José Martí: Homenaje al gran pensador

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Renata Cabrales
@RENATARELATA 

A partir del pasado 15 de enero comenzaron, en La Habana, las actividades en conmemoración del natalicio (28 de enero) del héroe cubano José Martí.

Con la visita del Primer Ministro de Belice, Dean Oliver Barrow, se inician los actos de homenaje a quien se le recuerda además, por su fina pluma de escritor y poeta.

El primer acto conmemorativo a Martí, del Primer Ministro de Belice, consistió en rendir un sentido tributo ante la estatua de mármol del Apóstol en compañía de Eugenio Martínez Enríquez, director general de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

José Julián Martí Pérez, La Habana, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, 19 de mayo de 1895, es considerado Héroe Nacional de Cuba, debido a su lucha independentista, a su internacionalismo y proyección universal que lo convirtieron en el más grande pensador y político latinoamericano del siglo XIX. Su gran obra se ha convertido en una fuente imprescindible para el conocimiento de la historia del pueblo cubano debido, debido a su incomparable nivel intelectual, su vasto conocimiento y la diversidad de géneros literarios y periodísticos que dominaba.

En 1862, siendo apenas un niño, su padre, Don Mariano Martí había sido nombrado Capitán Juez Pedáneo del partido territorial de Hanábana, jurisdicción de Colón o Nueva Bermeja, en la actual provincia de Matanzas, y allí lo lleva y este conoce los horrores de la esclavitud, lo que hace florecer, de manera precoz, su empatía y humanismo.

Tres años después, al regresar a su lugar de origen comienza la escuela primaria y conoce entonces a uno de sus grandes maestros, Rafael María de Mendive, quien dejará en su memoria huellas imborrables, debido a su ejemplo como patriota, poeta y maestro.

A los 13 años, el mismo Mendive consigue su admisión en el Instituto de Segunda Enseñanza Obispo No. 8. Siendo apenas un estudiante adolescente toma conciencia de la situación de su país y recuerda entonces las palabras premonitorias de su padre:

“Porque a mí no me extrañaría verte defendiendo mañana las libertades de tu tierra”.

El 19 de enero de 1869, un par de meses después del Alzamiento de La Demajagua y en medio de la coyuntura de la “Libertad de Prensa” decretada por el Capitán General en la Isla, Domingo Dulce Garay, crea, al lado de su gran amigo, Fermín Valdés Domínguez, un periódico, al que llamaron El Diablo Cojuelo que vendría a ser su primera forma de manifestarse contra el régimen colonial y en pro de la independencia de la isla. Fue en la única edición del periódico que publicó su poema dramático, Abdala: ¡Nubia venció! Muero feliz: la muerte poco me importa, pues logré salvarla (…). ¡Oh, qué dulce es morir cuando se muere luchando audaz por defender la patria!

Destierro

Desterrado y enviado a Madrid por su rebelión contra la colonia española, es testigo de las torturas a las que son sometidos sus compañeros de viaje y estando en Madrid es testigo además, de un sistema colonial cuyos gobernantes manifiestan particular desprecio hacia el pueblo cubano.

En 1871, se publica entonces, Castillo y El Presidio Político en Cuba, dos obras que denuncian las terribles condiciones a las que eran sometidos los cubanos que tan entonces condenados por las autoridades coloniales. Con apenas 18 años de edad, Martí ya demostraba, a través de sus escritos su compromiso con la causa independentista del pueblo cubano.

A su regreso de España se radica en México donde colabora con el periódico El Socialista, órgano ideológico del Gran Círculo Obrero de México. El 4 de junio de 1876 la sociedad Esperanza de Empleados del Distrito Federal, lo nombra delegado al Congreso Obrero que iniciaría entonces en la capital del país Azteca.