Grandes empresarios no quieren pagar por la crisis sanitaria

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El Consejo Nacional Gremial en anuncios sobre medidas y respaldo a Duque. Foto Vicepresidencia.

La administración liderada por Iván Duque viene anunciando medidas económicas para mitigar las dificultades sanitarias. Muy favorecidos los grandes empresarios y los bancos, mientras el pueblo trabajador asumiría la crisis

Redacción política

El anuncio de aplazar el inicio de las sesiones del Congreso de la República levantó una fuerte polémica entre las diferentes visiones sobre el manejo de la crisis que ha generado la presencia del Covid19 en Colombia. La bancada oficial y sus aliados señalan que el parlamento se debe cerrar hasta recobrar la normalidad, apoyar al Gobierno en sus decisiones y la prioridad para que los empresarios no sufran la crisis, mientras que voces de la bancada de oposición reclaman atender de manera responsable la crisis y salvar a los trabajadores.

Las medidas de salubridad pública parecen tardías lo que propiciaría una crisis económica mayor, además que no fueron atendidas con rigurosidad en temas como cerrar vuelos, cancelar clases en las instituciones y cierre de establecimientos de diversión, entre otras. Pero lo que viene es peor. El coletazo económico aún no es percibido por el Gobierno nacional.

Factores de la crisis

Por eso se habla de la posibilidad de decretar una emergencia económica prevista en la Constitución, y que le entregaría facultades al ejecutivo para reactivar la economía después del coronavirus. La oposición se enfrentará al Gobierno nacional si las medidas no atienden la crisis económica de la clase trabajadora del país, los deudores del sistema financiero y los ciudadanos sin empleo formal.

Aunque adelantarse a medir consecuencias es arriesgado, lo cierto es que dos factores van a profundizar la crisis que genera la emergencia: la devaluación del peso que encarece la economía de los colombianos; los precios en materiales de importación; y las obligaciones económicas, tarjetas de crédito o créditos hipotecarios o de libre inversión que tendrán cuotas de pago más elevadas.

A eso se suma el valor del barril del petróleo que ya está en su mínimo histórico y sujeto a las fluctuaciones del mercado no solo por el manejo de la crisis coronavirius en Europa, sino por el desacuerdo de precio entre los grandes productores, Rusia y Arabia Saudita. Una situación impensada y sin antecedente en la historia: que el petróleo no se pueda producir en todo el mundo.

Al menos Colombia está a poco de parar la producción, pues según Ecopetrol, el barril de petróleo colombiano empieza a dar pérdidas cuando su cotización esté por debajo de los 30 dólares por barril. Al cierre de esta edición el petróleo se ubicaba a 30,84 dólares bajo cotización del indicador Brent.

Ricos favorecidos

Las decisiones que corresponden para evitar el coletazo fuerte de la economía ante los factores de devaluación, mercado petrolero y coronavirus pueden darse en distintas fases, pero lo más importante, es que las medidas no sean soportadas exclusivamente por el pueblo trabajador.

Los anuncios de despido de trabajadores en medio de la crisis no son mensajes apropiados del sector empresarial, que quiere salvarse de la crisis, no aportar a ella, pedir indemnizaciones y echar trabajadores, es decir ser subsidiados en la crisis.

La urgencia para atender la crisis en materia económica se centra en el sector salud. Para el economista Andrés Alvarez, hay que tomar medidas que primero no impacten los sectores populares pues son ellos el motor de la generación de riqueza en cualquier sociedad. “Se debe hacer con urgencia la contratación de personal médico y de enfermería permanente para abrir todas las camas cerradas de las Unidades de Cuidados Intensivos. La infraestructura hospitalaria en Colombia es deficiente en situaciones normales, luego se prevé una fuerte crisis en la medida que existan más contagiados que camas o profesionales para atender la emergencia”, dice.

Medidas sensatas

Para la oposición, se hace necesario tomar la primera medida que va en contravía del negocio de los operadores privados de salud en Colombia. Habilitar toda la infraestructura hospitalaria privada para atender la crisis sin que los costos económicos sean trasladados a los pacientes, así como permitir la operación por 24 horas de todas las Unidades de Atención Primaria de Salud para aliviar la ya superada capacidad hospitalaria pública.

Detener la especulación es una acción inmediata del Gobierno nacional. En la última semana dos hechos se han venido volviendo costumbre tanto en droguerías como en establecimiento de comercio. El precio de los instrumentos de profilaxis se infló de manera especulativa, un tapabocas pasó de 500 pesos a 4.500 pesos, configurando una limitación para ser adquiridos. Y el incremento de compras genera un efecto psicológico de desabastecimiento que pone a ganar a los grandes empresarios con capacidad de acumular mercancía y elevar precios.

La máxima autoridad en materia de salud debe ejecutar una política pública de emergencia que permita mantener totalmente equipados con la desinfección y los instrumentos de profilaxis de forma gratuita a la gente y en lugares estratégicos para contener la propagación del virus. Los barrios populares en cada ciudad deben tener múltiples puestos de higiene pública.

“El Estado está en la capacidad de garantizar permisos adicionales, con remuneración y seguridad social plena a trabajadores de la salud enfermos, a trabajadores que se ven obligados a abstenerse de trabajar debido a medidas preventivas de emergencia. Aquellos que necesitan cuidar a un paciente o un familiar anciano, y quienes necesitan quedarse en casa con sus hijos debido al cierre preventivo de escuelas y guarderías”, señala Andrés Álvarez.

Jugaditas del uribismo

Dirigentes políticos de oposición advierten que el Gobierno debe estar a la altura para contener una crisis y no dejarla en manos de los trabajadores colombianos: “La crisis no la pueden cargar los pobres, los trabajadores o los ciudadanos que no tienen empleo formal. Los bancos deben poner de su parte y entre otras medidas, deben detener inmediatamente los lanzamientos y embargos de las viviendas y subastas. Pero también suspender el cobro de las obligaciones bancarias por créditos educativos, de vivienda y otros. Los bancos son los únicos a los que les va bien en Colombia y en plena crisis económica no pueden seguir siendo los privilegiados de la economía”, señaló la senadora Aída Avella.

El Gobierno Duque viene anunciando algunas medidas que están siendo concertadas con los voceros del Consejo Nacional Gremial. Por ejemplo, plazos especiales para la presentación de la declaración y el pago de la liquidación privada de la contribución parafiscal, del sector turismo, o líneas de crédito por 250 mil millones para empresas de turismo y aviación, especialmente hacia Avianca por ser la mayoritaria en el mercado.

La presidenta del Consejo Nacional Gremial, Sandra Forero, ha dicho que acompaña las iniciativas de contención y reactivación económica anunciadas por el ejecutivo nacional “Hoy, desde el sector productivo, reiteramos todo nuestro apoyo a las medidas de contención del Covid-19 que se han adoptado, así como a las estrategias para garantizar la salud de los trabajadores y la provisión efectiva de bienes esenciales”.

Al cierre de esta edición el Consejo Gremial presentaba una propuesta integral para mitigar los efectos de la crisis económica que asoma, mientras el Gobierno en cabeza del ministro de Comercio, José Manuel Restrepo ha dicho: “Trabajamos con el sector privado en las siguientes prioridades […] Continuidad del crecimiento productivo”.

La estructura de la propuesta económica presentada por los empresarios más ricos de Colombia y los voceros de los gremios activos de la economía es proteger las grandes inversiones de capital y pedirle al gobierno que sea en cabeza de los trabajadores la mayor responsabilidad para superar la crisis del Covid y el estancamiento económico del país.