José Ramón Llanos
Entre el 1 y el 7 de julio se desarrolló el 14 Festival Internacional de Cine de Gibara, FICG, en Cuba. El Festival se inicia con un desfile en el cual participa la ciudadanía gibareña, en el evento desfilan los directores, actores, artistas músicos y personalidades invitadas. Fueron invitados Charlie García y Silvio Rodríguez.
Alocución de Jorge Perugorría
El municipio de Gibara está situado a 36 kilómetros de Holguín, al oriente de Cuba. La población tiene una superficie de 630 kilómetros y aproximadamente 75 mil habitantes.
El presidente del Festival, Jorge Perugorría, en breve alocución destacó: “Desde hace tres años estamos trabajando acá en el Festival, y es difícil no emocionarse cada vez que bajamos y desfilamos junto a los gibareños por esas calles de Gibara. A mi mente lo primero que viene cuando bajo siempre son recuerdos de Humberto, que está aquí entre nosotros. Y esa magia y ese sentimiento no hacen otra cosa que comprometernos a seguir trabajando para que este Festival siga creciendo. Y siga el camino que nos marcó Humberto Solás”.
En efecto, Humberto Solás, inició el FICGibara con el nombre de Festival Internacional de Cine Pobre, en el año 2003. Las películas concursantes debían ser financiadas con un presupuesto máximo de 300 mil dólares.
Lucía y Memorias del subdesarrollo
En el panel De Cannes Classic a Gibara: Lucía y Memorias del Subdesarrollo, los cineastas Sergio Benvenuto Solás, Mirta Ibarra, Eslinda Núñez y los críticos de cine Rafael Grillo y Enrique González, debatieron sobre el significado y el rol de esos filmes para el desarrollo y los imaginarios del cine isleño. Sergio Benvenuto conceptuó: “Es sumamente interesante que han sido hechas en 1968. Desde mi punto de vista hay montones de aristas para analizar esto, pero hay algo muy interesante: Memorias… de alguna manera es la película contemporánea que marca todo el cine cubano y aun no pierde su contemporaneidad, increíble que cincuenta años después la puedas ver y está hablando de hoy; y Lucía inicia ese cine histórico que el cine cubano ha hecho, y en que en muchas ocasiones aborda la contemporaneidad desde la historia”.1
“Estas películas no salen, afirma el crítico Rafael Grillo, de la nada, yo siento que había un proceso de evolución en el proceso revolucionario cubano que tiene ahí su momento de expresión máxima, su momento de conflicto. En ambos filmes está la relación entre el individuo y sus circunstancias, entre el pasado y el futuro, eso es inevitable que aparezca en los tres cuentos de Lucía. Cuando pienso en ella reflexiono sobre la intemporalidad del mito. Las tres Lucías están ahora mismo en la realidad cubana”.2
El periodista Antonio González leyó un texto en el panel, que entre otras cuestiones afirmó: “…además de significar un importante y provocador hito en cuestiones de estructura fílmica para la ficción cubana de entonces y de ahora, Memorias del subdesarrollo resulta destilación de una curiosidad intelectual manifestada por su director Tomás Gutiérrez Alea, en cintas previas como Las doce sillas y posteriores como Fresa y chocolate, hacia una de las otredades menos representadas en la fílmica insular de entonces, incluso de ahora”. Para el público en general, especialmente los más jóvenes, la restauración de las dos cintas Memorias del subdesarrollo y Lucía, significan la oportunidad de ver las películas que se filmaban en los inicios de la revolución, además, poder comparar lo que hacían dos directores emblemáticos Tomás Gutiérrez Alea y Humberto Solás, padres del cine cubano revolucionario.
Las obras premiadas
Entre las decenas de películas de corto y largometraje, documentales y guiones en el Festival Internacional de Gibara, los jurados adjudicaron los siguientes premios:
El premio Lucia al mejor cortometraje de ficción fue otorgado a La Suerte del Salao, de los colombianos Felipe Holguín y Diego Cañizal; en esta categoría se premió a la película francesa Paso a paso, de Grand Corp Malave y Mehdi Mir; el premio especial del jurado fue para Casting de Nicolas Wackerbarth, realmente la película es un homenaje al conocido filme alemán Las Amargas Lágrimas de von Kant, de Reiner Werner Fassbinder de 1972, pero esta versión constituye una reformulación desde una visión contemporánea.
En la categoría de cine en construcción y guiones inéditos los galardonados fueron: El largo metraje documental Órgano al Ritmo del Son Molío de la cubana Rosa María Rodríguez Pupo; el cubano Carlos Díaz Lechuga resultó ganador por su guion inédito Guanajay.
También fue premiado el cortometraje documental Out About, de Koen Suidgeest de los Países Bajos, el film presenta los conflictos de los adultos emigrantes relacionado con sus hijos homosexuales.
El premio al largo metraje documental lo recibió Kumu Hina de los estadunidenses Dean Hamer y Joe Wilson.
En la categoría animación y videoarte se concedió una mención al animado cubano Los dos Príncipes, de Yemly Cruz y Adanoe Lima. Y una mención especial al documental El Monte, de Claudia Claremi.
En la categoría cortometrajes documentales cubanos fue galardonado Mujeres… de la basura al bienestar de Lizette Vila e Ingrid León.
El público premió el largometraje cubano de ficción Sergio y Serguéi, de Ernesto Daranas; este filme había sido premiado con el Coral en el anterior Festival de La Habana.
El actor Peter Paul Muller fue galardonado por su actuación en el largo- metraje Bram Fischer del director Jean van de Velde una película coproducida por Sudáfrica y los Países Bajos. La mejor actriz fue considerada Noelia Campos protagonista del largometraje Los Modernos de los uruguayos Mauro Sarser y Marcela Matta.
El día de la premiación se presentaron los filmes Mario, Kike y David de Miguel Lafuente, El Jugador de Ajedrez de Luis Oliveros, Una noche de Calypso de Fernando Muñoz, Cosplayer, de Orlando Mora, Café y Tabaco, de Natalia Fabre y Fernando Sáenz, Al que no le guste que no mire, de María José Martínez.
Destacamos que en el certamen se presentó la película colombiana Lola… Drones vende rosas violentas… con algo de futuro dirigida por Giovanny Patiño. Resaltamos que Giovanny Patiño fue actor en las películas Rodrigo D: no futuro y La vendedora de rosas, dirigidas por Víctor Gaviria. En una entrevista el director de Lola…drones se presentó así: “un hombre arrullado por las prostitutas del ambiente en que me crié. A mí me cobijó el vicio. Afortunadamente, al contrario de muchos que se quedaron en el camino, seguí ahí convirtiéndome en un líder que ellos mismos crearon. Porque desde niño aprendí a abrazar a la gente marginada”3. La película impactó positivamente a los espectadores del teatro Jibá.
- Gaceta de Gibara. Julio 5.
- Ibid.
- La Gaceta de Gibara, junio 6 de 2018.