El 30 de abril se celebra el día internacional de este género musical que fomenta la igualdad de género, refuerza el papel de la juventud en el cambio social, promueve la innovación artística y estimula la integración de los pueblos marginados. VOZ recomienda tres de los mejores discos en la historia del jazz
Simón Palacio
@Simonhablando
En noviembre de 2011, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, declaró el 30 de abril como el día internacional del jazz con el objetivo de “sensibilizar al público en general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre los pueblos”.
Oportunidad para la humanidad
Este año, por razones de la pandemia mundial del Covid-19, la tradicional celebración no se llevará a cabo. Sin embargo, tanto la Unesco como los organizadores de este género musical, quieren que la fecha no pase desapercibida. “Ahora más que nunca, unámonos y difundamos la ética del movimiento global del día del jazz alrededor del planeta y usemos esto como una oportunidad de oro para que la humanidad se reconecte especialmente en medio de todo este aislamiento e incertidumbre”, manifiesta el pianista y compositor norteamericano Herbie Hancock.
VOZ se suma a la iniciativa y recomienda tres de los mejores trabajos discográficos en la historia del jazz, omitiendo el sublime disco Kind of Blue (1959) del trompetista Miles Davis, recordado por este periódico en septiembre de 2019 como el mejor en toda la historia.
Ella and Louis (1956)
Dos leyendas del jazz, Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, se unieron en 1956 para elaborar uno de los discos más exitosos e importantes del jazz. Producido por el sello discográfico Verve Records y producido por el empresario del jazz, Norman Granz, conocido por sus luchas contra la discriminación racial en Estados Unidos.
Acompañados por el cuarteto del pianista canadiense Oscar Peterson, que tenía en su agrupación al contrabajista Ray Brown, Buddy Rich en la batería y Herb Ellies en la guitarra, Ella and Louis es considerado por la crítica como el pináculo de la música popular norteamericana.
Monk´s Music (1957)
El pianista Thelonious Monk, fue uno de los padres fundacionales del estilo bebop dejando una de las principales discografías en la historia del jazz. Gracias a su estilo interpretativo y compositivo, es reconocido por su estilo único en la improvisación.
Monk´s Music se grabó en el verano de 1957 en Nueva York con una alineación de lujo: Ray Copeland en la trompeta, Gigi Gryce en el saxofón alto, John Coltrane en el saxo tenor, Wilbur Ware en el contrabajo y Art Blakey en la batería. El disco es apreciado como un himno, un digno complemento de la maravilla del jazz en la década de los cincuenta.
A love supreme (1965)
Un cáncer de hígado acabó con la vida del prolijo saxofonista tenor John Coltrane. El 17 de julio de 1967 las calles neoyorkinas de Greenwich Village y West Village, lugar de reconocidos clubes de jazz, amanecieron con grafitis que exclamaban una particular tristeza: Coltrane ha muerto, ¿y ahora qué?
Con una corta pero excelsa carrera musical, Coltrane no solo compartió tarima con grandes artistas del género, sino que aportó con su creatividad y vanguardismo musical al éxito de estilos como el hard bop, el free jazz y el jazz modal.
A love supreme de 1965 es un disco espiritual, representativo por ser la búsqueda personal de pureza por parte del artista, siendo fundamentales los elementos de libertad armónica que influenciaron no solo al jazz, sino a la música occidental en los sesenta. Es un viaje de sonidos en la búsqueda del amor supremo del jazz.
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