El mismo día que los profesores marchaban por la vida asesinaron en Mocoa, Putumayo, al rector Luis Gabriel Gómez Acosta
Miles de docentes de todo el país marcharon el pasado 25 de julio por las calles de las ciudades con un mensaje por la vida, la educación y la paz de Colombia.
Con camisetas blancas marcadas con el logo de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, los maestros salieron a las calles con el respaldo de estudiantes y padres de familia, en un firme reclamo por garantías de seguridad para ejercer la educación y pedagogía en las aulas. Pero también como un símbolo de unidad en su Federación.
Según Fecode, se denunció con indignación el feminicidio del que fue víctima el día anterior la profesora Maryen Guzmán, en Risaralda; y el asesinato en Mocoa del rector Luis Gabriel Gómez Acosta, el mismo día de la protesta. La declaración de las escuelas como territorios de paz es una urgencia, porque la situación de amenaza para los maestros del país se agudiza y el Gobierno Nacional pretende desconocer esta ola de violencia. Incluso se ha trasladado a las redes sociales, con calumnias, infamias y persecuciones contra los profesores, solo por ejercer su labor.
Las concentraciones en Cali, Cartagena, Medellín y Bucaramanga, registraron asistencia masiva con representación de los departamentos vecinos; así mismo, hubo marchas, asambleas y protestas en diferentes municipios. En Bogotá, en particular, fue una movilización con la presencia de más de 30 mil maestros, integrada por delegaciones de Boyacá, Arauca, Caquetá, Cundinamarca y, por supuesto, el Distrito. Como caracteriza al magisterio, fue una jornada en paz, destacó la Federación.
En este marco, los docentes también exigieron el cumplimiento puntual de los acuerdos con el Ministerio de Educación, una prestación digna del servicio de salud que represente mejoras en la atención y el descongelamiento inmediato del Estatuto 1278.
Fecode y la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, manifestaron su más contundente rechazo a la criminalización del derecho a la protesta. “La educación es un derecho fundamental y los maestros precisamente están defendiendo este derecho ante quienes tienen intereses en su privatización, la corrupción que busca robarse los pocos recursos designados y un Gobierno que omite sus responsabilidades”, dijo la Federación de profesores.