El hecho: ¿por qué no cae Maduro?: La caída de los precios del petróleo golpeó aun más al país que depende de ese producto para el 90 por ciento de sus ingresos fiscales. En un momento crítico para la economía y decisivo para la política –en el segundo semestre habrá elecciones legislativas-, el gobierno se vio obligado a hacer un ajuste indispensable para la economía pero desgastante desde el punto de vista político…
El gobierno chavista está en crisis pero no está caído. Además de su demostrada intención de apelar a todos los medios necesarios para mantenerse en el poder, el presidente controla el Estado. Maduro domina un régimen cívico-militar, y su presencia es funcional para el aparato chavista porque sirve de pararrayos para el desgaste causado por la crisis económica y porque no obstaculiza -sino, por el contrario, facilita- prácticas non sanctas que favorecen, política y económicamente, a sus compañeros de equipo, tanto a los políticos como a los uniformados. Informe Especial: ¿Porqué no cae?, Edición No 1712, 22 de febrero al 1 de marzo de 2015, página 23.
El comentario: Es claro que la ultraderecha mundial, en especial, la americana, buscan por todos los medios derrocar el gobierno de la hermana República Bolivariana de Venezuela. Pero su capacidad de sostenimiento radica en la fuerza del pueblo organizado, empeñado en sostener, defender y proyectar la revolución, en medio del cerco alimentario que se le ha tendido. Es una situación que recuerda la Revolución Cubana, que durante más de medio siglo tuvo que soportar el bloqueo infame que tendió la potencia imperialista de los Estados Unidos de América; bloqueo que a demuestra que cuando hay conciencia política, con identidad y pertenencia, los pueblos mueven montañas. Por lo pronto la contrarrevolución fue derrotada por segunda vez y su despliegue de fuerza es cada vez más limitado.