Este breve artículo es una explicación sencilla de porque la consulta del 16 de julio, realizada por la oposición venezolana fue un proceso viciado e ilegal sin ningún tipo de validez política, menos jurídica.
- La oposición venezolana convocó el llamado “plebiscito” abanderados por el artículo 70 de la constitución del país vecino, sin embargo, dicha figura no aparece en ninguna parte de la constitución. A la constitución la defienden, pero no la conocen.
- Disfrazando el “plebiscito” de Consulta Popular, que si aparece dentro de los mecanismos de participación, convocaron dicha iniciativa omitiendo que “La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en este artículo.” Es decir, la Asamblea Nacional, pretendió tomarse las atribuciones del poder electoral y suplantar el ordenamiento jurídico, como si el hecho de ganar una elección en 2015 los consagrara como investidos por la predestinación y la gracia divina que les otorga poderes absolutos, para libertar su patria de una dizque “dictadura”.
- Sin bastarles tales aberraciones interpretativas de la Constitución, el domingo 16 de julio montaron sus carpas, sus mesitas y las urnas de cartón. Iniciaron los comicios, pero claro, sin tener el padrón electoral (en Colombia el censo electoral), el chiste se cuenta solo, no había posibilidad de saber quién estaba habilitado para votar en que sitio, permitiendo a cualquier persona votar en múltiples ocasiones, en los distintos “puntos soberanos” que destinaron para la actividad.
- De igual forma la oposición, que reclama tanto ejercer su derecho al voto secreto, no organizó un espacio apropiado para ejercer su derecho al sufragio, el votante literalmente llenaba el tarjetón (hoja fotocopiada con las preguntas) en frente del personal delegado para la logística de la votación y a los ojos de todo el mundo. Vaya voto secreto.
- Por si fuera poco, al anunciarse el boletín final de la votación se pudo en evidenciar lo obvio, en pantalla aparecía la cifra, siete millones no se cuántos votos (¿a favor?, ¿en contra?, ¿nulos?), no votantes. Al ser imposible saber el número de votantes, solo se contaron los tarjetones registrados en las urnas sin saber a ciencia cierta si cada tarjetón correspondía a una persona, así es muy fácil hacer y ganar elecciones.
- Así cada uno de los votos del “plebiscito” correspondieran a un votante, no superarían ni el 50% del censo electoral que equivale a 19.504.106 ciudadanos y ciudadanas. Tampoco, superan la votación por la cual fue elegido presidente Nicolás Maduro. De este modo, es un absurdo pretenderse titular de la soberanía popular, y un engaño a su militancia y al pueblo venezolano en general.
- Una vez terminada la jornada, después de hacer el conteo de los tarjetones procedieron a quemar en distintos puntos el material de registro de los electores, es decir las actas y planillas donde cada ciudadano ingresaba sus datos previamente a la votación. Por lo cual, es imposible auditar el resultado del dichoso “plebiscito”.
- Así mismo, fue difundida por distintos medios una grabación en la que dos dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática en el Estado Aragua dialogan sobre la cifra de votos en dicho estado. Uno de ellos, le afirma sin recato alguno, “Caracas me envió la vaina donde Aragua tiene 397 mil votos, la participación anoche en Aragua está en 347 mil, (…) le pusieron 50 mil votos”. Jugar con tus propias reglas y hacerte trampa.
- Para completar, la cereza del pastel fueron los garantes, no son principalmente reconocidos por ser grandes demócratas en sus países de origen. personas como Andrés Pastrana, miembro de la rancia oligarquía colombiana, en cuyo gobierno el paramilitarismo se expandió sin control y firmó el Plan Colombia con EEUU, que desataría la oleada de guerra contrainsurgente más violenta en la historia del país.
Jorge Quiroga quien fuera investido como presidente de Bolivia en 2001, tras el retiro por enfermedad del presidente y exdictador en los años 70’s Hugo Bánzer, está investigado por autorizar ilegalmente contratos petroleros. Vicente Fox, quien es famoso por los escándalos de corrupción dentro de la petrolera mexicana Pemex, y por supuestos vínculos con el narcotráfico. Hoy, hace grandes inversiones en el peligroso mecanismo del fracking. Miguel Ángel Rodríguez y Laura Chinchilla de Costa Rica, el primero estuvo preso por corrupto con múltiples cargos, la segunda estuvo envuelta en escándalos por uso de transportes de propiedad de narcotraficantes colombianos, como también su gabinete de gobierno estuvo inmerso en múltiples casos de corrupción. ¿De qué pueden ser garantes esta clase de personas?
Sobre la base de este cómico episodio le quieren hacer creer al mundo que la oposición venezolana tiene la mayoría del pueblo a su favor. Y, a pesar de que hay un calendario electoral definido, continúan su agenda golpista intentando crear una institucionalidad paralela, una soberanía artificial que tenga reconocimiento internacional y legitime agresiones de todo tipo contra el Estado venezolano, incluyendo la militar. El temor a las definiciones que tome la Asamblea Nacional Constituyente que se realizará en 11 días, es lo que tiene a la dirigencia opositora en una pugna entre el miedo y la desesperación, pero mientras tanto, a pesar de la violencia y las mentiras ¡la constituyente va!