Un artista technicolor que comprendió que “la música en sí era un lenguaje infinito” y que cada época va marcada con una estética propia, una puesta en escena de su tiempo. El cantautor argentino se presenta el lunes 1 de julio en el Escenario Plaza a las 8:20 p.m.
Carolina Tejada
@carolltejada
Músico, compositor y poeta nacido en Rosario, Argentina, en 1963. En varias entrevistas, Fito habla de las épocas que marcaron el rock Latinoamericano, y no duda en afirmar que la suya, la que moldeó su carácter musical, estuvo marcada por Charly García y Luis Alberto “El Flaco” Spinetta. Ellos desataron corset en su vida, “más allá del aspecto épico de la idea de la revolución o la libertad”, le ayudaron a trascender como persona.
Esa época también representó nuevas geometrías musicales marcadas por la bota militar, por contenidos poco comprendidos por una derecha reaccionaria, poco ilustrada, que jamás entendió la profundidad de sus letras. Y, ligado a ello, una generación que se volcó a lo critico y antisistémico.
Su herencia y legado musical
Un día, en el colegio, una maestra le pide que lea un poema y Fito lee la versión de Charly García de “El Fantasma de Canterville”. Con el tiempo, no solo este poema fue referente, “los inocentes son los culpables, dice su señoría, el Rey de espadas”, este apartado es una metáfora de un texto de Lewis Carroll, en el libro Alicia en el País de las Maravillas, con el cual Charly se refería a la dictadura militar y a Jorge Rafael Videla. Este formato musical, que lleva a adecuar textos literarios a la letra de sus canciones, es parte de la herencia de sus mayores influenciadores.
En 1979 formó “Neolalia”, más adelante fue llamado para ser parte de la mejor banda de rock de Rosario: “El Banquete”, integrada además, por Rubén Goldín, Silvina Garré, Daniel Tuerto Wirzt, Sergio Sainz y José Zappo Aguilera. A sus 19 años, es convocado por Charly García, para hacer parte de su banda como reemplazo de Andrés Calamaro, oportunidad que no desaprovechó.
Carrera como solista
En la década de los ochenta, inició como solista, siendo la emblemática canción “Ciudad de pobres corazones” la que puso en auge su carrera. En los noventa, lanzó “El amor después del amor”, su séptimo álbum el cual más adelante sería su mayor éxito en ventas. En 1994 salió al mercado “Circo Beat”, que llegó a ser el segundo disco más vendido en Argentina durante 1995.
En 1998 editó “Enemigos íntimos”, junto a Joaquín Sabina cuyo éxito principal fue la recordada canción “Llueve sobre mojado”. Con “Abre”, estuvo nominado al premio Grammy como mejor álbum de rock latino alternativo. “Naturaleza sangre” llega en 2003 y cuenta con la presencia de músicos como Spinetta, Charly García y Rita Lee, un disco dedicado al poeta Juan Gelman. Finalmente, vuelve al rin musical en el 2006 con el LP: “El mundo cabe en una canción”.
Lenguaje infinito
“No pertenezco a ningún ismo”, afirma en su canción “Al lado del camino”. Aunque ha asegurado en varias entrevistas que le gusta reflexionar y activarse por las causas sociales. Es ese elemento de la crítica social que le permite dejar tatuajes en la historia del rock latino.
Su reciente álbum “La Ciudad Liberada”, lanzado en 2017, da a conocer que a sus 50 años de vida musical, es uno de los artistas más inspiradores del continente. Así lo demuestra en la letras de sus canciones, “Islamabad” es una de ellas “Oíste hablar de los desaparecidos. No son fantasmas, ni zombies. Son gente cuyas familias, después de tanto tiempo, aún no saben dónde están, nunca serán beautiful people”.
En medio de un mundo de “streaming”, Fito se pone en escena con una producción de 15 canciones, revelando a la luz su contemporaneidad y su herencia del rock crítico que genera inspiración para unas generaciones que, como las de Charly y Spinetta, irrumpieron para quedarse en la memoria de resistencia de un continente. Eso representa, Aleluya al sol, como oda a la lucha de las mujeres por sus derechos:
Chicas en América,
En la cruz del sur, estallaron la revolución
Todo el mundo en las plazas con banderas gritan
Que no haya ni una menos. Crimen no es pasión
Ajústate el cinturón, hoy es la vida que se abre paso