Encuentro Sindical Nuestra América: paso hacia la unidad y lucha

0
563

La Declaración de Montevideo abordó no solo los peligros y amenazas que atañen al movimiento obrero en la región latinoamericana e internacional, sino también las contradicciones y apetencias del capitalismo que amenazan a la humanidad al inevitable caos.

IMG-20160401-WA0008

Juan Carlos Díaz Guerrero

Las reservas de que disponen los pueblos para la lucha de las clases trabajadoras y la unidad como elemento primordial en estos tiempos convulsos fueron las enseñanzas del VII Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA), recién concluido en Uruguay.

La Declaración de Montevideo abordó no solo los peligros y amenazas que atañen al movimiento obrero en la región latinoamericana e internacional, sino también las contradicciones y apetencias del capitalismo que amenazan a la humanidad al inevitable caos.

Esta cita -que sesionó entre el 31 de marzo y el 2 de abril- acogió a más de 300 representantes de 73 organizaciones sindicales de 19 países, y tuvo como invitado especial al antiterrorista y Héroe de la República de Cuba Ramón Labañino.

Sus temas centrales de debate, en tres comisiones de trabajo, abordaron la arremetida imperialista contra la clase trabajadora y los pueblos, vinculado a la defensa del derecho de huelga y contra la criminalización de la lucha social, y los tratados de Libre Comercio o integración soberana de los pueblos. También incluyó la independencia de clase, transformación social y construcción de una alternativa socialista.

El encuentro buscó fortalecer la unidad del movimiento obrero y definir la unidad de acción para romper con el intento de hegemonía del capitalismo a nivel mundial, así como promover el intercambio y la solidaridad internacional.

Dilma Rousseff, José Mujica y la apertura

El VII ESNA comenzó con una manifestación de apoyo de los delegados, organizaciones y movimientos sociales uruguayos frente a la embajada de Brasil en Montevideo, donde se brindó solidaridad al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, ante la embestida de la derecha en su país.

Ese apoyo de los trabajadores a la mandataria brasileña fue una constante en los tres días del evento, que quedó sintetizado en las declaraciones a Prensa Latina del secretario de Relaciones Internacionales de la Central de Trabajadores de Brasil, Divanilton Pereira.

La derecha nacional, articulada con intereses imperialistas, desde que perdieron las elecciones en 2014 insisten en desestabilizar nuestro país y realizar un golpe contra la mandataria Dilma Roussef, señaló en entrevista con Prensa Latina.

«Los trabajadores no vamos a permitir ningún retroceso, por eso son muy importantes las movilizaciones», afirmó al referirse al millón de personas que salieron a las calles de Brasil en apoyo a la democracia.

Emotiva resultó la presencia del expresidente uruguayo José Mujica en la inauguración de la reunión en el Paraninfo de la Universidad de la República, un recintocargado de historia donde coincidieron en una ocasión Ernesto Che Guevara y Salvador Allende.

El senador uruguayo llamó a la unidad de la clase obrera internacional para enfrentar las complejas realidades del mundo, y subrayó que la forma actual que ha tomado el capitalismo, y que nos afecta, es la lentitud pasmosa de crecimiento de la economía a nivel mundial.

Expresó que los grandes medios de prensa utilizan las actuales circunstancias para tratar de «acentuar la desorientación en el común de la gente, ese es su papel», enfatizó.

En ese sentido, aseveró que mientras existan clases sociales tendremos siempre en contra los grandes medios de comunicación, «pobre de nosotros si esperamos que los grandes medios de prensa nos apoyen en la lucha», sostuvo.

«No tenemos otra voz que la nuestra y no tenemos otro recurso importante que no sea utilizar nuestra militancia e inteligencia y la movilización», aseguró.

Marcelo Abdala, secretario general de la central sindical uruguaya PIT-CNT, expresó, por su parte, que son tiempos de extrema complejidad, cargados de amenazas, pero también de perspectivas.

Destacó que la meta «es la unidad sin exclusión» y apuntó que el ESNA es un espacio de reflexión, pero también «una plataforma de unidad de acción».

Presencia de un héroe

Al intervenir en el VII Encuentro Sindical Nuestra América el luchador antiterrorista cubano Ramón Labañino agradeció en nombre de sus hermanos Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero y Fernando González, la solidaridad recibida durante los largos años de encierro en Estados Unidos.

En un juicio calificado de parcializado por la defensa, René y Fernando salieron en libertad en 2013 y 2014, respectivamente, tras cumplir íntegramente sus sentencias.

Mientras Gerardo, Ramón y Antonio fueron liberados el 17 de diciembre de 2014, como parte de las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos que luego dieron paso al proceso de restablecimiento de las relaciones bilaterales.

«Solamente un milagro venido del corazón de todos ustedes, el esfuerzo y gallardía de nuestros pueblos de enfrentarse al imperio, permitió que hoy estemos libres», expresó.

Labañino afirmó que el mejor contragolpe a la ofensiva imperialista es la unidad de los pueblos, así como mantener la fidelidad y los principios.

Subrayó que el imperialismo es poderoso y tiene muchos recursos, pero no es invencible, y aseguró que el camino de la lucha, la persistencia, la resistencia, de la fidelidad a los principios y coherencia en la vida cotidiana, en defender siempre a los pueblos, es lo que da la victoria, acotó.

Sobre Cuba dijo que entra en una nueva etapa de lucha más compleja, con un bloqueo económico impuesto hace más de medio siglo que sigue intacto, y llamó a no dejarse engañar por la retórica discursiva del presidente norteamericano, Barack Obama.

Subrayó que la nueva fórmula que utiliza Estados Unidos contra su país tiene el propósito de destruirlo y apoderarse de él, aunque por otros medios.

El antiterrorista caribeño remarcó que los revolucionarios cubanos y el pueblo están preparados para este tipo de combate, pero también, opinó, «necesitamos el apoyo internacional y la solidaridad porque hay que eliminar el bloqueo».

Ellos (los imperialistas) apuestan a la división, a mantenernos separados, a crear caos entre nosotros y no podemos darnos el lujo de estar separados, remarcó

Al respecto, elogió el anunció de unidad de dos centrales sindicales de Argentina para enfrentar las injusticias y arremetidas del nuevo gobierno de Mauricio Macri contra el pueblo.

Comisiones de trabajo y Declaración de Montevideo

La expresión de unidad e integración de la clase obrera continental y mundial, y que sin unidad no hay integración, fue una de las conclusiones fundamentales de las mesas de trabajo del VII ESNA.

Raymundo Navarro, de la Central de Trabajadores de Cuba, en declaraciones a Prensa Latina, señaló que cada comisión llegó a acuerdos concretos para salir de la cita con metas y acciones comunes a implementar en cada uno de los países.

El dirigente sindical cubano comentó que en el análisis de las conclusiones de las mesas llegó el saludo de los presidentes de la Federación Sindical Mundial, la Confederación de Sindicatos de América, de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores de Venezuela y de la Central de Trabajadores de Brasil, entre otros.

Destacó que en las comisiones se habló de Cuba como ejemplo de unidad y solidaridad con el resto del mundo.

Noumura Yukihiro, vicepresidente de la Confederación Nacional de Sindicatos de Japón, señaló que los problemas de los trabajadores de su país son similares a los de América Latina, y resaltó que el capitalismo pretende restringir los derechos laborales de los obreros.

La Declaración de Montevideo llamó a realizar una gran jornada continental el 4 de noviembre en favor de la democracia, la paz y la integración soberana de los pueblos.

También convocó a una jornada de solidaridad con Venezuela y exigió la libertad inmediata de las luchadoras sociales presas Julia Amparo Lotan (Guatemala) y Milagro Sala (Argentina).

Asimismo, reclamó la inmediata liberación del luchador independentista puertorriqueño Oscar López, preso hace 35 años en Estados Unidos.

El texto consideró inaceptable la continuidad del bloqueo económico contra Cuba y exigió el retiro de la Base Naval de Guantánamo, enclavada de manera ilegal en suelo de la isla caribeña.

Manifestó que en el plano geopolítico se pretende limitar el papel de China, el acercamiento de esta con Rusia y de los países del grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), lo cual constituye un claro ejemplo de hegemonismo contra cualquier intento de multilateralismo en las relaciones internacionales.

El VIII Encuentro Sindical Nuestra América tendrá por sede a la nación de Argentina.

Prensa Latina