Con embargo total, Trump ataca diálogo con la oposición

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Son cotidianas las expresiones de solidaridad del pueblo venezolano con su gobierno.

Alberto Acevedo

Bombardear cualquier salida negociada a la crisis política que vive Venezuela, y de paso repotenciar a una maltrecha oposición, que malgastó su capital político, y de paso, a su flamante “presidente encargado”, parecen ser los objetivos reales de la disposición del presidente norteamericano Donald Trump de generalizar un embargo financiero a los activos venezolanos, decisión que hizo pública la semana pasada.

Analistas económicos piensan que las nuevas medidas de bloqueo económico, anunciadas con bombos y platillos, no agregan sustancialmente muchas cosas nuevas a la ya difícil situación económica que padece el pueblo venezolano a causa de las sanciones impuestas por Washington, pero sí intentan alentar a la oposición, que ha renovado su discurso apátrida de solicitar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, apoyar las sanciones y alentar la intervención militar norteamericana directa.

El mayor perjudicado, sin duda, ha sido el proceso de negociación que se adelanta en la isla de Barbados, con la mediación de Noruega, en el que, según las autoridades venezolanas, ha producido avances satisfactorios. Pero Estados Unidos, a través de voceros suyos como el señor John Bolton, se opusieron rabiosamente a la posibilidad de una negociación seria en ese sentido. “Lo único que hay que negociar es la salida de Maduro”, dijo un coro polifónico de voces desde la Casa Blanca.

La transición es al socialismo

Para que se mire cómo quedan las cosas, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, adelantándose a un endurecimiento de la posición de Estados Unidos, había declarado el 30 de julio, con ocasión del segundo aniversario del organismo legislativo: “La única transición que tiene que hacer Venezuela es ir al socialismo”. Esto lo dijo, tras fustigar las pretensiones de la extrema derecha venezolana de apoyar las agresiones a la patria.

Cabello dijo que la derecha venezolana ahora pretende que el país vuelva al TIAR, pero “quienes invocan la intervención militar extranjera serán tratados como enemigos de la patria (…) La batalla que estamos dando hoy no solo es por nuestra patria. También es por los pueblos que sufren en el mundo”, precisó el presidente de la ANC.

Solidaridad bolivariana

En el intento de Trump por darle oxígeno a la desprestigiada oposición venezolana, sumida en escándalos de corrupción, y a la idea de Juan Guaidó de impulsar un “cambio de régimen”, los voceros del partido Voluntad Popular apoyaron públicamente las sanciones norteamericanas, y en respuesta a esta posición, el presidente Maduro anunció que se levanta de la mesa de conversaciones en Barbados. Esto supone también, un endurecimiento en el tratamiento a los planes desestabilizadores en Venezuela. |

La actitud de la Casa Blanca sigue polarizando a la opinión pública internacional. Recientemente, los más de cien países que integran el Movimiento de los No Alineados, Mnoal, y los que participaron en el Foro de Sao Paulo, en Caracas, apoyaron resueltamente al gobierno constitucional de Nicolás Maduro y rechazaron cualquier intento de intervención extranjera en sus asuntos internos.

Washington, temeroso de esta renovación de la solidaridad internacionalista con la Revolución Bolivariana, ha querido convocar a la OEA, al Grupo de Lima y al Mercosur, para replantear acciones de conjunto contra el gobierno venezolano. Hace poco, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Néstor Popolizio, convocó a un centenar de gobiernos a una conferencia internacional para debatir la crisis venezolana, bajo la tutela de la Casa Blanca. La reunión se realizó el 6 de agosto pero al parecer la respuesta fue tan fría, que la prensa occidental no mencionó para nada el intento.