En defensa de los avances de las políticas publicas en la alcaldía de Bogotá en beneficio de la población LGBT, por la democracia, la paz y la defensa de lo público: ¡Vota no a la revocatoria del alcalde Gustavo Petro y la Bogotá Humana!
Hoy en Colombia se vive un debate importante para los sectores sociales LGBT: por una parte la clase política tradicional en representación de los sectores más atrasados y conservadores de la sociedad que pretenden mantener y profundizar un eterno ciclo de guerras, discriminación y privilegios que han mantenido por más de 200 años; y por otro lado, las fuerzas y sectores sociales que intentamos construir un país en paz, que aspiramos a la solución dialogada del conflicto social y armado que hoy nos desangra, que nos la jugamos por un país democrático, respetuoso de las diversidades sociales, culturales, étnicas y sexuales, un país que le devuelva y entregue derechos a los sectores que han sido víctimas del establecimiento político y económico que persigue y estigmatiza a las víctimas, desplazados y personas con orientaciones sexuales diversas.
Bogotá en este contexto, ha representado el otro país posible, donde los derechos de la ciudadanía estén por encima del lucro económico en función de los más vulnerados, razón ésta para que la administración del alcalde Gustavo Petro y la Bogotá Humana hayan enfocado sus esfuerzos por la defensa de lo público, en resarcir el abandono estatal a los recicladores, a las personas de los estratos 1 y 2, además de medidas que promueven la vida y el cambio de paradigma cultural respetando la naturaleza y el medio ambiente y que le apuesta a la paz con justicia social como un derecho, entre otras, que son un verdadero avance para la capital.
La población LGBT no es ajena a estos avances, pues si bien ya existían adelantos importantes en las tres administraciones anteriores, la Alcaldía de la Bogotá Humana ha triplicado sus esfuerzos, inversión económica y definición política en el desarrollo de la política pública LGBT.
No bastaba con promover campañas contra la discriminación, si por orientación sexual e identidad de género se niega el derecho a la educación, salud, trabajo y alimentación, y han sido precisamente estas las preocupaciones de Gustavo Petro y su equipo de trabajo: llegar a la población históricamente discriminada por su orientación sexual e identidad de género y entre ellas a los más vulnerables social, cultural y económicamente.
La puesta en marcha de los centros comunitarios LGBT (uno existente y otro por abrir enfocado a personas trans y prostitución con albergue temporal y comedor comunitario), la atención directamente en localidades a las personas LGBT vulneradas e inversión en estas, la puesta en marcha de la estrategia casa refugio para personas del sector víctimas de violencias, inversión en los diferentes sectores de la administración, más la promoción de cambios culturales por medio de investigaciones y eventos de visibilización, en el que ha jugado un papel honorífico el Canal Capital dirigido por Hollman Morris, representan un cumulo de acciones positivas y reivindicativas de derechos por lo cual la población LGBT de Bogotá debemos acompañar la reafirmación de estas acciones contra quienes quieren echar por tierra estas ganancias sociales para implementar de nuevo en Bogotá la“cultura” del pavimento y la represión.
Como organización hemos expresado discrepancias, observaciones y distancias con algunos desarrollos de la política de Diversidad Sexual y de Géneros de la actual administración capitalina, lo cual hace parte de la acción crítica e independiente, que como ciudadanos y partícipes del movimiento social es nuestra prerrogativa y a la que no renunciamos, sin perder de vista los avances que han hecho que Bogotá, no sólo sea la pionera, sino vanguardia en el reconocimiento y garantías para el ejercicio de nuestros derechos.
Votar no a la revocatoria es apoyar los derechos y programas de la comunidad LGBT es decirle al país homofóbico representado en la figura del procurador y otros politiqueros de turno que en Bogotá se respeta la diversidad y que se va a defender este avance. Votar no es cerrar el paso a la antidemocracia y a los derechos de papel que se nos vendió por décadas a la comunidad LGBT.
El Colectivo León Zuleta, el Sector de Diversidades Sexuales y de Géneros de la Marcha Patriótica, y la Unión Patriótica, agrupaciones víctimas de la estigmatización y persecución del Estado, vemos en la Administración de la Bogotá Humana un camino diferente, por eso llamamos a votar no a la revocatoria y a votar en elecciones parlamentarias y presidenciales por las voces de quienes han defendido siempre a los más vulnerados. Solo así será posible ser resistencia y alternativa hacia una Colombia que, como Bogotá, sea más humana.
Colectivo León Zuleta
“Por la emancipación Social y sexual”
Sector de Diversidades Sexuales y de Géneros de la Marcha Patriótica
Unión Patriótica