Fanny Sanín: La invisibilización histórica

0
4256
Foto tomada de: WWW.fannysanin.com/home/biography-awards-and-honors/

Nidia Jaidivi Colorado García

La invisibilización de las mujeres es un tema recurrente en la actualidad de los espacios académicos, en las discusiones universitarias se ha hecho obvia la ausencia permanente de las mujeres en los referentes teóricos de siglos anteriores incluyendo el siglo XX. En términos muy generales, se entiende que la mujer ha sido invisibilizada y excluida de los registros de diferentes dimensiones de la vida social, consecuencia de una estructura dominante a la que se le ha llamado patriarcado. El patriarcado logra despojar a la mujer del acumulado cultural, la inhibe de sus propias capacidades, por ejemplo: políticas, críticas y de liderazgo, inclusive la exclusión se enfatiza en espacios de dirección, mando o en lo que concierne a la proyección colectiva de la sociedad. En este orden se observan múltiples desarrollos y consecuencias de una sociedad hegemónica, especialmente desfavorables para la situación de la mujer, debido a que centra su participación en la sociedad como un complemento de otro rol, como lo es el de ser hombre.

Las mujeres en el arte

En este artículo se profundiza en la historia del arte para conocer las formas como se presenta la invisibilización en la práctica historiográfica de esta disciplina. La historia del arte a través del tiempo ha construido un sujeto canónico, según varios estudios de la historia del arte con perspectiva de género, un sujeto canon en el que predominan características como las de ser blanco, heterosexual, burgués y occidental.

El canon histórico es en sí mismo la columna vertebral en la que se sustentan las narraciones emblemáticas de las vanguardias del arte, resaltando en sus apreciaciones históricas a un 95 por ciento de artistas hombres, quienes generalmente son hombres concebidos como genios artistas de gran capacidad plástica y de unas especiales cualidades en sus obras. Evidentemente, existen grandes obras en la pintura, la escultura, el dibujo entre otras prácticas artísticas que han sido hechas por hombres, sin embargo es claro que los hombres han sido poseedores del conocimiento tanto académico como práctico de las Bellas Artes. Por ejemplo, son los hombres quienes podían en el pasado firmar y titular las obras, es decir, eran quienes tenían derecho al reconocimiento de la autoría de las obras de arte, las mujeres por lo general aparecen como anónimas o bajo la custodia de un taller de artistas.

La academia como logro

Este linaje paterno, como es conocida la tradición del conocimiento heredado de hombres a otros hombres, coartó inicialmente la participación de las mujeres en las escuelas de arte, posteriormente, cuando se les permitió su inscripción, se les excluyó de algunas clases como la clase de desnudo y también padecieron el aislamiento en géneros pictóricos como el género retrato y el género histórico, coincidencialmente los dos géneros eran los que mayor demanda laboral representaban para los artistas del siglo XVIII Y XIX.

La mujer artista obtiene de manera progresiva un lugar en la práctica plástica, logrando el acceso a la academia, lo cual no significó que conformara el sujeto canónico de la historia del arte de forma inmediata. La historia es su mayor conquista en términos de igualdad y de equidad, porque la historia representa una inmortalización de su obra y de su nombre, un lugar que en la antigüedad era exclusivo de los hombres artistas. Ganar ese espacio en la historia del arte ha significado siglos de lucha de la mujer artista demostrando a través de su obra que una mujer posee las mismas capacidades artísticas y estéticas que un hombre y en ese sentido debe ser parte de los mismos lugares históricos que han ocupado los hombres durante milenios.

Han sido muchas las mujeres que han tratado de obtener una posición histórica en el campo de las Bellas Artes, si se habla de un contexto nacional una de las artistas a la que le ha costado destacarse ha sido Fanny Sanín, una artista colombiana de abstracción geométrica, graduada de la universidad de los Andes en los años 60. Actualmente vive en New York y posee un gran reconocimiento estético por ser la creadora de una obra perfectamente lograda, una obra concreta y coherente con los principios de la abstracción geométrica.

Reconocimiento histórico

La discusión con Fanny Sanín gira alrededor del reconocimiento histórico tardío de la artista a pesar de las seis décadas de producción de la maestra Sanín. Ella es un artista que surge en el tiempo de esplendor de artistas de abstracción geométrica como Edgar Negret, Eduardo Ramírez Villamizar y Omar Rayo entre otros hombres artistas de abstracción geométrica muy conocidos en la década de los 70. Sin embargo Fanny Sanín es una artista de la cual se ha omitido, un desarrollo historiográfico que de cuenta de su vinculación con el grupo de artistas y ante todo que la posicione como una de las grandes pintoras de abstracción geométrica que ha dado nuestro país. Su obra es testimonio de las potencialidades artísticas que poseen las mujeres en Colombia e igualmente del gran esfuerzo profesional que deben desarrollar quienes como ella, han llegado a reconocimientos estéticos e históricos importantes.