El FMI y Macri: Miseria para el pueblo, bonanza para los bancos

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Protestas de argentinos contra las políticas de Macri.

José Ramón Llanos

Que la burguesía solo puede gobernar manipulando y con falsas promesas, lo demuestra Mauricio Macri en Argentina, donde está desarrollando una política económica-social diferente a la que prometió durante su campaña electoral.

Para que el lector tenga una mejor perspectiva del país, recuerde los siguientes datos geográficos. Argentina tiene una superficie de 3.761.274 kms cuadrados; tiene 42,250.600 habitantes.

Mauricio Macri recibió un país manejado con una estrategia económica autónoma, soberana, sin injerencia  del Fondo Monetaria Internacional FMI, y terminó entregando su política económica a las orientaciones de esta institución, caracterizada por su política, casi única, de restricciones y reducción de los presupuestos de salud, educación, cultura y hasta obras públicas. Esta política está complementada con la elevación de la edad de jubilación, disminución de las pensiones, congelación de salarios y eliminación de subsidios a los sectores marginados y de bajísimos ingresos.

La estrategia antisocial

Para lograr esta estrategia de austeridad y de miseria social, el FMI le condicionó un préstamo salvavidas de 57 mil millones dólares al gobierno de Mauricio Macri, a la aprobación de un Presupuesto de cero déficit para el año 2019.

Los sectores progresistas, el Partido Comunista, el sindicalismo y sectores avanzados del peronismo, conociendo los efectos sociales catastróficos de un presupuesto de esta naturaleza, han organizado masivas movilizaciones del pueblo argentino para motivar al parlamento a no aprobar este presupuesto miserable. Para impedir que los manifestantes no se aproximaran demasiado al recinto parlamentario, las calles que dan acceso a esta institución fueron militarizadas.

La estrategia del terror no arredró al movimiento social, pero lo que en Colombia llamamos mermelada, lubricó las rodillas de algunos peronistas y Macri logró que el parlamento le aprobara el presupuesto prácticamente elaborado por el FMI. Como prueba del sometimiento total del Gobierno argentino al FMI, Macri aceptó que un equipo de ese organismo tenga presencia permanente en el Ministerio de Hacienda del país.

Los datos de la crisis

La llegada de Mauricio Macri a la presidencia de Argentina significó la imposición del modelo económico neoliberal a un país que tenía más de veinte años de partidos que gobernaron mediante políticas autónomas, ajenas a la imposición del Fondo Monetario Internacional. Los resultados de la política económica de Macri condujeron al país a una situación tan grave que el peso se devaluó en un 50 por ciento; la tasa de interés es de 60 por ciento; del avance de más de cinco mil millones de dólares que le hiciera el FMI, ya el gobierno tuvo que gastar el 48 por ciento. Sin embargo, la devaluación del peso sigue su marcha imparable, con lo cual la deuda en dólares crece aún más.

La política económica de Macri está destruyendo la industria, tan aceleradamente que ya ha destruido 107.300 puestos de trabajo o sea el 8.5 por ciento del empleo que existía al momento de asumir la presidencia.

La crisis de la industria es consecuencia de una inflación de 40,5 por ciento, alimentada entre factores por el excesivo aumento de los servicios públicos, agua, energía, teléfonos, la depreciación del peso La inflación a su vez disminuyó la capacidad de consumo de los hogares y finalmente este afectó el comercio y la producción industrial y el aumento de los despidos en estos dos sectores de la economía.

El presupuesto aprobado 2019

Del total de los meses de gobierno de Macrí, durante 32 meses hubo pérdida de empleo, hasta octubre, última información conocida, se habían perdido 42.200 puestos de trabajo industriales, en el presente año.

El presupuesto tiene el objetivo de reducir las principales cifras de la inversión del estado, para que sobre dinero para el pago de la deuda, que ya sabemos es la estrategia fondomenetarista.

Los principales indicadores de la inversión social, especialmente educación, cultura, salud, asistencia social; además la inversión en ciencia y técnica, agua potable y alcantarillado. La asignación para educación y cultura se reduce en un 23%; en salud 8%; para agua potable y alcantarillado 20%, vivienda y urbanismo 48%; en ciencia y técnica 17%.

El plan prevé que habrá una caída del consumo privado del 1.6%, incluso una reducción de la inversión de 9.7% y que la deuda pública al fin del año próximo representará el 87% del PIB. Por esa razón, el llamado déficit cero tiene como objeto reducir el déficit primario del 2.6% del PIB en el 2018 al déficit cero en el 2019. En la práctica se persigue provocar una recesión mediante una caída del 0.5% en la actividad económica del 2019 y una baja del 2.4 para el presente año. La depreciación del peso lo llevaría el dólar a 40.10 pesos para el 19, 44.30 en el 20 y 48.20 en el 21. Obviamente todos estos recortes le permitirán al gobierno disponer del 15.35 del PIB para el pago de la deuda externa.

Como se ve, lo que el Fondo Monetario Internacional está propiciando en Argentina es una situación calamitosa generalizada. Afortunadamente, el sindicalismo y el movimiento social en general, están movilizados y seguramente darán al traste con el gobierno de Mauricio Macri e impedirán que en las próximas elecciones asuma el poder otro político neoliberal. El pueblo argentino tiene aprendida la lección y sabrá actuar.