El fundamento del marxismo es la ciencia

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Nelson Lombana Silva

La filosofía marxista tiene como fundamento esencial la ciencia. No se guía ni por la especulación, ni la simple contemplación. Es rigurosa con los cánones del saber desde un principio. Le da un mazazo demoledor al idealismo y a la fantasía de las que se valía la burguesía (y se vale hoy) de ese entonces para imponer y desarrollar su demencial ideología, sistema económico y filosófico.

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Carlos Marx nació en Tréveris en 1818 y murió en 1883; y su amigo íntimo en lo personal, en lo ideológico y filosófico, Federico Engels, nace en 1820 y muere en 1895. Son contemporáneos.

¿Cómo surge y se desarrolla la teoría marxista? Resulta pertinente ubicarnos a mediados del siglo XIX, cuando el capitalismo había sustituido al feudalismo en muchos países del planeta. Dicho sistema “novedoso” para el momento desarrollaba sus propias características. Había disparado la técnica, la ciencia y la cultura. Era una “nueva” etapa de desarrollo de la humanidad.

El sistema capitalista nacía naturalmente con las dos clases sociales antagónicas: burguesía y proletariado. Entre estas dos clases sociales antagónicas se iba desarrollando una lucha frontal, diríase a muerte. Claro, al principio incipiente, pero cada vez la tirantez era mayor en la medida que dicho sistema se iba desarrollando. Es lo que el marxismo llama “lucha de clases”.

En Francia se sublevaron los obreros lioneses, lo mismo ocurrió con los tejedores silesianos en Alemania y el movimiento cartista en Inglaterra, por ejemplo. Los obreros exigían principalmente mejores condiciones de trabajo, aumento de salarios y jornada laboral humana. Era por supuesto una lucha desorganizada, débil y espontánea, por cuanto no se tenía un objetivo claro, ni mucho menos una guía científica para la acción.

Esa situación planteaba de alguna manera la necesidad de una teoría científica que le permitiera al proletariado conocer las leyes del desarrollo de la sociedad. Es más: comprender la muerte inevitable del capitalismo y tomar conciencia del papel que juega el proletariado en el enterramiento de dicho sistema y el alumbramiento de uno distinto llamado “socialismo”.

Esa guía o esa teoría que necesitaba con urgencia el proletariado la aportó el marxismo. Es decir, Carlos Marx y Federico Engels. Dicha teoría materialista tiene dos rasgos importantes: histórico y dialéctico. Además, tiene una connotación muy importante y es que tanto Marx como Engels la desarrollan desde la visión del proletariado. Es decir, con criterio político y clasista, o sea, a favor de los pobres y no de los ricos. (He ahí por qué el odio visceral de la burguesía hacia Marx y el marxismo).

Esta teoría no salió de la nada o de la simple intuición o especulación de los padres del proletariado. Hubo una serie de premisas sobre todo de carácter científico que ayudaron poderosamente a la concreción de ésta. La ciencia se desarrolló con rapidez en el siglo XIX. A la metafísica de las ciencias naturales se antepuso las ideas dialécticas de la unidad y del desarrollo histórico del mundo, lo cual constituyó una verdadera revolución científica.

Emmanuel Kant con su hipótesis cosmogónica de que la Tierra y el sistema solar no eran eternos, inmodificables, sino productos del desarrollo prolongado de la materia, contribuyó al avance real de la ciencia. Una nueva concepción del origen del mundo iluminó a la humanidad que hasta ahora se guiaba por el idealismo y la ciencia ficción de un ser superior creador de todo. Ese castillo fantasmagórico e ingenuo, por cierto, cae estrepitosamente.

A ese aporte, más adelante se desarrolla la geología, que se encarga de desentrañar la historia del desenvolvimiento de la corteza terrestre. Es decir, el origen y el proceso histórico de la Tierra. Otras ciencias alcanzan relevancia importante. Por ejemplo: la física, la química, la biología, la sociología, etc.

Se dan durante este período histórico tres grandes descubrimientos científicos: 1. El de la conservación y transformación de la energía; 2. La constitución celular de los organismos vivos; 3. La teoría evolutiva del científico inglés Charles Darwin.

Pero como si esto fuera poco, el maestro del proletariado estudia críticamente todos los sistemas filosóficos existentes hasta este momento y toma de ellos los elementos o rasgos que considera importantes. Por ejemplo, la fuente teórica del marxismo fue la filosofía clásica alemana del siglo que venimos citando, principalmente dos filósofos: Hegel y Feuerbach. El primero idealista y el segundo materialista. ¿Qué toma de Hegel? La teoría de la dialéctica, la cual es desarrollada ampliamente pero desde la perspectiva idealista. Marx la desarrolla desde la perspectiva materialista, es decir, científica. De Feuerbach toma elementos materialistas que considera importantes.

Con todos esos elementos objetivos y subjetivos, la teoría marxista del materialismo histórico y dialéctico se hace realidad y revoluciona no solo la filosofía, sino la historia, la economía y la misma ciencia. Marx y Engels le muestran el camino expedito al proletariado para asumir el poder, ser consciente de su clase social y construir el socialismo.

Como puede observarse, de principio a fin, la teoría marxista se sustenta en la ciencia, es su principal fundamento. Por eso su vigencia y por eso la certeza de que tenemos que unirnos como pueblo para tomar conciencia de la clase social a la cual pertenecemos, entender nuestra misión histórica y luchar por la democracia y el socialismo. Tenemos la razón de la ciencia, somos el futuro.