Zabier Hernández Buelvas
@ZabierHernndez
El título no es una equivocación, es el fragmento de uno más largo que refleja una realidad que supera toda imaginación: el gobierno de Aída Merlano, la huida de Iván Duque, las fotos de los Char y los Gerlein, 2 millones 600 mil desempleados y más de 600 asesinados entre líderes, lideresas y excombatiente. Como quien dice, todo bien y el rancho ardiendo.
El país se cae estrepitosamente como cayó Aída Merlano al pavimento, mientras el ministro de Defensa Botero bosteza y trata de articular palabras coherentes, el subpresidente Duque expone ideas y fotos mentirosas haciendo el ridículo ante al mundo, el canciller Holmes parece el canciller del ilegitimo Guaidó, una ministra del Interior que ha perdido todos los debates en el congreso, una ministra del Trabajo preocupada por una reforma laboral contra los y las trabajadoras. Al parecer, mejor gobierno haría Aída Merlano de quien dicen los que la conocen que es “muy despierta”.
Vivimos sumergidos en un sancocho de ilegalidades institucionales somos, parte de un sub-mundo, somos víctimas en una pesadilla virtual, a cada segundo sufrimos y afrontamos una realidad trágica y todos aquellos quienes tienen la responsabilidad de dar la cara y pagar sus cuentas, siguen diciendo mentiras, tergiversando y dándose la gran vida en clubes y países, con los gastos pagos por todos nosotros. Este es el país que debemos cambiar, es la triste realidad frente a la que tenemos el imperativo ético de cambiar de raíz.
Ante esta híper surrealista, absurda e irónica parodia de país, grandes franjas de ciudadanos asumen y se quedan en el desconcierto y la desorientación, lo que se traduce en apatía a la participación política y a la organización en defensa de derechos sociales, económicos, civiles y políticos a tal punto que dejan fuera del espectro de interés la corrupción y los asesinatos de dirigentes sociales y se preocupan más por la guerra mediática contra Venezuela impulsada por la incontinencia verborreica del canciller Holmes y el subpresidente Duque. Gran tarea tenemos de develar estas realidades y volverlas agenda pública y de interés para la mayoría del pueblo colombiano.
Aída Merlano completa una larga y triste lista de uribistas fugados por corrupción, narcotráfico y paramilitarismo entre los que se pueden recordar a Sandra Morelli excontralora, María del Pilar Hurtado, exdirectora del DAS, Luis Carlos Restrepo, (Doctor Ternura) excomisionado de Paz, y Andrés Felipe Arias, exministro de Agricultura. Los Char, los Gerlein, Los Sarmiento Angulo, los Martínez Neira, los Uribe, los Guerra, los Vargas Lleras, aliados y beneficiarios de la corrupción en Odebrecht, financiadores y auspiciadores del paramilitarismo, los enemigos de la paz, los enemigos de Venezuela, los que impulsan la guerra, todos andan impunemente por este país y por el mundo, sin pagar por sus crímenes y sus fechorías. Luchemos incansablemente por que vayan cayendo ante el peso de las evidencias y la denuncia nacional e internacional, antes que se fuguen todos, incluido Álvaro Uribe.