Doble carga laboral para mujeres docentes

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Vilma Salcedo, docente del IES San Mateo.

Renata Cabrales

Ya son varios los sectores del gobierno de Santos, el gobierno de “la paz”, incluyendo al mismo Presidente de la República, que se han manifestado en contra del paro de docentes que comenzó el pasado 11 de mayo del presente año.

El presidente Santos salió lanza en ristre contra Fecode y manifestó que “no es posible dar beneficios económicos a docentes”, y con el mismo cinismo que caracteriza a todos nuestros gobernantes, advirtió: “la situación fiscal del país no permite que el Gobierno se pueda comprometer con más beneficios para los educadores. Sin embargo, aseguró que “el sector de la educación es el que más recursos tiene”, y por eso, seguramente, somos abanderados en los resultados de las pruebas Pisa.

Así mismo, otros sectores advierten que los docentes actúan de manera irresponsable al convocar un paro, pues son los estudiantes los que se perjudican y asimismo, las madres que no tienen con quien dejarlos a cargo, en el caso de los menores de edad, para poder cumplir con sus funciones laborales, lo que contradice, otra vez las pretensiones del señor presidente de decir no al paro docente, teniendo en cuenta que estos, además de cumplir con su labor profesional, también deben realizar la labor de niñeros y niñeras; pues es a las y los docentes a quienes se les ha delegado, no solo la enseñanza, sino la formación de niños y adolescentes, en casi todos los aspectos, tanto que muchas veces se culpa a los profesores  por cualquier problema de convivencia que manifieste algún estudiante.

Por otro lado, el presidente Santos, además de recordar que no habrá aumento de salario para docentes, hizo énfasis en los supuestos avances de educación en el país, manifestados, por ejemplo en la creación de la jornada única y el bilingüismo. Al parecer, no se ha enterado de que la jornada única ha perjudicado a los docentes, sobre todo a muchas mujeres que desempeñan una doble carga laboral, por ser madres solteras y tener que cumplir con diversos roles dentro del hogar.

Es por eso que, en una conversación con VOZ, la docente de ciencias sociales, del colegio San Mateo, Vilma Salcedo, en el municipio de Suacha, nos manifiesta la situación poco favorable que enfrentan algunas mujeres docentes, debido a la doble carga laboral que deben realizar por la implementación arbitraria de la jornada única.

–¿En qué consiste la jornada única escolar?

–“El ministerio de Educación pretende implementar la jornada única, lo que significaría ocho horas de servicios educativos en las instituciones públicas esas ocho horas se repartirían en dos jornadas, mañana y tarde, lo que significaría que los niños estarían en el colegio, almorzarían en el colegio y así mismo recibirían refrigerios en el colegio y una jornada complementaria en la jornada de la tarde.

–¿Cuáles son las condiciones adecuadas que debe tener un colegio para implementar la jornada única?

–Ya hay colegios que iniciaron la jornada única, porque tienen las facilidades a nivel de locación, de infraestructura y de restaurante escolar. Pero no todos los colegios tienen las mismas condiciones físicas para prestar los servicios anteriormente mencionadas, eso además requiere de un aumento de la planta docente, porque la jornada laboral para los docentes es de seis horas efectivas dentro de la institución y las otras dos horas son por fuera de la institución que presuponen la preparación y estudio del docente, para adecuar la jornada académica, es decir, preparación de clases, jornada académica, etc…

Y algunos coordinadores han obligado a los maestros a repartirse en las dos jornadas para atender la jornada única, lo que es una sobrecarga para el docente, porque está asistiendo a doble jornada y estamos obligados a cumplir una sola jornada.

–¿Cómo afecta esto la vida diaria de las docentes mujeres?

–“De esa manera se afecta el trabajo de las mujeres docentes, pues las mujeres asumimos el rol también de cuidar a la familia, a los hijos e hijas y es bastante difícil en muchos casos donde las mujeres tienen que cumplir la doble asignación de jornada académica, aunque eso representa un esfuerzo físico, también significa la incomodidad de tener que atender todo el día las labores profesionales de la escuela. Aunque no son situaciones generalizadas, se presentan, y en los casos en que se han presentado, ha tenido que intervenir el sindicato porque se están violando los derechos fundamentales de las docentes, pues es una situación anómala, porque no se les puede obligar a tener cargas académicas en doble jornada…De todas maneras en los casos donde se presenta esta situación no es legal, y a las profesoras que les toca doble jornada se les dificulta su desempeño en el ámbito del cuidado de su propia familia”.

Pero no es solamente la situación con la propia familia, la que se ve afectada, sino también en el caso de los estudios, porque, “la mayoría de los docentes debemos continuar con nuestros estudios para profesionalizarnos y mejorar los salarios, entonces, una jornada así, extendida no nos permite asumir el tiempo de estudio y de preparación posgradual que se necesita para ascender, lo cual es otro problema para las mujeres que nos dedicamos, además, a estudiar y hay que tener en cuenta, que las mayoría de la población docente está constituida por mujeres”.

–¿Alguna otra cuestión que reclamar durante el paro?

–“También estamos reclamando un estatuto único para los docentes que tenemos contrato bajo la orientación del nuevo decreto 1269, que tengamos oportunidades de ascenso profesional, asegurar mejores ingresos salariales, oportunidad de mejoramiento académico y profesional. Las mujeres, en esa perspectiva, nos esforzamos mucho por cualificarnos profesionalmente, y tenemos que atender el rol de la familia, el rol de la educación, formación y mejoramiento profesional de la carrera docente y pues desempeñarnos también en las responsabilidades del cargo… Estas son las situaciones en las que se enmarca la vida de las maestras, responsabilidades que asumimos todos los días y estamos obligadas a hacerlo, por eso un nuevo estatuto, un estatuto único que facilite ese ascenso profesional para las mujeres sería lo ideal, y estamos en esa permanente lucha por estabilizarnos dentro de la profesión docente”.