
Los sectores democráticos se preparan para rescatar la capital de las manos de los empresarios que ven en la ciudad un negocio y no una oportunidad de derechos humanos
Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada
La capital del país ha transitado por una de sus peores experiencias en términos administrativos. Las críticas sobre el papel del actual mandatario han venido desde varias instituciones de control del Estado, pero sin lugar a dudas, las más fuertes ha sido las de la misma ciudadanía. La actual administración no solo no llenó las expectativas de sus habitantes, sino que, además, retrocedió en términos de derechos y garantías en la calidad de vida de las personas.
El próximo mes de octubre, Bogotá se disputa, en medio de una profunda crisis social y económica, el remplazo de Peñalosa y de su nefasto papel. VOZ, ha venido dialogando con algunos precandidatos que se ubican en el ala democrática y que se perfilan como los candidatos de una ciudad más humana, solidaria y de cara al desarrollo en igualdad en todos los sectores de la capital.
La alternativa para Bogotá
Jorge Rojas, es uno de esos candidatos. Según comentó a este medio, su disciplina es una de sus grandes virtudes. Esa disciplina es la que lo ha llevado a alcanzar parte de sus metas. En su juventud, siendo líder estudiantil, fue uno de los 10 mejores bachilleres del país, y destacado en su proceso de formación universitaria. Jorge, estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Córdoba, pero su inclinación por las humanidades la combinó con el estudio de la comunicación y el periodismo, del cual se graduó en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Fue director de noticias Todelar, RCN y Caracol Radio en Montería. El periodismo crítico y su pasión por la defensa de lo justo, lo llevó a vincularse de lleno al mundo de los derechos humanos, en el cumplimento de esa juiciosa tarea, le otorgaron el premio International Humanitarian Award en el 2004. Igualmente, fue el secretario de Gobierno y de Integración Social de Gustavo Petro, con él y otros liderazgos fundaron la Colombia Humana.
Hoy, con su recorrido académico, con el reconocimiento por su labor social, y con una importante experiencia en una administración distrital, pretende ser el próximo alcalde de la capital.
–Hay algo que llama mucho la atención sobre los seis puntos que aparecen en la página web de Jorge Rojas Alcalde, es el ambiental, un tema muy defendido por la ciudadanía en Bogotá. Pero, ¿La propuesta de Rojas en qué se diferencia con la de los demás candidatos y la del actual mandatario de Bogotá?
–La diferencia está en el objetivo del programa y en el caso de nuestra campaña y programa, estamos hablando de Bogotá Viva, un concepto más amplio, dinámico, dialéctico, si se quiere, de entender las nuevas realidades de la política que integra al ser humano, la naturaleza y la democracia. Bogotá Viva es reconocer al ser humano desde su dignidad y sus derechos desde que nace hasta que muere, eso implica que lo que hemos aprendido a hacer en el gobierno de Bogotá, en los últimos doce años de gobiernos alternativos, tiene plena vigencia porque se necesitan los derechos de la primera infancia, de la adolescencia, de las personas en sus diferencias étnicas, de capacidades, de género y en la vejez, y el distrito tiene la obligación de entender las situaciones de mayor vulnerabilidad, eso no se va a cambiar, se va a retomar, porque tenemos una caída de todos los índices de pobreza en Bogotá en los últimos tres años y medio.
El segundo aspecto tiene que ver con la naturaleza, con el agua, con el territorio y con los alimentos que consumimos. Ya no podemos pensar la política solo como elemento antropocéntrico en donde solo es el ser humano. En tiempos de cambio climático y de codicia del capital para arrasar con la naturaleza con la idea de que así se producen riquezas y se generan ganancias, hay que ser más amplios. No se puede pensar en una ciudad en la que haya gente con derechos, pero que no haya aire para respirar, no se puede pensar en una ciudad donde hay más igualdad social, pero no tenemos la capacidad de cuidar el agua que es lo que nos garantiza la vida. Un ejemplo, la reserva Thomas Van der Hammen, que es el equilibrio ecológico de Bogotá, la estructura ecológica principal, si le ponemos cemento a la reserva en unos 30 años no vamos a tener agua en Bogotá, entonces así no se puede hablar de desarrollo, hay que poner los temas de la naturaleza como el derecho al agua, el derecho al río, el derecho de la tierra, el de los páramos como parte de un conjunto de derechos que nos hacen seres vivos; es un concepto más bioecocéntrico de la política.
–¿Cómo se vincula la democracia a ese concepto de Bogotá Viva?
–La democracia se vincula allí porque estamos hablando de seres humanos de la política, que quieren un aire limpio, agua y territorio, necesitan relacionarse, y relacionarse es reconocer el poder de las comunidades, del territorio y creo que en eso tenemos un déficit grande incluso desde la izquierda, tenemos que construir poder, darle poder a las comunidades. La democracia no es solo votar, la democracia es participar, es decidir, entonces, lo que va a dinamizar este programa de gobierno es una comunidad que participa, unas ciudadanías que tienen identidad, que tienen propuestas, participan y también deciden.
Bogotá Viva, es en esencia una ciudad incluyente, democrática, productiva, que vive, trabaja y ejercita la cultura 24 horas, que le da opción a la gente para vivir en la ciudad, que distribuye mejor su riqueza, que atiende a las personas con mayor vulnerabilidad, pero que avanza como una ciudad que se proyecta con justicia social hacia el futuro.
–¿Cómo se vincula el Páramo de Sumapaz y la ruralidad a ese programa?
–Cuando hablamos de territorio hablamos de los páramos, de los cerros orientales, del río Bogotá, los ríos en general. Y en el caso específico del Sumapaz quiero decir que uno de los elementos del programa de gobierno está pensado en la ruralidad y esa ruralidad está pensada en relación a la producción de alimentos, también de protección de esa región, pero también en relación a que no es muy grande pero que sigue siendo marginada y discriminada y fácilmente podremos contribuir a mejorar las condiciones de vida de estas personas
–Bogotá ha aumentado sus niveles de pobreza en los últimos años. ¿Qué le propone la Bogotá Viva, a la Bogotá pobre de Peñalosa?
–En el año 2011 la pobreza multidimencional que es la mejor manera de medir la pobreza, llegaba al 11. 6 % y en 2015 cuando terminó Bogotá Humana era del 4.6%, en términos muy concretos eso indica que nosotros sacamos a 500 mil personas de la pobreza, es decir que las personas tenían la posibilidad no de un ingreso monetario simplemente, sino además de derechos adquiridos que le permiten mejorar su calidad de vida. Un ejemplo, nosotros abrimos los jardines nocturnos en Bogotá, que es la única experiencia en América Latina. Estábamos pensando en que, hay mujeres que trabajan de noche, que la mayoría son cabeza de familia y tienen hijos e hijas y no tienen donde dejarlos y nosotros les ofrecimos desde el Estado un lugar para protegerles mientras sus madres trabajan.
–Algunas personas dices que son regalos para hacer política, ¿qué piensa de eso?
–No son subsidios para regalarle a la gente como nos acusan, es que el Estado les debe garantizar a esas personas condiciones dignas, que contribuyan a mejorar su calidad de vida, además de recibir el ingreso monetario que significa su trabajo.
Lo mismo pasó con el subsidio que se otorgó y que se mantiene por suerte, del mínimo vital de agua, lo mismo pasa con la Hora Valle o los subsidios en Transmilenio, la congelación de sus tarifas, si la gente paga menos en transporte, en un jardín infantil, si hay personas que requieren de una comida caliente y el Estado se la brinda mientras trabajan, pues estamos mejorando la calidad de vida de la gente y eso fue lo que hicimos y es lo que vamos a volver a hacer en la Bogotá Viva.
–Dentro de la propuesta de una ciudad con garantías y derechos de 0 a 100 años se habla de los cuidados de la primera infancia ¿Piensa articular la experiencia que ya vivió con los jardines infantiles a su programa?
–Nosotros iniciamos el gobierno de la Bogotá Humana atendiendo alrededor de 59 mil niñas y niños menores de cinco años, que es la parte más vulnerable dentro de la vulnerabilidad que implica la primera infancia, y cuando terminamos eran 183 mil. Nos dicen que no hicimos mil jardines, no, hicimos fue una revolución, triplicamos la atención de primera infancia. Y, además de una atención en términos de afecto, en formación, también fue nutricional, por eso no se murieron niños o niñas por desnutrición en Bogotá.
Para ese entonces, la Procuraduría General de la Nación tiene la obligación de hacer una evaluación cada cuatro años de todos los alcaldes de Bogotá, para saber qué hicieron con la primera infancia. Ustedes saben quién era el procurador y este aplicó los indicadores, 180 indicadores y el resultado es que Bogotá cumplió y superó todas las metas y fue la única ciudad del país que lo hizo. Nos tuvieron que felicitar por el tratamiento de la primera infancia.
–Dicen que algunos concejales de la ciudad decían que ustedes le estaban alcahueteando a las mujeres, ¿eso es cierto?
–Sí, algunos concejales nos acusaron de que Bogotá Humana estaba alcahueteando la sinvergüencería de las mujeres, bajo la idea de que una mujer de noche qué hace. A mí me tocó explicarles a los concejales que Bogotá es una ciudad que vive las 24 horas del día, que Bogotá tiene una fuerza laboral femenina nocturna muy grande, por ejemplo, ¿quién hace el aseo de los buses de Transmilenio entre las 12 y las 4 cuatro de la madrugada, ¿cuántas mujeres jóvenes cabeza de familia trabajan en seguridad privada? Y los a propios concejales les dije: “ustedes llegan a las 3 o 4 de la mañana a su casa y seguramente encuentran en la recepción de su edificio a una mujer joven y nunca le han preguntado si tiene hijos y mucho menos le han preguntado dónde están los niños mientras ellas trabajan”.
–Bajo ese precedente, ¿Cuál es la proyección que le plantea a la ciudad para este nuevo gobierno?
–Vamos a trabajar de acuerdo a la evaluación de la pirámide poblacional en Bogotá, porque llegamos a atender con la Secretaría de Educación 257 mil niños y niñas menores de cinco años, la meta eran 360 mil, creo que debemos retomar porque hemos retrocedido y garantizar que llegamos a los niños y niñas que lo necesitan en Bogotá. Pero, hay una realidad, ahora hay menos niños y más viejos, Bogotá envejece. Alrededor de 960 mil personas en la capital, son mayores de 62 años, la mayoría no tiene una pensión y nosotros tenemos que atender a esa población. Así que la prioridad nuestra va a ser también la población de adulto mayor. Y dentro de esa prioridad, como siempre, las personas en condiciones de discapacidades diferenciales, entre otros.
–El nuevo código de policía ha generado mucha polémica por estos días. Las denuncias de la gente hablan de abusos y arbitrariedades. ¿Cómo manejaría Rojas como mandatario de la capital esta situación?
–Hacerle caso al Director General de la Policía, que mandó una circular a todos los comandantes diciendo que la policía no está para perseguir a los ciudadanos y menos por comprar una empanada, porque eso hace que se deslegitime la policía, se llena de demandas y se pierde la relación de confianza con las y los ciudadanos. El director de la policía se dio cuenta del error que están cometiendo, pero ¿quién manda a la policía en las ciudades?, los alcaldes. Entonces, la decisión de Peñalosa es perseguir, aprovechar el Código de Policía, interpretarlo para perseguir.
El alcalde de Bogotá no puede cambiar el Código de Policía, pero sí lo puede regular sobre la base de los derechos de la gente, el derecho a trabajar, el derecho de los vendedores y vendedoras informales. Una policía pensando en las y los ciudadanos, respetuosa de los derechos humanos, ambientalista, bilingüe para el turismo, cercana a la ciudadanía. Pensamos construir un espacio, elaborar un pénsum de formación que se debe consultar con la dirección general, siempre se ha dicho que la policía no protege y sí tenemos que tener una policía que proteja a las y los ciudadanos.
–Cuando Jorge habla de una ciudad de oportunidades en la Bogotá Viva, ¿de qué clase de oportunidades está hablando?
–A los jóvenes los estamos arrinconando, la policía los persigue, los ve caminar por cualquier lugar y de una es la requisa, pero también hay un déficit en educación superior. La gente en la calle nos dice, tengo un hijo de 18 años que no ha podido ingresar al Sena, no hay cupos. Nosotros hemos dicho, debemos fortalecer la universidad pública para nuestros jóvenes. Debemos incidir para que sea la educción la que garantice la igualdad de la sociedad en Bogotá, si preparamos a la gente, la gente tiene la posibilidad de innovar, de trabajar de participar. Y, por ejemplo, eso lo podemos lograr con un sistema de educación en el distrito, en ese modelo debe estar una facultad de medicina, ligada a la innovación tecnológica, ambiental.
–¿Qué pasará con los derechos de las mujeres en su administración?
–Como secretario de Gobierno de Bogotá, me tocó presentar el proyecto de acuerdo que crearía la secretaría de la Mujer. Fue un acuerdo de la administración de Petro con las mujeres de la ciudad. Ahí pensábamos en derechos y en protección hacia la mujer. Esa secretaría de la Mujer hoy adolece de recursos, nuestro propósito es doblar esos recursos para proteger sus derechos y garantizar el tema de la igualdad, brindar más espacios como los Centros de Atención Integral Penal a Víctimas, Capiv para ampliar las posibilidades de que las mujeres denuncien los abusos.
–La Unión Patriótica anunció el apoyo a Jorge Rojas Alcalde, lo cual representa un importante músculo para la campaña, ¿qué otras fuerzas se han sumado a la campaña y cómo va la convergencia?
–Nosotros hemos logrado convocar nuevos liderazgos a nuestra campaña, activistas del medio ambiente, docentes, pero también llegó la Unión Patriótica, y también vienen otros sectores liberales, conservadores y cristianos. Pero, además esta candidatura va de cara a una convergencia. La noticia que le damos a los lectores de VOZ es que hay un acuerdo entre la Alianza Verde, el Polo Democrático, el Mais y la Unión Patriótica, para que con la Colombia Humana presentemos una consulta interpartidista el 26 de mayo, en esa consulta estará Jorge Rojas. Yo lo que puedo asegurar es que, quien gane esa consulta será el próximo alcalde de Bogotá.
–¿Qué va a pasar con el tema de la movilidad en Bogotá?
–En temas de movilidad no vamos a improvisar en temas de movilidad porque dedicamos cuatro años de Petro, para estructurar una propuesta que esta lista y se llama metro subterráneo, que tiene estudios que nos costaron 137 mil millones de pesos, que están abalados por el banco mundial y que solo hay que volverlos a poner en el centro de la política de movilidad en la ciudad. El metro que propone Peñalosa es un trencito alimentador de buses de Transmilenio que no resuelve el problema de movilidad de la ciudad y que es más caro, cuesta 13.8 billones de pesos y más corto, tiene solo 16 estaciones y no transporte el mismo número de pasajeros que el metro subterráneo, el metro elevado de Bogotá es un engaño a la ciudad. Si dejan licitado el metro, tendremos que revisar esa licitación. Yo quiero llamar a la ciudadanía a estar atentos, y a que nos movilicemos, porque están tratando de acelerar los procesos licitatorios del metro, de la urbanización de la reserva forestal, del ecoicidio en los cerros orientales, es decir, está creando las condiciones para dañar la ciudad por mucho tiempo, por eso, nos va a tocar hacer campaña y movilizarnos al mismo tiempo.