Exigen justicia para desfalcadores de Reficar

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Panorámica de la Refi nería de Cartagena. Foto Reficar.

Lo que se ha considerado un caso de corrupción más grave que Odebrecht, hasta el momento no ha dejado condenas ejemplares

Libardo Muñoz

El anuncio de imputación de cargos y de la apertura del juicio fiscal por el más grande desfalco cometido contra la nación, en el montaje de la Refinería de Cartagena, Reficar, produjo una reacción comunitaria de respaldo a la justicia, en diferentes ámbitos de opinión de la capital de Bolívar y del departamento.

Desde el estallido del escándalo de Reficar, la comunidad cartagenera tiene claro que el país está ante el más grande detrimento al Estado, cometido por corruptos pertenecientes a los círculos del poder oligárquico, amparados y confiados en la impunidad en que cabalgan el país, el uribismo y sus instrumentos del paramilitarismo.

Más grave que Odebrecht

Para la Unión Sindical Obrera, USO, el desfalco de Reficar es mucho más grave que lo ocurrido con Odebrecht, pero los medios al servicio de la corrupción trataron de ocultarlo, hasta cuando ya no pudieron más en la protección de los nombres de los implicados en la pérdida de más de 2 mil 400 millones de dólares.

Las primeras imputaciones son contra los colombianos Reyes Reynoso, Orlando Cabrales, Felipe Laverde y Pedro Rosales. En cuanto a implicados extranjeros figuran Masoud Deidehban; Philip Kent y Robert Mats, de Chicago Bridge And Iron, CB&I.

La Contraloría General de la Nación, CGN, precisó que hay personajes de “más peso” en este desfalco a la Nación en el que se abolieron controles hasta crear un gran “cheque en blanco” a la red de corrupción dentro de Reficar.

Un testigo protegido

Los pagos dobles de facturación son los casos menos graves, comparados con el resto de una verdadera orgía de dólares dilapidados con modificación de facturas multimillonarias.

Nicolás Isaksson Palacios es un abogado que entró a Reficar en 2008, se encuentra en Corea y dispone de una documentación clave sobre el gran desfalco. Isaksson era del equipo legal de la Refinería, antes de salir hizo copias de todos los documentos, incluidos los correos que se cruzaban desde Colombia con la firma CB&I, empresa contratada de la obra.

Isaksson reveló que en Reficar hubo “maquillaje” de la contabilidad para inventar utilidades falsas, tiene copias de las órdenes que recibió para levantar los controles de los pagos a CB&I, lo que permitió que cobraran a su antojo.

Por su colaboración, a Isaksson le van a ofrecer beneficios judiciales, pues todo lo revelado por él ha sido de gran importancia. Hay fiscales colombianos desplazados a Corea y de acuerdo con sus declaraciones, “van a aparecer nuevos personajes que se creían ocultos”.

Los sobrecostos de Reficar se calculan en 610 mil millones de pesos. La CGN imputará cargos por 2 mil 400 millones de dólares (5 billones de pesos) calculando el daño fiscal comprobado entre 2011 y 2015.

La Refinería de Cartagena se planeó por 3.777 millones de dólares pero terminó costando más de 8 mil 300 millones de dólares.

Además, revela la CGN, la Nación tendría que hacerse cargo de 4 mil millones de dólares por intereses de la deuda adquirida para el montaje del proyecto. La Refinería de Cartagena, escenario del grave desfalco jamás visto por sus proporciones megamillonarias, comenzó a operar con retraso, lo que causó un lucro cesante de 1.936 millones de dólares.

La USO-Cartagena denunció que Reficar nunca ha llegado al 100% de su capacidad, y que no sólo hay un desfalco en los costos sobrefacturados, sino que se emplearon materiales obsoletos y de segunda mano.

Cartagena, como es fácil deducir, es una ciudad escogida por la corrupción del Estado neoliberal, montado sobre una narco-democracia criminal para los grandes negocios de una minoría de pillos que se enriquecen con dinero público.

Alcaldes impresentables, funcionarios y concejales detenidos, hoy en espera de juicios de responsabilidad por cohecho y asociación para delinquir, son ya una sucesión casi diaria en algunos medios, que no han podido ocultar lo que está sucediendo en Cartagena.