegado al punto de importar el 35% de fríjol que consumen los colombianos.
También hay situaciones complejas con otros cultivos, producto de las importaciones desmedidas. Según Óscar Gutiérrez, la autorización de la entrada de etanol podría hacer que los azucareros empezaran a fabricar panela, golpeando a los productores tradicionales; así como en el sector piscícola hay una desprotección de la pesca nacional y se aumenta la importación de este producto.
“El problema es que mientras más se aplican los TLC habrá más pobreza en Colombia, porque Estados Unidos y la Unión Europea subsidian a sus productores agropecuarios: Estados Unidos, con 95 mil millones de dólares al año y la Unión Europea con 110 mil millones de euros”.
En las discusiones de estos temas entre las organizaciones campesinas con el Gobierno nacional, ha habido acuerdos para la mitigación de los impactos, y aunque desde el Estado han dicho que los TLC no serán renegociados, sí se ha pactado invertir en infraestructura e incentivos que alivien a los pequeños productores nacionales: “Nos dicen que para eso tenemos que derrotarlos porque no van a modificar su política. Es decir, hay que poner un gobierno que renegocie. Sólo se han comprometido a compensar daños, pero tampoco han cumplido.”
Los profes de la U
Uno de los sectores de mayor importancia en la movilización del pasado Día de la Raza, fue el universitario. Profesores, estudiantes y trabajadores, fueron los más activos y numerosos en las calles de las principales ciudades. En la capital del país, integrantes de la comunidad universitaria de la Nacional, Pedagógica y Distrital; con estudiantes de privadas como El Rosario, la Javeriana y el Externado, marcharon hasta el Icetex, luego, algunos de ellos hasta la Plaza de Bolívar.
La pelea es por los recursos de la última reforma tributaria, que estaban destinados a la financiación de la educación superior pública, lo que representa más de un billón 200 mil millones de pesos para la ampliación de planta; pero actualmente el 70% es destinado al programa “Ser Pilo Paga”, llevando así la mayoría de este dinero a las universidades privadas.
Pedro Hernández, presidente nacional de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ASPU, dijo a VOZ: “En la negociación con esta organización sindical, el Gobierno se comprometió a destinar recursos de la reforma tributaria para la formalización de trabajadores y profesores, ya que el 70% de los docentes de universidades públicas están contratados de manera precarizada, es decir, catedráticos y ocasionales a quienes contratan máximo por ocho meses al año”.
Lo que viene…
La problemática social es tan amplia que la dinámica de la protesta continúa en su proceso de fortalecimiento en cuanto a organización y coordinación. Por eso, el 23 de octubre inicia la movilización nacional de los cultivadores de hoja de coca en 17 departamentos, por el incumplimiento del Gobierno a los acuerdos de La Habana que hablan de la sustitución voluntaria y no la erradicación forzada como se impone.
Asimismo, en Barrancabermeja habrá un cabildo abierto que convocará al paro cívico en esa ciudad, por la defensa de la estatal petrolera Ecopetrol y el cumplimiento del Plan de Modernización de la Refinería de esa ciudad. Y, aunque en el Cauca hubo movilizaciones de comunidades indígenas, el 30 del presente mes inician su minga, en defensa de los territorios, la paz y la vida.