Estados Unidos – China

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El acuerdo comercial entre las dos potencias económicas es solo una tregua a corto plazo en la disputa por el control de la economía mundial. El gigante asiático aspira a ocupar el primer lugar en pocos años. Por el PIB ya ocupa el segundo puesto

Iván Posada Pedraza

El conflicto comercial entre Estados Unidos y China es apenas un capítulo en la lucha por la hegemonía entre estas dos potencias industriales. El enfrentamiento abarca muchos otros aspectos a saber: industrial, cibernético, inteligencia artificial e incluso militar. En efecto, El acuerdo parcial firmado por las partes la semana pasada solo resolvió algunas de las divergencias sobre aranceles, propiedad intelectual, subsidios, resolución de conflictos, etc., una pausa en una guerra de largo plazo.

Ganadores y perdedores

Hace más de un año Estados Unidos decidió unilateralmente aumentar el arancel para un limitado listado de productos chinos, pero luego la gama de bienes castigados cubría casi la totalidad de los bienes importados, arancel que en algunos renglones alcanzó hasta el 25 por ciento y como era de esperarse, Pekín procedió de la misma manera, gravando las mercancías norteamericanas que ingresaban a China.

Ante la crisis, las partes decidieron sentarse a negociar y se pusieron de acuerdo en unos mínimos. En lo esencial, Estados Unidos se compromete a reducir los aranceles impuestos a las mercancías chinas en los dos últimos años y China por su parte, adquirirá productos norteamericanos por valor de US200.000 mil millones representados en aviones, automóviles, equipo industrial, medicinas y productos agropecuarios, entre otros. Esta parte favorece a Estados Unidos porque contribuye a corregir el déficit comercial norteamericano con respecto al chino estimado en 370.000 millones de dólares.

Cambio de roles

Donald Trump llama al proteccionismo con el argumento que la economía norteamericana esta perdiendo puestos de trabajo por la disparidad en el comercio con China, pretende que elevando los aranceles a los bienes chinos puede revertir esta situación. Propone también que empresas norteamericanas que se desplazaron a China por menores costos en mano de obra, impuestos, etc., retornen al país. En efecto, hace varias décadas grandes empresas norteamericanas migraron a muchos otros países en busca de minimizar costos y aumentar rentabilidad. Por ejemplo, Chevrolet, Ford y otras empresas automotrices se trasladaron a Mexico,1 Colombia, Brasil y a muchos otros países con este propósito. Difícilmente ese proceso se va a revertir hoy día cuando otros productores de automóviles como Corea están presentes en un mercado tan competido. Si estas empresas retornaran a su país de origen, aumentarían los costos de producción y no podrían competir.

La otra cara de la estrategia de las maquilas es que la industria automotriz estadounidense se vino a pique y el centro automotriz que existió en Detroit, la llamada “Ciudad Motor”, literalmente desapareció y los trabajadores de estas fábricas migraron a otros sectores de la economía.

Tabla 1.
Tabla 2.

De acuerdo a las tablas 1 y 2, China continúa ocupando el segundo lugar en la economía mundial por el nivel del PIB. Pero el ritmo de crecimiento de la economía china (6.5 por ciento anual) es mucho mayor que el norteamericano (2.5 por ciento anual), con lo cual el gobierno chino estima que en unos 6 años podrá superar a Estados Unidos en este indicador.

Por otro lado, Estados Unidos tiene una deuda con China para financiar sus gastos, estimada en 1,13 billones de dólares en títulos o bonos norteamericanos, otro ingrediente en la guerra comercial de estas dos potencias. Si China decide colocar estos bonos en el mercado, crearía una gran crisis en el mercado financiero a nivel mundial.

De tal suerte que el acuerdo firmado está lejos de poner fin a las diferencias en comercio, aranceles, deuda pública, etc. Es una disputa a largo plazo por el primer puesto en la economía mundial.

1 Las maquilas. Las primeras empresas norteamericanas que migraron hacia países vecinos (México) fueron precisamente las automotrices.