Sobre la carta de William Ospina al Presidente Maduro

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Omar León Muriel Arango

Desde hace tiempo, leemos la maravillosa prosa del gran escritor, poeta y novelista, William Ospina, con agrado y dedicación para obtener los mejores resultados de sus democráticos y estudiados conocimientos durante su loable y amplia trayectoria literaria. Debo decir, también, que es imposible coincidir en un 100%, en cualquier tema a tratar, incluso en campos científicos por razones culturales, de desconocimiento, de evoluciones constantes y rápidas de la realidad.

En el caso concreto de LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA EN VENEZUELA, permanecemos de acuerdo en la gran mayoría de los conceptos y apreciaciones como hombres sensibles, defensores de los más vulnerables y protectores de la cadena biológica. Los avances, logros y beneficios a favor de los desposeídos y excluidos por siglos, del reparto patrimonial venezolano, han superado niveles que nunca gobierno alguno lo hubiera imaginado y menos en este infrahumano sistema neoliberal, depredador, corrupto, despojador del capital social para acrecentar riquezas individuales y concentrarlas en unos pocos, minimizador del estado como protector del ciudadano y desregulador de bienes.

Repugnante e inviable de cualquier sociedad, que 8 multimillonarios tengan lo que poseen 3.600 millones de habitantes en el mundo. Mil millones de hambrientos, más de 65 millones de refugiados de los cuales, el 51% son niños. El capitalismo neoliberal no resiste ningún examen de orden humano. Con mucha razón los economistas lo denominan capitalismo salvaje.

En escasos 18 años, con normatividad de la llamada Democracia Liberal, el Chavismo logró la victoria y es un gobierno elegido popularmente. En este corto periodo, la Revolución Bolivariana, ha reducido la pobreza de 55.6%, en tiempos de Rafael Caldera, al 26.5%, en el 2011. La extrema pobreza que se mantenía en el 25.5% de la pobreza, se redujo a 7%. La gratuidad en educación y salud se hizo realidad. El 28 de octubre de 2005, la UNESCO declaró a Venezuela como territorio libre de analfabetismo. El negocio y el privilegio de la salud y la educación pasaron a ser un derecho de todos los venezolanos y extranjeros que vivían en Venezuela. La Revolución, ha entregado un millón de viviendas gratis, ha creado 42 universidades. El deporte cuenta con la Universidad Iberoamericana y con ministerio del poder popular. Se ha creado tecnología satelital para comunicaciones, prevención de desastres y planificación del territorio. La jubilación laboral se estableció a los 60 años, único requisito para adquirirla. El transporte está ampliamente subsidiado, densas autopistas y red de carreteras que cubren el territorio nacional, cuenta con un sistema masivo de transporte, 4 Metros, sistema de Trolebus, Metrocable y Cabletren. Subsidios en servicios públicos y alimentación, entre otras garantías de la revolución.

La caída del precio del petróleo y el afán desmedido, no planificado, otorgador y subsidiador de la población, causaron una balanza económica desfavorable para el país. Estos reveces y errores del Socialismo incipiente permiten a la derecha atacar en todas las formas, como perversamente lo acostumbra. Se dispone y fortalece una guerra no convencional, hasta el punto de bloquear por alimentos y medicinas a los venezolanos.

Las importaciones que hacían y deberían realizar los mercaderes dentro del libre comercio, al versen limitados en sus actos gananciales, por el gobierno Revolucionario, dejan de abastecer los distintos mercados. La elite ni transige, ni acepta los cambios y las transformaciones que liman la pobreza en cualquier país. Aprovecha el descontento de los que recibieron regalos y subsidios del otrora país, económicamente, en abundancia. La manipulación a la población se hace fuerte y extensiva. Con pagas de 200 mil y 300 mil bolívares a los revoltosos, han llegado a extremos del homicidio. Incendios, saqueos, robos, desalojo de mujeres preñadas y niños recién nacidos del Hospital Materno Infantil llamado, Hugo Chávez.

Han generalizado una violencia con la complicidad de las mentiras mediáticas, los paramilitares, delincuencia común, contrabandistas, narcotráfico y especuladores; que actúan con dolo contra una sociedad que solo defiende el socialismo en gente de una idiosincrasia pacífica y solidaria.

Más de 5 millones de colombianos se benefician de las bondades de la Revolución. Ocurre, entonces, una lucha por derrocar el gobierno de Maduro y éste a no dejarse. Ciertos dirigentes de la derecha se encuentran en la cárcel por dirigir y fomentar el desorden público con cacerolazos y marchas que desembocaron, la primera vez, en 43 homicidios y en esta oportunidad se repite el número de homicidios.

En el trasfondo un imperialismo que apoya la derecha, esperando volver al poder y obtener de nuevo, de su lado, con un presidente de las oligarquías, el país con más reserva petrolera del mundo. Este es el consabido juego de las elites con el que han sometido al mundo durante siglos. En cuanto a la carta del maestro Ospina, solicita: 1° convocar a las elecciones regionales aplazadas, 2° fijar las fechas de las elecciones presidenciales, 3° conceder amnistía presidencial a los prisioneros por causas políticas y, 4° revocar la inhabilitación de líderes de la oposición. Esto podría ocurrir, tal vez, en un país de derecha, democrática, ética, humanista y progresista, pero estamos a años luz de ese talante reconfortado por el criminal sistema neoliberal.

Estupendo sería, contar con una derecha racional, respetuosa de la dignidad humana, para que unidos con la izquierda construyamos un mundo mejor para todos. Ese es el reto. Esa es la utopía. Pero tendríamos que reinventarnos culturalmente y cambiar el ADN de quienes niegan el humanismo con sus gravísimas consecuencias.

La oposición venezolana con la derecha internacional al frente acabaría a raja tabla con los logros de la Revolución Bolivariana. La derecha venezolana en su transcurrir político ha demostradolas ansias de reversar lo obtenido por la Revolución Bolivariana y terminar con ella, incluso, ya se dio el secuestro de Chávez, el cual fue rescatado por las fuerzas revolucionarias. El señor presidente de facto que nombró la derecha en 2002, Pedro Carmona, se encuentra asilado en Colombia. La derecha es muy solidaria.

Experiencias como la chilena, la cubana, la argentina, nos demuestran plenamente que la derecha es absoluta y que su enemigo fundamental es la izquierda. En Colombia “harían trizas los acuerdos con la FARC”, en caso de ganar las próximas elecciones presidenciales.   En Venezuela no hay presos políticos, fueron juzgados y condenados con pruebas. Lo que sí hay es, políticos presos. Como los hay en Colombia, claro que faltan. Las revoluciones son tan difíciles de alcanzar y tan beneficiosas para los pobres del mundo, que se tienen que defender con el mismo fervor que tratan de destruirlas, con la muerte, porque los poderes impositivos no se detendrán en destruirlas.

omarmuriel@hotmail.com