Entrevista con el artista Arlés Herrera, Calarcá, alma del Festival Internacional de Caricatura: El agua tiene memoria. El evento se desarrolló en la ciudad de Bucaramanga del 23 al 26 de agosto pasados
José Ramón Llanos
–¿Cómo surge la idea de un festival de caricatura en Bucaramanga?
–La asistencia mía a una reunión de defensores del Páramo de Santurbán, en el momento que se estaba hablando del problema de la minería como contaminador del agua, se me ocurrió que podría hacerse una muestra similar a la que se había hecho en Calarcá sobre la minería. Y cuando yo anuncié la idea, fue de inmediato recibida con un gran aplauso. Esa reacción positiva por parte del público me entusiasmó. Más adelante surgió la idea del evento sobre el agua. En esa sede del Sindicato del Acueducto se hizo la exposición de las caricaturas que habían llevado a Calarcá. En Bucaramanga no habían visto una exposición de caricaturas de ese tamaño y eso alentó mucho el ánimo de la gente, de inmediato fue acogida otra propuesta, convocar a nivel internacional a los caricaturistas de los cinco continentes, a un festival de caricatura en defensa del agua, en defensa del páramo y más adelante nosotros le agregamos en defensa de la vida y de la paz.
–¿Cómo lograste la colaboración de tantas mujeres en Bucaramanga?
–Me gané el corazón de las mujeres, me lo han expresado ellas. Afortunadamente me topé con un grupo de mujeres de Corambiente una organización que tiene que ver con la pedagogía, con los campesinos y la siembra de cultivos para una forma de vida de autoabastecimiento. En fin, tienen toda una filosofía y actividad encaminada a la formación de valores, en la población campesina, con mucha influencia de la mujer. Especialmente de estas mujeres de Corambiente.

Riveros.
–¿Quiénes son las líderes de Corambiente?
–Las hermanas Clara Ester y Mónica Martínez, y María Fernanda Reyes, tres mujeres uno A, por su profesionalismo, su responsabilidad, y su capacidad de trabajo. Esto me fortaleció desde luego y si no hubiera sido por estas tres mujeres, se hubiera hecho, pero no de la magnitud y convocatoria lograda. Al lado de este núcleo de mujeres, aparece un grupo de mujeres que lidera la compañera Amparito Pimiento, que tiene una organización que se llama Confluencia de Mujeres para la Acción Cívica. Ellas son mujeres muy cultas y muy conocedoras del problema del medio ambiente. Debido a eso la intervención de la compañera Amparito tuvo esa gran profundidad, ellas son estudiosas de ese tema, lo conocen muy bien. Ese acercamiento con esa organización, también fue otro soporte maravilloso, hicimos un acto con ellas, digamos de estímulo. Por eso, en una reunión de mujeres propuse una muestra de caricatura sobre el problema de violencia de género, y me dijeron, ¿cómo? Les dije vamos a mandarle el sablazo al Museo Zapata de México, que lo dirige, a Arturo Kemchs.
Hablamos con Kemchs y de inmediato mandó setenta, esas setenta caricaturas quedaron en manos de las compañeras de Confluencia de Mujeres para la Acción Cívica y las exhibieron el 8 de marzo por los diferentes barrios y en la universidad. Esas fueron las actividades previas al festival.
–¿Hubo algunas otras actividades previas al Festival?
–Otro preámbulo, fui invitado a hacer una exposición personal en la Sala de exposición Rafael Prada Ardila, uno de los artistas connotados de Santander, ya fallecido. La exposición fue el 5 de julio. Llevé una exposición de treinta cinco piezas, Esta exposición fue auspiciada y montada por la Universidad. Esa exposición tuvo una gran recepción por parte del público. Además, contó con la participación de una agrupación musical llamada Fusade. Los cuales me acompañaron en la exposición.
Posteriormente presenté la propuesta del Festival Internacional de Caricatura e inmediatamente acogida por la Universidad Industrial de Santander, UIS.
Entonces hice los contactos a nivel internacional, con México, Calicomix, Fundación Ricardo Rendón, España, Marruecos, Rusia, Japón, entre otros, todas las organizaciones internacionales respondieron positivamente. En esta convocatoria una de las cosas que me generó una emoción particular fue la presencia de Marruecos, Nahi Benahi, presidente de la Feco, Federación de Caricaturistas, quien nos envió cien obras, del tema en defensa del agua. Me emocionó por la rapidez de su respuesta, esto nos demuestra que en el mundo no solamente Marruecos sino en muchos otros países, como Brasil, Portugal, España, Francia, Rusia, Japón, los caricaturistas están motivados en la defensa del agua. Hay una movilización especial de los caricaturistas jóvenes en defensa de la Pachamama.
–¿Cómo valoras los debates y conferencias en la Universidad, qué destacas de allí?
–Hay coincidencia de todos los participantes: hay que defender la tierra, el agua. Y hay que actuar, no solamente en la parte teórica. Hay que, organizadamente, actuar con beligerancia.
En cuanto a la radicalidad de las intervenciones, Aída Avella fue la más beligerante. La compañera Ati Quiwa habla desde su cosmovisión, pero ella también considera que hay que actuar rápidamente, porque por ejemplo en el Páramo de Santurbán… ese es en esencia lo que los distintos participantes plantearon. Los líderes y las compañeras dijeron en lenguaje popular, menos carreta y más acción. Porque los enemigos del medio ambiente si están accionando.
Voy a volver a Bucaramanga para hacer un balance del evento. Los más comprometidos con la organización están muy entusiasmados y hacen una valoración altamente positiva. La gente ha dicho que la sacamos del estadio. Esa es una valoración altamente positiva.
–¿Cómo valoras la participación de los jóvenes?
–La juventud es la más interesada en este tema de la caricatura. Piden que se haga una escuela de caricatura, exigen talleres de caricatura.
–¿Crees que tienes posibilidades de hacer una escuela de caricatura?
–Precisamente en el balance vamos a identificar las posibilidades de esa escuela. Incluso participaron tres jóvenes caricaturistas de Bucaramanga. Los jóvenes quedaron muy motivados. El caso es que hay un interés por ese proyecto. Para eso se requieren unos esfuerzos mayores. Vamos a plantear a la Universidad para ver qué opina.