
Pagos de valorización no se ven reflejados en obras. Habitantes piden que no se cierren comedores comunitarios. En junio se realizará la Feria Pijao

Redacción Bogotá
Durante las últimas semanas los habitantes de Bogotá se han visto obligados a protestar por los altos cobros del impuesto de valorización.
Así ocurrió en la localidad de Bosa, en donde los exagerados cobros del mencionado impuesto han llegado a colmar la paciencia de los habitantes.
VOZ habló con Gendry Loaiza Tique, gobernador del cabildo Pijao de esta localidad sobre este tema:
“Uno se encuentra con la inconformidad de la gente ya que le han enviado un recibo a cada propietario por sumas que no bajan de 200 mil pesos. Se han visto casos de cobros por tres millones y hasta 10 millones de pesos. Los habitantes de Bosa se quejan debido a que ya han pagado tres veces recibos de valorización en los últimos 12 años, y por las mismas obras. Pero las obras no se ven”.
Y tienen toda la razón. VOZ estuvo caminando las calles de Bosa y hay vías principales en condiciones deplorables como en Laureles, en pleno centro de Bosa, La Libertad y Estación sólo por mencionar algunos casos. La última vez que se intervinieron esas vías fue hace ocho años, y por ello la gente no aguanta más.
Lo mismo ocurre con las vías peatonales: existen barrios con más de 40 años como La Paz y a la fecha no cuentan con pavimentación y muchos sin andenes.
Según Loaiza Tique la inversión se está haciendo en las vías de las nuevas urbanizaciones y han dejado de lado las vías principales de acceso a la localidad.
Por esta situación el pasado domingo 3 de febrero se reunieron todos los presidentes de las juntas de acción comunal, en representación de los habitantes de los barrios de Bosa, quienes están inconformes con esta situación.
Por su parte la Alcaldía Mayor anunció algunas propuestas o reformas al Proyecto de Acuerdo de impuesto de valorización ante el Concejo de Bogotá con el fin de reestructurar tarifas.
Comedores comunitarios
De otra parte, Bosa ha cerrado varios comedores comunitarios, al parecer porque la Administración Distrital a través de la Secretaría de Integración Social pone muchos obstáculos a los nuevos contratantes.
El asunto es que cuando se termina el contrato cierran el comedor alrededor de 15 días, hasta que no definan el próximo contratante, es decir no hay continuidad en el servicio, lo que afecta sin duda alguna a la población más pobre de la localidad, entre quienes están indígenas, desplazados, niñas, niños, mujeres gestantes y ancianos.
Otra tarea que viene impulsando Gendry Loaiza Tique es la legalización del Cabildo Pijao que tiene ya cinco años y que alberga 420 familias, quienes en su mayoría son víctimas de la violencia.
“Nos ha tocado organizarnos para poder exigir nuestros derechos que tenemos como indígenas. Hasta ahora el Gobierno se ha sentado con nosotros y se ha llegado a hacer un protocolo, de cómo se van a legalizar los cabildos. Existe además una Mesa Indígena en donde hay varias comunidades como los Pijao, Muiscas, Quichuas, Ingas, Emberas, y las que van llegando se van vinculando dentro de la Mesa. Ya se le ha pasado la propuesta a la Alcaldía de Integración Social, para que reconozca este espacio y en eso estamos”, comentó a VOZ el gobernador del Cabildo Pijao en Bosa.
En los encuentros ciudadanos se logró la mesa Pijao que se llevará a cabo en el mes de junio en donde se hará el Festival del Mohán y la Mohana, mitos y leyendas, exposición gastronómica, así como muestra folclórica.