El Gobierno nacional anunció el pasado sábado la suspensión de los diálogos con la guerrilla del ELN que se llevan a cabo en La Habana. La decisión presidencial sugiere condicionamientos particulares que se le hacen a esa guerrilla, desconociendo los avances dados en la negociación y que permitieron recientemente alcanzar un cese de fuegos unilateral.
El presidente Duque, desde Amagá, Antioquia, dijo que el ELN no puede hablar de paz mientras apela a la violencia como mecanismo de presión al Estado y a la sociedad, “como gobierno tenemos toda la voluntad, pero si hay un camino creíble, debe empezar con el cese de actividades criminales y la liberación de todos los secuestrados”, puntualizó el mandatario.
La respuesta del ELN y su comandancia se conoció un día después mediante comunicado público donde reafirman su voluntad de diálogo con el Ejecutivo y plantea la necesidad de no seguir repitiendo los errores de las negociaciones del pasado que han dejado frustradas las esperanzas de una paz completa para el pueblo colombiano.
“Al Gobierno de Duque le decimos, no insistamos en un camino fracasado en la construcción de la paz, que ya ha sido practicado por gobiernos anteriores. Nos referimos a que antes pretendieron desconocer la existencia de fuerzas rebeldes y reducir sus comportamientos a simples ´actividades criminales´, a manejar estos procesos con precondiciones, con la imposición y las decisiones unilaterales, a reducir la paz a un simple sometimiento de las fuerzas insurgentes, para desmovilizarlas, desarmarlas y reincorporarlas; mientras que todo el resto de la realidad del país sigue igual”, señaló la delegación de paz del ELN desde La Habana.
¿Cuál es la razón por la que el Gobierno Duque se empeña en desconocer el camino avanzado entre el gobierno pasado y el grupo guerrillero? Para el ELN, vaciar de contenido los acuerdos alcanzados, cambiar las metodologías del diálogo e imponer condiciones inamisibles, en este tipo de negociaciones podría conducir a una terminación del proceso.
“Traemos unos acuerdos hechos con el Estado a través del gobierno anterior, traemos un acuerdo sobre el diseño del proceso, sobre su agenda, sobre la marcha de la Mesa, sobre los acompañamientos internacionales, sobre las cesaciones bilaterales del fuego, sobre el acompañamiento de la Iglesia, sobre protocolos de seguridad y funcionamiento y muchos más asuntos”, señaló el ELN.
Esos condicionamientos que el Gobierno nacional reclama como requisitos para continuar el proceso, entre los que se encuentra la liberación de los soldados retenidos en Chocó, no han sido posibles, por voluntad del ejecutivo de ser liberados.
El gobierno reclama liberaciones, pero no permite hacerlas. “Pese a estos obstáculos, nos comprometimos a realizar estas liberaciones por nuestra propia cuenta. Ya cumplimos con las hechas en Arauca, el pasado 5 de septiembre. Tan pronto encontremos la forma de sobreponernos a los fuertes operativos de las Fuerzas Armadas en el Chocó, cumpliremos con estas liberaciones”, dijo el ELN.
La sociedad civil, los partidos políticos en la oposición y las personalidades políticas le han pedido a Duque, no levantarse de la mesa y continuar la negociación hasta la firma de los acuerdos.