En evidencia colusión de poderes contra Lula

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Luiz Inacio Lula da Silva.

Se derrumba operación Lava Jato

La idea que todo el mundo tenía en Brasil, de que el proceso de investigación conocido como Lava Jato, pese a que se cubría con un ropaje de lucha anticorrupción, era en el fondo un entramado político para apartar del poder a la presidenta Dilma Rousseff, impedir el regreso de Lula en unas elecciones frente a las cuales aparecía como el ganador indiscutible, y de paso golpear cualquier aspiración del candidato Fernando Haddad, se puso en evidencia la semana pasada, con las impactantes denuncias del medio periodístico The Intercept Brasil.

La publicación reveló el pasado 9 de junio, el contenido de varios mensajes de WhatsApp entre el juez Sergio Moro, en ese momento director del proceso contra el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva y el fiscal principal de la fuerza de tarea de Lava Jato, Deltan Dallagnol, en la que Moro sugiere a los fiscales alterar el orden de las frases del proceso Lava Jato, para implicar a Lula, en un proceso que se caracterizaba por la debilidad, si no la ausencia de pruebas que lo comprometieran.

El seguimiento a las conversaciones interceptadas muestra que el juez y los fiscales coordinaron acciones para perjudicar a Lula. Hay conversaciones en que los fiscales manifiestan su malestar por la falta de pruebas. Se pone en evidencia la trama para sacar a Lula de la competencia electoral y convertir a Jair Bolsonaro en presidente de la república. De plano queda ante la opinión pública la esencia inconstitucional de la llamada Operación Lava Jato, que se ha derrumbado y la conspiración contra los gobiernos del Partido de los Trabajadores y contra la democracia brasileña misma.

El 12 de junio, The Intercept publicó nuevas conversaciones y se estima que vendrán otras para corroborar una verdadera empresa criminal contra los dirigentes de la izquierda brasileña. El mismo día en que se conocieron los audios, el ministro del Supremo Tribunal Federal, Marco Aurelio Mello dijo: “La equidistancia de la Justicia, que tiene que ser absoluta, fue puesta en duda por el exjuez Sergio Moro y el Procurador Deltan Dallagnol”. Otro miembro del tribunal dijo que “un juez no puede dirigir a un Procurador”.

Entre tanto, en Brasil crecen las voces de quienes reclaman la libertad inmediata de Lula da Silva y exigen la renuncia de Moro, actual ministro de Justicia. Sin embargo, un día después del escándalo, el presidente Bolsonaro asistió a una ceremonia en la que condecoró a Moro por sus servicios prestados a la nación.