Huellas del bicentenario

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La historia ha sido otro de los escenarios de confrontación en la lucha entre los poderosos y los oprimidos. Los historiadores hacen el relato respondiendo a sus intereses de clase. Una manera de ver la historia es compararla con la lucha entre el león y las ovejas. Algunos muestran a la fiera como el rey de la selva, lo embellecen y justifican que descuartice a su víctima por aquello de la cadena alimentaria, lo cual sería un fenómeno absolutamente natural.

Cosa diferente sería si la historia se contara desde el punto de vista de la oveja, que es perseguida, acorralada, y finalmente acribillada a dentelladas. La historia de los pueblos es muy parecida. Si se cuenta desde el punto de vista de los vencedores, que generalmente son los poderosos, que tienen ejércitos enteros a su servicio, el cuento es de una manera.

Si consultamos el relato de los pueblos, de los oprimidos, de los humillados y los excluidos de siempre, las cosas cambias. En nuestra ciudad, calles y ciudades ostentan nombres sonoros de los capitanes de la conquista de América. Hombres de hacha y cuchillo, que descuartizaron pueblos enteros, que a guillotina destrozar sus culturas, sus tradiciones, saquearon sus riquezas, y con la daga en el cuello nos impusieron su religión y sus creencias. Hampones de charretera.

El relato es apropiado para repensar nuestra historia con motivo del bicentenario de nuestra independencia. La historia oficial, es bien distinta a la historia de los pueblos, de sus luchas, de sus resistencias.

Este enfoque, ha sido preocupación en la mente de nuestro caricaturista, el maestro Arlés Herrera, ‘Calarcá’. Los trazos de Calarcá han trascendido fronteras. No solo han recorrido campos y ciudades de la patria. También mares y montañas allende las fronteras nacionales. Y con muchos méritos y reconocimientos.

Calarcá es un hombre que lleva el sentimiento patrio en su sangre, lo conmueve la injusta. Ama, sufre y ríe, con el amor y el dolor de su pueblo. Por eso, concibió en su pluma maravillosa un nuevo relato del bicentenario de nuestra independencia. A partir de hoy, y por unas 40 semanas, esta historia tendrá desarrollo. Buena suerte y buena mar, entrañable maestro.