
Alberto Acevedo
Una exhortación a las fuerzas democráticas colombianas y a las del continente, a detener el criminal cerco imperialista contra el gobierno y el pueblo venezolanos, pero también las amenazas que se ciernen sobre los gobiernos progresistas de Nicaragua, y Bolivia, y el gobierno socialista de Cuba, hizo, al término de sus deliberaciones dos días, el pasado 28 de septiembre, el Segundo Encuentro Nacional de Solidaridad con Venezuela, reunido en Bogotá.
El llamamiento está contenido en una declaración final, acogida en forma unánime por los participantes en el evento, provenientes de varias regiones del país y en representación de una veintena de organizaciones sociales y políticas, comprometidas con tareas de solidaridad, que no vacilaron en expresar su apoyo a la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Una red de casas de solidaridad con Cuba, existente en el país de hace varios años, brindó el soporte logístico para realizar el encuentro de solidaridad con Venezuela. Los delegados asistentes, en diversas intervenciones pidieron al evento que expresara por igual su apoyo a la revolución sandinista de Nicaragua, a las demandas de Bolivia por alcanzar una salida al mar, reclamaron la libertad de líder brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, reclamaron con energía el cese del criminal bloqueo económico y financiero a la revolución cubana y dieron muestras de simpatía con la causa emancipadora del pueblo palestino.
Unidad orgánica
En este sentido, los participantes en el evento coincidieron en la necesidad de trabajar por la constitución de un movimiento nacional de solidaridad con los gobiernos y los pueblos de los países que integran el ALBA y las demás naciones del mundo que soportan el asedio imperialista y ven cercenadas sus aspiraciones de independencia y desarrollo económico justo y democrático. Esta decisión implicaría que en lo posible, se daría una unidad orgánica del movimiento de solidaridad con los pueblos en nuestro país.
En el acto de instalación, llevado a cabo en la mañana del pasado jueves, intervinieron la embajadora de Nicaragua, Yara Pérez Calero, el representante de la embajada de Cuba, Omar García, la líder popular Piedad Córdoba, el secretario general del Partido Comunista, Jaime Caycedo y la moderación de Nelson Linares, miembro del Comité de Solidaridad con Venezuela. La instalación del evento estuvo a cargo del encargado de negocios de la embajada de Venezuela en Bogotá. Iancarlo Torres.
El diplomático dijo que Venezuela en estos momentos está asediada globalmente. No hay otro país que sufra semejante acoso. Aseguró que Colombia es por su parte un laboratorio mediático y político de la campaña de descrédito contra Venezuela, que busca crear las condiciones para justificar una intervención militar directa.
Torres destacó la manera valiente como el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, unas horas antes de instalarse el evento en Bogotá, viajó a la sede de las Naciones Unidas, acompañado de su esposa Cilia Flórez, objeto de sanciones por parte de Estados Unidos y en ese escenario presentaron la voz de Venezuela, y en vez de llevar una voz de guerra, llevaron una voz de paz, una invitación a que la comunidad internacional entienda el derecho que tienen los venezolanos de encontrar soluciones a sus problemas de manera soberana, sin la injerencia de potencias extranjeras.
Por su parte, Jaime Caycedo calificó como ‘paramilitarismo mediático’ la infame campaña que desde los grandes medios de comunicación se desarrolla para desprestigiar la obra de la revolución bolivariana y aseguró que “nosotros, como demócratas, como latinoamericanos, no podemos pasar por alto que se quiera intentar desde Colombia un acto agresivo contra un país hermano, como es Venezuela.