Una huelga general de 24 horas y manifestaciones multitudinarias en diferentes ciudades del país, fueron la antesala de una exigencia generalizada, que se expresó con fuerza a partir del pasado domingo 7 de febrero, para que el presidente de esa empobrecida nación caribeña, Jovenel Moise, abandone la presidencia, fueron la nota predominante de una nueva crisis política, que ya provocó crudos enfrentamientos policiales, detenciones y un número de heridos aún sin determinar.
Las elecciones de 2015, en las que Moise fue el más votado, fueron anuladas por las autoridades judiciales y electorales por denuncias de fraude. Los comicios siguientes se efectuaron en 2016, y en ellos Moise se impuso de nuevo como ganador; éste asumió el cargo el 7 de febrero de 2017. En estas condiciones, el gobernante debió haber abandonado la presidencia el pasado domingo 7 de febrero, y no lo hizo, argumentando que su gestión se prolonga un año más.
La afirmación de Moise de que se atornilla en el poder, fue el detonante de las nuevas protestas sociales. La conflictividad con el mandatario no se debe solo a esta diferencia de criterios. Su mal gobierno hizo que desde hace por lo menos un año, organizaciones sindicales, estudiantiles y populares le hayan reclamado su renuncia. Este fue el motivo para una huelga nacional de 24 horas que se realizó en los últimos días de enero pasado.
Plebiscito de rechazo
En este momento, uno de los primeros en reaccionar fue el Consejo Superior del Poder Judicial, CSPJ, de Haití, a través de una resolución del mismo domingo, en la que establece que el mandato del presidente vence el 7 de febrero y no el año próximo. Moise respondió que recibió del pueblo haitiano “un mandato constitucional de 60 meses” y anunció una alocución a la nación, para rendir cuentas de sus cuatro años de gestión.
El presidente del Senado, Joseph Lambert, se sumó a las demandas de renuncia del mandatario y anunció también una alocución a la nación. El CSPJ, dijo en este sentido “sentirse preocupado por las graves amenazas resultantes de la falta de un acuerdo político ante la expiración del mandato constitucional del presidente”.
Exigiendo la renuncia del presidente se pronunciaron también, la Federación de Abogados de Haití, la Asociación Nacional de Medios Haitianos, la Conferencia Episcopal de Haití (iglesia católica), la Conferencia de Pastores Haitianos, el Consejo Espiritual Nacional de Iglesias de Haití y la Federación de Pastores Haitianos. Por su parte, la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, Copppal, advirtió de la inminencia de un “baño de sangre” si el gobernante se aferra al poder, situación que además puede conducir a una nueva crisis migratoria en la isla.
Si te gustó este artículo y quieres apoyar al semanario VOZ, te contamos que ya está disponible la tienda virtual donde podrás suscribirte a la versión online del periódico.