Cambios en el contrato y aumento de metas son algunas de las maneras como la transnacional presiona a sus empleados, temas que se discuten en la actual negociación de petitorio
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
Desde la fusión de las empresas Telmex Colombia y Comcel S.A. ha habido una alta sobrecarga laboral: “A la gente la han movido, le han llegado más funciones, más trabajo, la gente no denuncia por no arriesgar su trabajo, prefieren aguantarse y no decir nada. Sumado a eso hay cambios en el tema salarial porque les quieren bajar”, expone la presidente de Utraclaro, Yuli Higuera Nieto, al mencionar los temas que más aquejan a los empleados de Claro.
Los anteriores son algunos de los problemas que actualmente se discuten en la mesa de negociación entre el Utraclaro y la compañía de comunicaciones, para dar solución a un petitorio.

Esta empresa de comunicaciones, que desde junio pasado es fusión de Telmex Colombia y Comcel S.A., tiene 7.725 trabajadores que desarrollan funciones en las áreas administrativas, gestión humana, supervisores, contabilidad, ventas y servicios técnicos, entre otros. Todos cuentan con contratos a término indefinido.
Adicional a estos trabajadores, la empresa cuenta con alrededor de 20 mil tercerizados, muchos de los cuales a su vez también tercerizan. Aquellos que se ven en las calles ofreciendo los servicios de Claro, trabajan con un código para ingresar las ventas y muchas veces ellos subcontratan a cuatro o cinco personas más a quienes les dan un porcentaje por ventas. Esto genera amplias cadenas de personas que de esta manera obtienen algunos recursos.
“La empresa también cuenta con tercerizados que utiliza en las áreas técnicas, de extensión de redes, quienes están desde Telmex Colombia y Hogar, ellos venían de TV Cable y Cable Centro con una planta de trabajadores, y hace seis años se empezaron a tercerizar estas áreas. Lo mismo pasa con los Centros de Atención al Cliente, CAD, que uno ve y se llaman Claro, pero también tienen algún logo de otra empresa contratista”, explicó a VOZ Yuli Higuera Nieto.
Despidos
Actualmente, solo hay sindicalizados mil trabajadores en Utraclaro pertenecientes a Claro y otras empresas contratistas. De Claro hay 700 de las áreas servicio al cliente y comercial, y existen tres organizaciones más, con pocos afiliados.
“Hace dos años la empresa sacó un modelo que desmejoraba las condiciones de los empleados. Entonces el trabajador se ganaba por ejemplo, dos millones de pesos por ser consultor de servicios o atender al cliente en el CAD, ahora la empresa lo pone a ganarse un millón de salario y el otro millón por comisiones. Muchos no han aceptado esa condición y la empresa en diciembre despidió alrededor de 200 de ellos y en febrero, a otro tanto. Todos sin justa causa, y a otros los sacó con un acuerdo económico. Eso generó la creación de otros sindicatos quienes presentaron un pliego unificado”, comenta la dirigente sindical.
Baja de salarios
Utraclaro está en negociación desde el pasado 26 de julio, cuando presentó el petitorio con puntos como el aumento salarial, los aumentos en auxilios educativos como la educación superior de los trabajadores, pero principalmente la organización de los procesos disciplinarios, es decir, los parámetros para los llamados a descargos, sus respuestas y demás.
En este último punto, hay grandes distancias entre las partes, por lo que los trabajadores hacen movilizaciones y mítines como mecanismo de presión. También exigen la creación de una comisión que se reúna periódicamente a discutir asuntos laborales en búsqueda de soluciones.
Por su parte, la empresa, mediante un otrosí, busca bajar los salarios, una porción por fijo y otra por cumplimiento de metas. “Estás últimas son autónomas de la compañía, es decir, las puede subir cuando quiera, lo que ha generado que los trabajadores afronten descargos que están dejando despidos a diestra y siniestra”, comenta la presidenta de Utraclaro.
Al cierre de esta edición de VOZ las partes habían tenido tres reuniones en su proceso de negociación y les faltaba desarrollar otras tres para completar la etapa de arreglo directo. Sin embargo, la presidente del sindicato dice que Claro dilata la negociación para negociar el último día, y que al ser sindicatos minoritarios es muy difícil presionar para que no se ejecuten esas prácticas.
De no llegar a un acuerdo y ante el tamaño de los sindicatos, lo más posible es que el conflicto sea resuelto por un tribunal de arbitramento, lo que no es confiable para ellos porque: “Los tribunales históricamente no han sido nada beneficiosos para los trabajadores, al contrario, hay muchos en los que se han perdido derechos convencionales, ojalá no nos toque…”, concluye Yuli Higuera Nieto.