“Si no existió reunión para Andrade, tampoco para mí”: David Ravelo  

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David Ravelo Crespo estuvo siete años en prisión. Foto VOZ.

La Corte Suprema de Justicia declaró inocente al exsenador Arístides Andrade por paramilitarismo y con ello a David Ravelo

Hernán Camacho
@camachohernan 

En el proceso por homicidio en que fue acusado Andrade no estuvo solo, a su lado, fue acusado el dirigente de derechos humanos David Ravelo Crespo, con los mismos testimonios, las mismas pruebas y la misma acusación que hoy el máximo tribunal penal desmonta.

“Desde el primer día de la detención logramos acumular y sistematizar todo tipo de irregularidades jurídicas y procedimentales que condujeron a que yo fuera condenado por supuestamente ser paramilitar y ordenar un crimen, nada más contraevidente pues mi trabajo ha estado ligado a la defensa de los derechos humanos y a la denuncia de las violaciones atroces que cometen los grupos paramilitares”, le dijo a VOZ David Ravelo.

Primera instancia

Las denuncias infundadas por la Fiscalía señalaban a Ravelo y Andrade como determinadores de un homicidio a expensas del bloque paramilitar que ejercía su poder en la región del Magdalena Medio. La Corte Suprema en su fallo desconoció las acusaciones de la Fiscalía, fundadas en testimonios falsos. En derecho, lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Por eso, asegura Ravelo: “Si la reunión no existió para Arístides Andrade, tampoco existió para mí”.

Según el fallo de la Corte Suprema de Justicia los testigos en contra de Ravelo y Andrade, no fueron capaces de establecer la fecha exacta de la reunión, se contradijeron cuando fueron presentados en ese Tribunal para confirmar lo dicho en primera instancia y a partir de allí se estableció el entramado ilegal que acompañó ese proceso.

“No hay prueba para acusarnos de la reunión, tan es así que la Fiscalía General en su afán por acusar y presionar nuestra condena acudió a testigos irregulares, incluso menores de edad o testigos que a la postre resultaron fácilmente contradictorios en sus declaraciones”, explicó David Ravelo.

Cartel de testigos

Los testigos usados por la Fiscalía resultaron involucrados en lo que se investiga como el cartel de testigos. Hoy, producto de esas declaraciones la justicia adelanta juicios por fraude procesal en modalidad de falso testimonio.

Mario Jaime Mejía, alias el Panadero, un reconocido paramilitar, está en juicio en Bucaramanga acusado de fraude procesal por falso testimonio. Fredy Sánchez Carreño, otro de los testigos estrella usados por la Fiscalía para sustentar la acusación, afronta un juicio en el juzgado 5 de conocimiento en Bogotá con audiencia el próximo 10 de mayo. En ese juicio, David Ravelo ya fue reconocido víctima.

Fiscal sancionado

Pero no solo los testigos fueron falsos, los funcionarios de la Rama a cargo del proceso cometieron irregularidades de bulto. “El fiscal que nos acusa en primera instancia no tenía las facultades legales para ejercer ese cargo puesto que sobre sus hombros se cargaba una sanción disciplinaria emitida por la Procuraduría General de la Nación, debido a su supuesta participación en la desaparición del joven Gustavo Parra. Pero además, ese fiscal fue condenado por la Justicia Penal Militar en el mismo caso de desaparición. Aun así, la Fiscalía lo nombró para que fuera mi acusador”, explica Ravelo.

La ley estatutaria de la justicia señala que quien haya sido condenado disciplinariamente o penalmente no podrá ejercer cargo público en la rama judicial. Y advierte, Ravelo: “Un violador de derechos humanos condenado estaba investigando a un defensor de derechos humanos”.

Otro de los enredos de la justicia en el caso Andrade y Ravelo corre por cuenta de Francisco Pérez Cabrera quien en 1985 asesinó a Manuel Gustavo Chacón, compañero de lucha de Ravelo. El juez que condenó a Cabrera compulsó copias para que fuera investigado el mando superior de este, Jairo Medina, un teniente de Fragata de la Armada Nacional, pero no pasó nada. Un tiempo después, las Fuerzas militares destituyeron a Medina por indebidos manejos administrativos, y Medina pasó de ser un marinero expulsado de las fuerzas militares a investigador estrella de la Fiscalía.

Todo planeado

“No es una coincidencia que yo fuera compañero de lucha con Manuel y este fuera asesinado a manos de un miembro de la Armada Nacional y que luego el superior inmediato del asesino se convierta en investigador en mi contra. Un fiscal sin competencia y un investigador cuestionado por corrupto y asesino me iniciaron el proceso. Eso no es una fatal coincidencia.  Los une la obsesión de perseguir a defensores de derechos humanos desde tiempo atrás. Eso es una vergüenza”.

Y como si fuera poco, la juez de primera instancia del caso Ravelo fue removida inesperadamente del caso para nombrar a Duperli Isolina Riaño Aceras. Una juez temporal que cambió el curso del proceso y le dio credibilidad a la débil acusación. Riaño condenó a 18 años a Ravelo sin contrastar testimonio y sin tener en cuenta los argumentos de la defensa. “A esa juez, después de mi condena la nombraron en provisionalidad en Barrancabermeja. A mi juicio esa señora prevaricó” indica Ravelo.

Con una condena en primera instancia, el proceso fue trasladado a Bogotá, por orden del Fiscal General de la época, Mario Iguarán, cuestionado por supuestamente haber sido nombrado para beneficiar los casos judiciales del paramilitarismo y la parapolítica bajo el gobierno Uribe.  Afirma David Ravelo, es que todas esas diligencias de traslados, cambios de jueces, fiscales y demás, son prueba de un plan orquestado por el jefe paramilitar Julián Bolívar.

El fondo de todo

El Bloque Magdalena Medio de las Autodefensas planeó atentar contra la vida de Ravelo, fallando en tres ocasiones gracias a los dispositivos de seguridad del dirigente social y por las advertencias que recibía que le permitían a David resguardarse. Tras no poder finiquitar su muerte la decisión del paramilitarismo fue involucrarlo en un proceso judicial que le dejó una condena de 18 años a pesar de las ilegalidades de bulto.

“Toda la vida estuve vinculado al movimiento social de Barrancabermeja como dirigente del Partido Comunista Colombiano y de la Unión Patriótica, y denunciamos las atrocidades del paramilitarismo en la región. Pero puntualmente todo nace el 7 de junio de 2007 cuando el periodista Germán Reyes, del Miami Herald, me llamó a la oficina para mostrarme que en su poder tenía un video en que aparece el presidente Álvaro Uribe Vélez en una reunión con reconocidos paramilitares, que hasta ese momento nadie había querido denunciar y le dije que me hiciera llegar el video y empezamos a investigar la credibilidad del video y de la reunión. Yo denuncié ese hecho. Desde ese momento me cayó el poder del estado y fueron los primeros atentados en que salgo vivo por advertencia de la MAP OEA”, atribuye Ravelo, como el origen de la persecución en su contra.

Hoy David Ravelo tiene en su mano una sentencia de la Corte Suprema de Justicia con más de cien páginas, en la que se relata con detalle la injusticia a la que fueron sometidos Andrade y él por más de una década. “Siempre supe que llegaría un día en que esta infamia se caería”.