El semanario VOZ habló con el exsenador de la República sobre su precandidatura a la alcaldía de Bogotá, sobre la actual administración de Enrique Peñalosa, el balance de la Bogotá Humana, las propuestas centrales de su campaña y el momento político que se vive en esta etapa preelectoral
Renata Cabrales – Óscar Sotelo
Antonio Navarro Wolff es de Pasto, Nariño, ciudad donde fue alcalde entre 1995 y 1997 al igual que gobernador del departamento entre el 2008 y el 2011. A pesar del regionalismo que pretende imponer el uribismo a la hora de elegir alcalde para la capital, este exguerrillero del M-19 y firmante de la paz en 1989, insiste en que Bogotá es una ciudad con alrededor de un 40% de habitantes que vienen de otras regiones con muchas propuestas para su buena administración.
Ingeniero Sanitario de la Universidad del Valle, fue profesor y especialista en Ingeniería del Medio Ambiente en la Loughborough University en Inglaterra. Este currículo profesional le permite generar propuestas innovadoras enfocadas en la protección de la naturaleza y la posible descontaminación de la ciudad que ahora se encuentra en alerta amarilla, debido a las desacertadas políticas de la actual administración del alcalde Peñalosa.
Como alcalde de Pasto, Navarro mostró un gran desempeño, lo que le hizo merecedor del premio al “Mejor Alcalde de Colombia” en 1998. En entrevista para VOZ, habla de temas centrales de la ciudad como de su propuesta política para la ciudadanía bogotana.
–El uribismo y Cambio Radical hoy gobiernan Bogotá ¿Cuál es el balance que se puede hacer del alcalde Enrique Peñalosa?
–Más que mirar hacia atrás, lo esencial es diferenciar las propuestas del Alcalde actual. La mayor parte de las cosas que va a dejar comprometidas son contratos y decisiones que se van a consolidar, apenas, este último año. Uno ve que este Gobierno en los tres años anteriores hizo una seria de inversiones en parques, aunque no estoy seguro que las canchas sintéticas sean la mejor opción pero fue lo que hizo. Mejoró algunas partes de la ciudad, empezó licitaciones importantes en términos de vías, hay un proyecto de desarrollo que está en discusión en el nororiente de la ciudad, al lado de Usaquén, y otras obras más. Le dio continuidad a otros programas como la política con habitantes de calle que fue diseñada en el Gobierno anterior. Sin embargo es evidentemente que esos logros no influyen para nada en las inversiones grandes que están por hacerse como el metro o Transmilenio. Se está esperando que se resuelva lo de la Van der Hammen o la compra de buses que debieron ser todos ecológicos.
La ciudad necesita un cambio que le dé mucho más sentido al desarrollo de la misma. Mi diferencia principal con Peñalosa es que hoy se vive una ausencia de participación ciudadana en las decisiones del Gobierno. Esta administración, para tumbar un árbol, toma la decisión alejada de la ciudadanía. Es un alcalde que decide qué es lo que hay que hacer, lo hace y punto, si la gente se opone no lo tiene en consideración. Esa es mi principal diferencia. Mi experiencia como Alcalde de Pasto es un gobierno con un trabajo permanente de la mano con los ciudadanos.
–¿Peñalosa es el gerente que nos vendieron los grandes medios de comunicación?
–Él se vendió de esa manera, pero mirando los resultados, hasta ahora no demuestra que esa venta corresponda a lo que ha sucedido con la ciudad.
Sobre administraciones anteriores
–¿Cuál es el balance que usted hace de la Bogotá Humana?
–Bogotá Humana acertó en temas como el ordenamiento de la ciudad alrededor del agua, el intento de tener un centro ampliado, temas de medio ambiente en general, el tratamiento de problemas como la salud cerca a los ciudadanos logrando darle prioridad a la promoción y prevención. Creo que donde se demoró más en arrancar fue en temas de movilidad, por ejemplo, el metro subterráneo, que cuando lo dejaron diseñado ya era tarde y se retrasó así la firma del contrato de ejecución.
En general, fue un gobierno que se demoró en arrancar, ese retraso hizo que muchos de los programas no hayan podido desarrollarse.
–¿Cómo recuperar el enfoque positivo que le dieron las administraciones de izquierda a Bogotá?
–Creo que una de las cosas que no hicieron bien ni las anteriores administraciones ni esta, es el tema de participación, hay un desestímulo en el tema, porque se considera que no produce resultados. Los encuentros ciudadanos que se hacen al diseñar el plan de desarrollo de cada localidad no son tomados como decisiones vinculantes, entonces el que llega a la Alcaldía toma lo que le parece y desecha lo que no.
En general, en los gobiernos, la participación es desestimulada, ese es uno de los temas que me parece más importante para tener en cuenta en una alcaldía. Yo lo hice en Pasto, incluso, hice presupuesto participativo, hice que el gobierno y los ciudadanos trabajaran juntos resolviendo así muchos problemas. La ventaja de esa experiencia es que el tamaño de la ciudad permitía al alcalde tener una presencia directa en los espacios de participación. Ya en una ciudad con los ocho millones de habitantes que tiene Bogotá resulta ser un reto más grande.
He descubierto que en el exterior ese es el reto que están enfrentando con mecanismos de participación digital, en grandes ciudades del mundo como Madrid, Barcelona, París o Nueva York; eso es lo que creo que hay que lograr en Bogotá.
Es el reto más importante que me he propuesto. Aunque no lo digan las normas, las cosas no son reales porque lo diga una norma, las cosas son reales porque son defendidas por los ciudadanos. Ese es el elemento transversal en todas las áreas del trabajo de una administración para Bogotá.
Movilidad
–¿Qué opina de quienes afirman que a Bogotá solo la puede administrar un bogotano?
–Primero que todo, el 40% o más de los que vivimos en Bogotá no nacimos en Bogotá. Esta ciudad es la más incluyente y la más generosa de Colombia, eso es una realidad. Si solamente un nacido en Bogotá puede gobernar la ciudad, se está excluyendo a un 40% o 50% de las personas que hoy viven aquí.
Yo llevo 25 años viviendo en Bogotá, esta ciudad la he vivido. Las buenas ideas y las buenas experiencias hay que tomarlas vengan de donde vengan. Entonces si hay una experiencia buena que funcionó en Madrid, España, no la podemos utilizar porque es de Madrid. Ahora, ¿cómo adaptar la experiencia de participación que concebí en Pasto a la ciudad de Bogotá? Ese es un reto que estamos resolviendo; lo que encontré es que si combinamos elementos presenciales de participación con mecanismos digitales resolvemos el problema.
Debemos generar mecanismos que permitan vincular los avances del siglo XXI. Ahí hay una solución distinta a la de Pasto, porque allá era presencial, pero puede ser una buena forma de darle la importancia a la participación que necesita una ciudad como Bogotá.
–¿Cómo ve el transporte público en Bogotá?
–Una ciudad como esta no puede seguir dependiendo de los buses. El metro puede transportar el doble de pasajeros que el sistema de buses actuales. Bogotá necesita meterse en la cabeza que el metro es una solución efectiva a su problema de movilidad. Hay metro en todas las grandes ciudades. El transporte de la ciudad no puede seguir dependiendo de los buses, porque no hay manera así de tener un buen transporte masivo.
En segundo lugar, se necesita un sistema de transporte multimodal, transporte por cables en algunas partes de la ciudad como San Cristóbal. Tercero, se necesita resolver el problema de Bogotá con sus municipios aledaños; mucha gente vive, por ejemplo, en Soacha y trabaja en Bogotá, pero la salida de la ciudad es compleja por la situación de las vías, se necesita ampliarlas. Necesitamos seguir impulsando y mejorar el transporte en bicicleta, hay que hacer más ciclorutas, mejorar las existentes, darles seguridad a los usuarios, iluminarlas. Debemos ver cómo logramos que la ciudad pueda tener menos tiempo para el desplazamiento, pero, lo más importante es el metro.
–¿Transmilenio por la carrera séptima?
–El problema de decir no, es que, según el actual alcalde, en el mes de marzo se van a dejar ocho contratos firmados, ¿qué hacemos con eso? ¿Cómo parar contratos en ejecución sin que eso signifique un detrimento patrimonial para la ciudad? Tenemos que ver cómo hacerlo, pero creo que es totalmente innecesario si hacemos el metro. Otra cosa, ¿cómo vamos a tener un metro donde la primera línea termine en la 72?, por Dios, ¿a quién se le ocurre? mínimo debería ir hasta la 100. Es más, yo me comprometo, si llego a ser alcalde de Bogotá, a ampliar esa línea del metro por lo menos hasta la calle 100.
La Bogotá de Navarro
–¿Cuál es la ciudad que usted propone?
–Una ciudad participativa, con confianza a su gobierno, que ayude a resolver los problemas de manera conjunta, de la mano del Estado, una que no solo se queje sino que proponga y ayude a ejecutar, una ciudad donde la salud esté más cerca de los ciudadanos, donde la educación sea prioridad real, con una buena calidad en la educación pública, en la educación temprana y preescolar, educación para el trabajo con mayor calidad y con más cupos. Una ciudad con mejores servicios sociales.
–¿Cree usted que Bogotá puede ser vanguardia en el campo de las energías limpias?
–Claro. Hay condiciones para instalar paneles solares. El tema es que duran 25 años, mientras los acumuladores duran mucho menos. En la medida en que se mejore la calidad de esos acumuladores se podría mejorar el desempeño de esos paneles solares. Definitivamente, hay que hacer un esfuerzo grande, en general, en los temas ambientales. Creo que Bogotá no debe urbanizar sus bosques verdes del norte ni del occidente ni de los afluentes del río Bogotá. Debemos conservar los verdes de sus alrededores. Se debe también descontaminar el suelo, el aire y el agua. Debe mejorar la estructura ecológica principal. La ciudad debe adaptarse más al cambio climático.
La educación pública
–¿Cómo ve Navarro el tema de la educación?
–Siete de cada 10 estudiantes de la Universidad Nacional vienen de colegios privados. Hay que mejorar la calidad de la enseñanza pública, porque la universidad pública debe tener por lo menos la mitad de sus estudiantes de colegios públicos. Pero no pasan el examen de admisión porque la calidad de la educación viene desmejorando. Pienso que la educación pública debe ser equivalente en resultados a la calidad de la educación privada. Eso requiere esfuerzos consistentes. De llegar a ser alcalde, en mi administración nombraremos a un maestro como secretario de Educación, con esa tarea fundamental. Mejoraré la educación pública para que tengamos todos y todas las mismas oportunidades.
Una propuesta innovadora
–¿De qué se trata la termovalorización?
–Eso es parte de la descontaminación del suelo y del cambio del método de relleno sanitario. Un relleno sanitario al borde de una ciudad es totalmente inconveniente, aquí hay dónde hacerlo. Pienso que es un método bien manejado, pero debe estar alejado de las zonas pobladas. Sin embargo, hay que ir reemplazándolo por la termovalorización que es la producción o generación de energías eléctricas usando residuos sólidos. Eso se hace en la mayor parte de las ciudades del mundo desarrollado.
Hay plantas de termovalorización con sistemas de emisión eficiente, que generan energía eléctrica en vez de producir gases de efecto invernadero, aunque eso es una parte de todo un proceso en el tratamiento de los residuos sólidos y la limpieza de la ciudad. Debe haber una campaña permanente para ayudarle a los recicladores, ellos viven de una manera muy difícil sacando con la mano lo que les es útil de una bolsa donde hay todo tipo de residuos. Si hacemos buena separación les ayudamos y habría menos volumen a la hora de llegar al sitio de disposición final.
Tenemos que hacer un esfuerzo colectivo para limpiar a Bogotá, si hacemos un esfuerzo con la ciudadanía y la administración vamos a lograrlo. Eso significa que tenemos que afrontar los demás temas como la descontaminación del río Bogotá y sus afluentes, limpieza de los humedales y un proceso de descontaminación del aire, el cual solo se descontamina emitiendo menos. Debemos hacer un tránsito hacia lo eléctrico. Una de las primeras medidas que tomaría sería pedirle al Presidente que los vehículos con los que transita por la ciudad sean eléctricos o si no, no se pueden mover. Porque el cambio empieza desde la cabeza.
–¿Urbanización de la Van Der Hammen?
–De ninguna manera. No permitiré ninguna vivienda allá, ni compra de predios. Es una oportunidad extraordinaria que podamos tener mil cuatrocientas hectáreas verdes en una zona de Bogotá. No la podemos llenar de apartamentos. Digan lo que digan, no estoy de acuerdo.
Educación con enfoque de género
–¿Cuál es su propuesta para hacer de Bogotá una ciudad más amable para las mujeres y las niñas?
–Se necesita ejercicio de autoridad para aquellos que abusen de las mujeres y las niñas. Se necesita cooperación para ayudar a identificar los problemas. Tristemente eso tiene de fondo el machismo en la sociedad. La relación de hombre y mujer es muy desigual, ellas tienen menos ingresos y trabajan más. Las responsabilidades del hogar deben ser compartidas. Debemos formar niños y niñas en las escuelas en temas de igualdad real de hombres y mujeres. Yo propongo una educación con enfoque de género en las escuelas.
Otros candidatos
–¿Cuál es su opinión de los demás candidatos alternativos?
–En primera medida, nosotros debemos resolver nuestra candidatura verde, que me tiene como precandidato, pero también está Claudia López. Sin embargo debemos hacer una coalición amplia, no solo para ganar sino también para gobernar, porque hacerlo con minoría en el concejo es difícil. Yo no voy a comprar a los concejales, no lo hice en Nariño y tampoco lo haré aquí. Debemos tener una mayoría en el Concejo que nos facilite hacer las normas que sean necesarias para gobernar.
–¿Aceptaría una consulta interpartidista?
–Yo preferiría una consulta interpartidista u otro mecanismo, pero para empezar, Claudia o yo debemos resolver internamente la candidatura de la Alianza Verde. Una de las maneras puede ser una encuesta o una consulta donde participemos algunos precandidatos del partido.
–Un mensaje para los lectores y las lectoras de VOZ.
–Tenemos la oportunidad de volver a volcar a Bogotá por lo social, lo participativo, debemos resolver los problemas de la ciudad para todas y todos, pero tenemos que unirnos, la unidad hace la fuerza. Quienes quieren continuar con lo que está haciendo el Gobierno nacional en Bogotá se van a unir, nosotros debemos también unirnos. Lograr lo que ya se ha logrado antes, en el 2006 el presidente Uribe se hizo reelegir, pero derrotamos a quien era su candidato para la alcaldía de Bogotá. Aquí tenemos que hacer lo mismo, el candidato de la coalición de gobierno debe perder la alcaldía de Bogotá.