José Ramón Llanos
A lo largo de la campaña electoral del Centro Democrático, el candidato Iván Duque, prometió aumentar los salarios de los trabajadores, disminuir los impuestos a las empresas y combatir la corrupción. La acción de todo gobierno se desarrolla a través de los miembros de su gabinete. Nombrado el gabinete de Iván Duque ya sabemos que no cumplirá con la promesa electoral y programática de aumentar los salarios y en cambio sí disminuirá los impuestos a las empresas.
Esta conclusión se deriva de las actuaciones conocidas de algunos ministros del gabinete duquista. El Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, no solo considera que el salario mínimo en Colombia es ridículamente alto, sino que también legisló en favor de los ingresos de la Drumomd y Glencore. Creó las zonas francas especiales, decisión polémica que benefició generosamente los ingresos de los hijos de Álvaro Uribe. Reformó el régimen pensional lesionando los ingresos de los pensionados. Una expresión de su ética y defensa del patrimonio y acatamiento de la normatividad nacional, se conoció con el ocultamiento de capitales en el asunto de los llamados Papeles de Panamá. La última de sus jugadas en favor del empresariado financiero fue regalar los bancos Granahorrar, Megabanco y Bancafé, que había rescatado el Gobierno de Pastrana.
El Ministerio de Defensa será dirigido por Guillermo Botero, quien ya expresó su decisión de limitar el derecho a la protesta social, lo cual en el lenguaje burgués significa inventar nuevos condicionamientos a las posibilidades de los asalariados de defender sus derechos de los embates de los gobiernos a violarlos o eliminarlos. La naturaleza y objetivos de los planes del nuevo Ministro de Defensa, los podemos inferir de la oposición que hiciera Guillermo Botero a que se aprobara una ley que iba a restituir el pago del recargo de cuatro horas de trabajo nocturno a los asalariados, que les había escamoteado el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Que el combate contra la corrupción del gobierno de Iván Duque es una tomadura de pelo, lo demuestra el nombramiento María Victoria Angulo en el Ministerio de Educación, funcionaria vinculada con el asunto de la corrupción en el PAE, afectando la alimentación de los escolares de Bogotá.
El gabinete de Iván Duque es una expresión de como va a desarrollarse la lucha de clases desde la esfera gubernamental; el capital financiero, los comerciantes, latifundistas y el capital agrario están bien representados.
La situación exige que la Unión Patriótica, el PCC, la Colombia Humana, Los Verdes, el PDA, consoliden su unidad para defender con eficacia a los explotados y avanzar en la lucha por la paz y la democracia en Colombia.