Falleció el dirigente agrario y viviendista Efrén Antonio Ceballos Millán, quien a lo largo de su vida militante siempre defendió las causas justas y revolucionarias. Homenaje a un camarada insustituible
Departamento Nacional de Organización
En la ciudad de Bogotá a la edad de 93 años, el 28 de abril falleció el dirigente agrario del Partido Comunista Colombiano, Efrén Antonio Ceballos Millán. Nació el 3 de abril de 1928 en Trujillo, Valle del Cauca, pero debido a la violencia oficial desatada por las élites políticas y económicas en contra del movimiento campesino en la década de los cuarenta del siglo XX tuvo que desplazarse al municipio de Herrera, Tolima. Allí se afilió al Partido.
Su papel revolucionario y su honestidad lo llevaron a trasladarse a orillas del caño Uruimes, actualmente municipio del Castillo, Meta, y bajo la orientación del Sindicato de Trabajadores Agrícolas Independientes del Meta, Sintragim, del cual era afiliado, ayudó en la creación de los famosos Convites o Comisiones Sindicales.
Trabajo agrario y vivienda
El camarada Ceballos junto con su esposa, la también camarada Isamaldina Molina, vincula a la Unión de Mujeres Demócratas, UMD, y sus hijos que también son militantes del Partido, ayudaron en la construcción del trabajo agrario de la fuerza comunista en las regiones de Granada, Lejanías, Mesetas, El Medio y Alto Duda, Vistahermosa, La Uribe, Fuente de Oro, entre otros municipios del Meta.
Fue precisamente por su militancia y el arrecio de la violencia con la llegada de los grupos paramilitares que tuvo que salir nuevamente desplazado con su familia a la ciudad de Bogotá en el año de 1978, llevándolo a residir en el recién creado barrio Nuevo Chile de la Central Nacional Provivienda, en la localidad de Bosa.
Una tragedia en la impunidad
La tragedia de la violencia tocó la puerta de la familia Ceballos Molina en diciembre de 1991. El joven Efrén Ceballos Molina de tan solo 16 años, hijo de Efrén e Ismaldina, fue asesinado el primero de diciembre en el barrio Nuevo Chile. En su momento, el camarada Efrén Ceballos denunció en las páginas de este periódico que, una vez conocido el crimen, la Sijin y las instituciones judiciales ocultaron todos los registros criminalísticos del asesinato. Hasta el día de hoy el crimen continúa en la impunidad.
Por aquel entonces, la familia Ceballos Molina era objeto de amenazas por el trabajo político de don Efrén y doña Ismaldina en los departamentos del Meta y que los había obligado al desplazamiento hacía la capital de la República.
Paz en su última morada
El camarada Efrén Ceballos fue un militante activo que nunca descuidó el trabajo partidario, esto lo llevó a representar al PCC en tareas internacionales. También fue un ejemplo en las movilizaciones del primero de mayo, así como fiel lector del semanario VOZ hasta sus últimos días.
En nombre del Departamento Nacional de Organización, el semanario VOZ y la familia comunista le decimos: paz en su última morada, camarada Ceballos Millán.