Frida, comunista, rebelde, revolucionaria y premonitoria

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Ilustración VOZ.

Libardo Muñoz

Cuando Fidel Castro era un desconocido estudiante de secundaria, la pintora mexicana Frida Kahlo pronunció estas palabras: “Manda al carajo a toda la sociedad estúpida, podrida de mentiras del capitalismo y el imperialismo norteamericano, la Revolución es ineludible”.

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, era el nombre completo de esta mujer nacida el 6 de julio de 1907, en Coyoacán, México, hija del fotógrafo alemán Guillermo Kahlo, de quien heredaría el gusto por la imagen, y de Matilde, madre hacendosa al frente de un grupo familiar como hay por miles en su país.

La premonición sobre las luchas anti imperialistas de México y del resto del continente latinoamericano, serían muchas más, en la vida de Frida, quien al lado del pintor Diego Rivera, entró a las filas militantes del Partido Comunista Mexicano, y creó con su posición rebelde y pionera, el feminismo por su actitud defensora de la mujer como ser humano, abrió los primeros espacios que hoy subsisten de femineidad y feminismo, perfectamente definidos.

Frida Kahlo fue una heroína feminista, adelantada y adecuada a estos tiempos. Poco tiempo después, Frida diría estás otras palabras: “México está como siempre, desorganizado y dado al diablo, sólo le queda la hermosa belleza de la tierra y de los indios.

“Estoy más y más convencida de que el único camino para llegar a ser un hombre, quiero decir, un ser humano y no un animal, es ser comunista”.

Al lado de la imagen del Che, derivada de la icónica fotografía de Korda, la cara de Frida es la más conocida y difundida de la cultura latinoamericana en la actualidad.

Atravesando terribles sufrimientos físicos por una poliomielitis en su infancia y por un accidente de tránsito a los 18 años, en 1925, que le causó daños irreparables en sus órganos reproductores, Frida llegó a ocuparse del arte popular mexicano, en 1939 expuso en París, invitada por el padre del surrealismo André Breton pero no se dejó encasillar en ese movimiento y replicó: “yo nunca he pintado sueños, lo que yo he representado era mi realidad”.

Admirada por Picasso y por Marcel Duchamp, Frida supo ser independiente de la influencia del propio Diego, y fue la primera pintora latinoamericana en ser colgada en el Museo del Louvre, donde está “Las Dos Fridas”, un cuadro patrimonio de la pintura universal.

Creadora de su propio mito, Frida entendió que el nacionalismo revolucionario es el camino y desde sus años de estudiante, casi una niña, creó un grupo juvenil, político, de mujeres que protestaban contra las injusticias sociales, su pintura rompió con todos los paradigmas de su tiempo y ha permanecido hasta nuestros días una corriente contra la cosificación comercial de la mujer, como ocurrió cuando una fábrica de juguetes intentó crear, hace pocos años, una “muñeca Frida” y sus seguidores lo impidieron con una acción legal.

En el año 2000, Frida Kahlo fue declarada “La artista latinoamericana más valiosa del mundo”.

Sobre Frida Kahlo hay novelas y películas inspiradas en su vida, hay musicales y se han editado centenares de tratados conmemorativos ilustrados con sus cuadros. En el cine tenemos, además de la reciente personificada por Salma Hayek, “Frida, naturaleza viva” de Paul Leduc, Frida, de Julie Taymor, Eisenstein en Guanajuato, de Peter Greenaway y Coco, de Lee Unkrich.

El 13 de julio, de 1954, Frida Kahlo murió por complicaciones respiratorias resultantes de una bronconeumonía, fue velada en el Palacio de las Bellas Artes, de la capital federal y su ataúd cubierto con la bandera del Partido Comunista Mexicano.

La muerte de Frida Kahlo conmovió y movilizó a lo más caracterizado del arte, la cultura y la política latinoamericana, con el presidente Lázaro Cárdenas y el pintor Diego Rivera, a la cabeza, sindicatos, gentes del pueblo llegaron desde los más distantes rincones de México.

El cortejo luctuoso que conducía a Frida Kahlo a su tumba, salió el 14 de julio por las calles de una ciudad que parecía llorar su partida. Llovió todo el día.|