Juanes NO en Rock al Parque

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Federico García
@garcianaranjo 

No creo en el debate sobre la pureza del rock, debate más que superado porque sabemos que el verdadero rock terminó con Queen y desde entonces se ha convertido en un sonido o una referencia estética más que en un género musical definido. Por eso en Rock al Parque han tenido cabida artistas que, si bien no son “rockeros”, sí representan una sensibilidad musical y humana que es, en últimas, la que reivindica el Festival.

Porque eso sí es el rock, o el rock and roll, entendido como una actitud ante la vida: una forma de asumirse en el mundo desde la contestación al orden existente y desde un vivir cada minuto de la vida de manera diferente a la impuesta por el pensamiento hegemónico. En resumen, el rock es desobediencia.

Por ese motivo digo No a Juanes en Rock al Parque. Ya no. Juanes no representa eso, al menos desde hace más de veinticinco años cuando lo abandonó. Vale decir que su banda Ekhymosis logró convertirse en una de las agrupaciones de trash metal más respetadas de Medellín. Publicó dos discos sencillos pagados del propio bolsillo y ambos tienen un sonido compacto y con carácter. Sus letras, como correspondía al momento –uno de los más violentos en la historia de Colombia y en particular de Medellín–, son de denuncia y resistencia frente al espeluznante fenómeno de asesinato de jóvenes en la ciudad.

Pero en 1993 ocurrió la debacle. Publicaron el álbum “Niño gigante” que, si bien no es un mal álbum, tiene el caballo de Troya de la canción Solo, que fue éxito nacional y que hizo con el álbum y con el grupo lo mismo que había hecho More than words con Extreme en 1991: tirárselos. Dos buenas bandas de metal firmaron su sentencia de muerte: Extreme porque desde ahí nunca volvió a sonar y Ekhymosis porque se convirtió en una banda de carrilera-pop.

Lo demás es conocido: en 1999 Juanes se retiró de Ekhymosis y de la mano del mánager Fernán Martínez lanzó su carrera como solista. Martínez, quien es un genio de las relaciones públicas, logró posicionar al paisa como uno de los cantantes latinos más reconocidos en el mundo, hasta 2010 cuando lo abandonó y lo condenó al olvido. Desde entonces hemos visto a Juanes promoviendo conciertos y poco más…

Ahora se aparece en Rock al Parque y nos lo venden como la gran novedad. Me opongo a Juanes en el Festival no por su uribismo vergonzante, ni por su carrilera-pop, ni siquiera por su frivolidad. Me opongo porque Juanes es un obediente que representa la lambonería con el poder. Juanes no es rock and roll.