La administración de la UPN rechazó la intención del alcalde de la capital de intervenir la institución, ante los acontecimientos de violencia que se presentaron, al tiempo que llamó a la comunidad a defenderla como territorio de debate y paz
Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada
La Universidad Pedagógica Nacional ha sido protagonista desde siempre de acontecimientos ligados a la movilización universitaria en defensa de la educación pública financiada por el Estado, como los mismos estudiantes argumentan y, de elaboración académica, y por otro lado, de acciones de protesta que han terminado en hechos violentos, de donde grandes medios de comunicación han aprovechado con el ánimo de invisibilizar los procesos internos que dan ejemplo de construcción colectiva de universidad que hoy cuenta con cerca de 10 mil estudiantes.
VOZ dialogó con Jorge Virviescas, quien fuera en su época de pregrado representante de los estudiantes ante el Consejo Académico y hoy, de los egresados ante el Consejo Superior Universitario. Comenta que efectivamente desde el mes de febrero se han realizado algunas protestas, todas de diferente índole. Una de ellas, explica, fue un pupitrazo que terminó en confrontación con la policía, pero el objeto de la manifestación era el alza de las tarifas de Transmilenio, promovidas por la actual administración de Enrique Peñaloza.
Debate abierto sobre la universidad
Comenta que, incluso la universidad ha ayudado a mediar entre la fuerza pública y los estudiantes y, que desde el año pasado existían otras manifestaciones que tenían que ver con el rechazo de la comunidad al programa de Ser Pilo Paga y, por otro lado, por algunas reformas al estatuto académico. “La reforma al estatuto se da después de un proceso de dos años y de largas discusiones, se quería aprobar en el mes de diciembre en el CSU, pero nosotros como representación de los egresados y de los estudiantes solicitamos que se diera una discusión más profunda. Entones, se estableció un cronograma donde, en una jornada pedagógica de los diferentes estamentos, pudieran presentar sus inquietudes y concluir en una audiencia pública con el Consejo Superior. Este calendario se dio, se realizó una jornada pedagógica con participación de los diferentes estamentos, pero la audiencia pública no se dio, pues no llegaron documentos de insumo. El CSU dio por terminado el proceso de debate y aprobó el estatuto académico en una sesión hace 15 días y se vienen haciendo reformas en el tema del Estatuto Orgánico del Estatuto General de la universidad”.
Según afirma, las reformas tienen que ver con un ejercicio democrático al vincular a todos los estamentos de la institución en la modernización de esta y del fortalecimiento en su visión misional, la movilidad académica, la doble titulación, en su plan de gestión. Cosas que según plantea, “poco se dan de manera democrática en otras instituciones”.
UPN territorio de paz para el debate
En el transcurso de este mes se han presentado algunas manifestaciones que han ocasionado revuelo en los grandes medios y por ende en la opinión pública. Una de ellas tuvo que ver con la jornada electoral del pasado 11 de marzo, “las últimas protestas donde hubo confrontaciones con la policía que, como repito se dieron en el marco de la jornada electoral, la alcaldía mayor de Bogotá en cabeza del alcalde, intentó amenazar a la universidad y chantajear a su comunidad diciendo que se podría intervenir la universidad”. Se refiere a los hechos en los que, en medio de una manifestación el pasado seis de marzo, tres personas salieron heridas luego de que un artefacto explosivo detonara al interior del campus. Los heridos fueron remitidas a la Clínica Simón Bolívar, con apoyo de la Personería Distrital.
Financiación más que intervención
El representante afirma que todos los estamentos rechazaron estos hechos, y se llamó a utilizar otros métodos para debatir al interior de la UPN. Así mismo, comentó que rechazaron igualmente los señalamientos y la intención de la administración distrital de intervenir la universidad. El mismo rector, Adolfo León Atehortúa, se refirió a las intenciones de Enrique Peñalosa de intervenir la universidad, por lo que el rector contesto: “La única manera en la que permitiremos que se intervenga en la universidad será para que le inyecten recursos públicos para su financiación”. Según la comunidad académica la alcaldada constituiría una real violación a la autonomía universitaria.
Así lo afirmó Virviescas: “Nosotros desde los diferentes estamentos, rechazamos cualquier intento de vulnerar la autonomía universitaria que significaría que la fuerza pública accediera a la universidad, pasando por encima del rector. El CSU, dos días después de las declaraciones del alcalde, y por unanimidad, rechazó esta situación, incluso sacó un comunicado donde se manifiesta este punto de vista que también recoge la opinión de la delegada del presidente de la república. Porque aquí hay un gobierno universitario que se debe respetar”. Asegura que no niegan el que la fuerza pública haga lo suyo, se adelanten las investigaciones, se hagan operativos de control, pero por fuera del alma máter.
Por otra parte, y como se ha acostumbrado en los últimos tiempos, en el conjunto de los diferentes ámbitos de la comunidad universitaria, “se ha definido mantener el debate de la autonomía universitaria y particularmente, frente a las confrontaciones y disturbios que ha habido en la universidad, se ha hecho un llamado en cabeza incluso del mismo rector y los diferentes estamentos para favorecer la reflexión en los grupos estudiantiles o algunos grupos que no tenemos certeza de que sean estudiantes de la universidad, a generar otro tipo de espacios con mayor convocatoria, y debate con serenidad, con propuestas como lo deben hacer los maestros”. Comenta Virviescas asegurando que parte de ese llamado es la manifestación simbólica del rector Atehortúa, de 12 horas de ayuno y silencio, por la paz y la convivencia en la UPN”
El llamado desde el conjunto de la comunidad académica que se liga a la manifestación simbólica del rector, es a continuar los espacios deliberativos por la defensa de la universidad, exigiendo presupuestos dignos, su modernización y el respeto por la democracia interna y la autonomía universitaria.
