“El embarazo adolescente es causa y consecuencia de las más grandes inequidades de la sociedad”
Renata Cabrales
@RENATARELATA
El Día Internacional de la Niña se conmemora cada 11 de octubre desde el año 2011. El día fue instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y la iniciativa pretende disminuir las brechas de género desde la capacitación y la formación.
De acuerdo a la ONU, con este día se busca “reconocer los derechos de las niñas y los problemas excepcionales que las niñas confrontan en todo el mundo”.
Así mismo, en dicha asamblea se argumentó que “con frecuencia, en las aldeas, los barrios marginales y los campamentos de refugiados de todo el mundo, las niñas se quedan atrás: no reciben alimentos nutritivos ni atención médica ni una educación de calidad y se ven expuestas a la violencia sexual”.
Abuso sexual infantil en Colombia
Según Medicina Legal, 295 niños fueron presuntamente abusados en Colombia en el 2015. Ocho de cada 10 víctimas de violencia sexual fueron niños y jóvenes. El dato corresponde a 2015. El 80 % de los ataques ocurre en la casa de la víctima.
Más de 60 víctimas de ataques sexuales fueron atendidas por el Instituto Nacional de Medicina Legal. Fueron, en total, 22.155 casos, 1.046 más que en todo el 2014.
Por su parte el informe ‘Forensis’, revela que al menos 2.500 víctimas eran menores de cuatro años. Por cada niño, hay cuatro niñas atacadas por los depredadores. En total, 18.876 mujeres y 3.279 hombres fueron atendidos por el Instituto. La edad promedio de las víctimas es de 12 años,
Según el Forensis, “la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes representó el 86,5 por ciento del total de este tipo de violencia”.
Según Medicina Legal En casi nueve de cada 10 casos denunciados el año pasado (16.813), el agresor estaba en casa: fue un familiar, amigo o la pareja, o amigo de la persona encargada de cuidar a la víctima. Es decir, por lo general, es una persona de “confianza”.
Un caso reciente de abusos sexuales a niñas ocurridos en Colombia es el de Jesús Díaz Pastor, de Soacha, quien fundó una iglesia cristiana en 2001. Desde entonces, han aumentado las denuncias de supuestos casos de abuso sexual en su contra. Según informes de otros medios, las investigadoras del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) y del CTI ya habían recolectado el testimonio de tres menores y una mujer. Pero, al atraparlo las autoridades, se dice que algunos feligreses lo defendieron, dejando claro que el fanatismo religioso no le permite ver a las personas los abusos a los que son sometidas las niñas de su comunidad.
Según el ICBF, en Colombia cada día, 43 niños son víctimas de violencia sexual.
En septiembre del 2014, el ICBF citando al DANE reveló que entre el 2008 y el 2013 en promedio, cada año, han nacido 159.656 hijos de madres entre los 10 y los 19 años. De acuerdo con este indicador, la tasa diaria era de 435 nacimientos, muy cercana a la actual, de 408.
Embarazo adolescente y educación
“El embarazo adolescente es causa y consecuencia de las más grandes inequidades de la sociedad. Trabajar en su prevención es una de las prioridades del Gobierno nacional, que requiere la participación activa de la sociedad”, dijo Cristina Plazas, exdirectora del ICBF.
Así las cosas, vale la pena recordar que el embarazo adolescente es la primera causa de deserción escolar en las niñas y por eso, a propósito de los ahora blindados acuerdos de paz, vale la pena mencionar que el primer punto de los acuerdos de paz de La Habana plantea la idea de una Reforma Rural Integral, la cual entre otras cosas, reclama la eliminación de la pobreza extrema y la reducción drástica de la pobreza rural, asimismo en cuanto a la educación expone crear un plan especial de educación rural que posibilite la permanencia productiva de los jóvenes en el campo y logre que las instituciones educativas contribuyan al desarrollo rural. Esta idea transversalizada por el enfoque de género puede garantizar los derechos de las niñas, en todo el país, pero sobre todo, de las niñas rurales y campesinas, quienes por diferentes motivos no consiguen terminar sus estudios de primaria y bachillerato. Paradójicamente, según estudios, aunque las mujeres rurales presentan un mayor nivel educativo que los hombres, muchas desertan del estudio debido al embarazo durante la adolescencia.
Si bien es cierto que a las niñas del país se les deben garantizar todos los derechos, es importante resaltar que con una buena educación serán ellas mismas quienes aprenderán cuáles son sus derechos y cómo reclamarlos dentro de una sociedad patriarcal que históricamente las ha vulnerado. Es preciso recordar el lema que dice: “Empodera a una niña y esta cambiará el mundo”.