Inician discusiones sobre el salario mínimo 2021

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Los trabajadores no aceptan que deben perder garantías salariales para que sean creados nuevos puestos de trabajo. Foto J.C.H

La discusión está entre subir salarios para reactivar la economía o esperar una reactivación para incrementar las mesadas. Centrales obreras exigen intervención del Estado con nuevos recursos

Redacción Laboral

Con posiciones muy distantes inicia el diálogo tripartito para decidir el reajuste al salario mínimo legal vigente de 2021. Por un lado, sectores del Consejo Gremial Nacional se han pronunciado acerca de la inviabilidad de reajustarlo de acuerdo con las propuestas de las centrales obreras, y por otro, según los trabajadores un buen incremento de salarios acompañado de otras medidas ayudaría a la recuperación económica.

Desde el 13 de noviembre, de manera unificada las centrales obreras y organizaciones de pensionados presentaron sus propuestas de incremento de salario mínimo a la Mesa Nacional de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, conformada por representantes de los trabajadores, el Gobierno y los empresarios.

Las peticiones de las centrales son principalmente un mínimo básico mensual de un millón de pesos y auxilio de transporte de 120.000 mensuales; una renta básica para los millones de familias que carecen de ingresos y empleo; perdurabilidad de un salario mínimo con prioridad a las familias menos favorecidas; subsidio del Gobierno a la nómina de micro, pequeñas y medianas empresas, con restitución de empleos.

Estas medidas no repercutirán positivamente en la economía si no están acompañadas de otras como la defensa de la producción nacional, el empleo con derechos, condiciones favorables para los trabajadores y pensionados y el subsidio del Gobierno a las mypimes por el valor total de las nóminas y primas.

Además, de la derogatoria del decreto 1174 y formalización de empleos, especialmente en el sector salud.

La voz de Fenalco

Uno de los primeros en responder a las peticiones fue el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Jaime Alberto Cabal, quien en entrevista televisiva y con base en que la inflación este año estará alrededor del 2%, comentó que es muy difícil que se haga un incremento salarial similar al del año pasado y al del antepasado, que -dice- fue muy alto, porque hay que darle una oportunidad a la economía para que se recupere.

“Que podamos gozar de ese rebrote del que hablan los economistas, el año entrante se podría llegar a una recuperación del 5%. Y tal vez, el año entrante sí pensar en una nueva nivelación, pero este año con una economía cayendo del 7 al 10%, con una tasa de desempleo cercana al 20, con más de 150 mil empresas destruidas, con más de dos millones 500 mil personas que quedaron en la calle sin empleo, creo que va a ser muy difícil pensar en esos niveles. Tenemos que focalizarnos más en los desempleados que en quienes ya gozan del empleo que debemos cuidarlo”, explicó el ejecutivo de Fenalco.

En contraposición a las tesis de este gremio, Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, dice que de esa manera la economía no se va a recuperar, porque su caída será grande y su reactivación dependerá de que la población tenga beneficios que ha perdido. En este argumento se basa la propuesta de las centrales obreras que además tiene como objetivo que el Estado intervenga para ayudar en la reactivación.

“Hay quienes creen que la reactivación es sobre la base de no incrementar salarios, de no crear puestos de trabajo, de no inyectar recursos frescos a la economía. La propuesta de pagar la prima de navidad en noviembre es una reactivación con la misma plata que existe, pues claro que se aumentará el consumo en noviembre, pero hay que ver el impacto en diciembre o en enero”, explica Orjuela.

Por su parte, Fabio Arias, otro de los negociadores por la CUT, señala que las declaraciones de Cabal son las mismas que se han hecho desde el Consejo Gremial Nacional desde hace 30 años, con fracasos en la producción de empleo. “Creemos que la reactivación depende de la generación de demanda de los bienes y servicios que producen las empresas, si los trabajadores no tienen ingresos no hay forma de adquirir esos bienes. Todos los economistas del mundo han dicho que estamos ante un problema de la demanda, de que no hay compradores”, explica el dirigente sindical y agrega que buenos salarios producirán un círculo virtuoso entre producción, demanda y consumo.

Más salarios, más empleos

En contraste con las percepciones de los líderes sindicales, Cabal expresa que si el incremento salarial es alto a los empresarios les quedará muy complicado o costoso crear nuevos puestos de trabajo, porque no implica solamente el nivel de salario sino un 50% de prestaciones: “En la medida que la economía se vaya reactivando y las empresas vayan mejorando en su desempeño de ventas y en su desempeño de utilidades, seguramente será más fácil contratar a nuevas personas, pero si los costos son muy altos las posibilidades de contratación disminuyen. Hay que ser muy prudentes y pensar en que los desempleados necesitan esa oportunidad de trabajar”, indicó Jaime Alberto Cabal, quien agregó que el incremento no puede ser alto ni mucho menos el que han planteado las centrales obreras.

Sobre esta proposición, de esperar a que haya recuperación para poder incrementar salarios, el presidente de la CUT anota que si algo le debe interesar a los comerciantes es poder vender mucho. Comenta que, la gente al tener más dinero en el bolsillo, compra más, de esa manera el comerciante vende más y requiere de más empleados.

También aclara que para que eso pase debe sumarse una reactivación de los productores nacionales, y de que el Gobierno intervenga para no hacerle el favor a las importaciones; lo que explica la propuesta de las centrales de ayudar a las nóminas de las pequeñas y medianas empresas.

No obstante, no solo desde los empresarios se maneja la hipótesis de que se reduce el desempleo si no se incrementan salarios y con ese ahorro en costos laborales se crean nuevos empleos, también se hace desde el Estado. “De esa manera no hay reactivación porque no hay dinero nuevo en el mercado, por eso hablamos de renta básica a cargo del Estado como recursos nuevos que ayudan en la reactivación”, argumenta Orjuela.

Urgen nuevos recursos

Para Arias, hay que subsidiar muchos ingresos de la población y al no haberlo hecho el país demorará mucho más en reactivarse, si se compara con otros que han invertido más recursos del Producto Interno Bruto, PIB, en el subsidio de nóminas y de rentas básicas universales.

“Aquí han gastado máximo el 6,5 del PIB en subsidio de nóminas y auxilios, países como Perú han invertido el 15% y aun así tienen decrecimiento económico y desempleo, no es de la magnitud como el de Colombia. Así no se reactivará la economía, son solo paliativos, el grueso de la población seguirá sufriendo y la conflictividad social será en aumento”.

Ante la negativa a las propuestas de las centrales, se piensa que la opción en la que pueden estar pensando para la reactivación es que se dé con base en más endeudamiento con los bancos por parte de los consumidores: “Es atípico que en una crisis como esta los bancos ya lleven ganancias por más de seis billones de pesos”, indica el presidente de la CUT.

Al cierre de esta edición, en la mesa de concertación se había hecho una reunión entre sus integrantes, empresarios, Gobierno y centrales obreras, en la que se acordó una agenda de discusión que inicia el 30 de noviembre e irían hasta el 20 del próximo mes. En esta habrá un panel con expertos que analizarán la situación económica y social del país, para tener elementos de juicio en las discusiones que inician con posiciones muy distantes, lo que permite pensar que el mínimo del 2021 sería decretado.

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