La comunicación en el ejercicio político

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Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía. Lenin.

Carolina Tejada

El desarrollo sistémico del capitalismo en el mundo contemporáneo, ha ido avanzado con nuevas y diversas formas de acumulación. Estos avances se traducen también en el aprovechamiento del avance científico tecnológico, las pequeñas tecnologías, y su fusión con los monopolios empresariales de la comunicación, cuya función obedece a una lógica de poder imperialista y su sentido enajenador en el mundo globalizado.

La sistematicidad de una dictadura de la información o dictadura mediática, como parte del ejercicio de dominación social y cultural, se traducen en la creciente cultura del dinero, del individualismo, el sálvese quien pueda, propias de las prácticas del sistema capitalista, las cuales se han ido naturalizando en la sociedad, a través de la alienación y de la falsa conciencia promovidos desde las grandes cadenas de comunicación, instrumento del poder hegemónico imperante.

Tal y como señala Carlos Marx, en la ideología, la clase que contenga la disposición, los medios para la producción material, dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual. En este sentido, la enajenación mediática promovida desde dichos monopolios de la comunicación, -prensa escrita, TV, radio, internet- al servicio de las clases dominantes, se expresa en los estratégicos mensajes y contenidos, construidos para promover emociones y sentimientos en la población, convirtiéndose en el ejercicio más ampliamente difundido y en razón de justificar, de naturalizar la explotación del ser humano en sus diversos niveles de la vida.

Los medios ocultan la verdad, justifican la violencia cuando proviene del poder económico y político imperante. Con la saturación de la información crean la falsa idea de que todos estamos informados, a través de contenidos que dan la sensación de desprotección, de miedo y terror, generan la necesidad de vigilancia y control del Estado, y promueven la conciliación de clases.

Costo beneficio en los mass media

Además de ello, y casi que de manera invisible, las grandes empresas de la comunicación, funcionan con grandes niveles de explotación laboral, lo cual se expresa en las largas jornadas de trabajo de los profesionales de la comunicación; fotógrafos, editores, camarógrafos, periodistas etc. con contratos laborales con bajos ingresos salariales, condicionados a demás a lo que la empresa de comunicación, desee que se informe, cómo se informa y a quién se informa. Aquí los profesionales son tratados como maquilas de la información, y poco o nada dedican a una labor profesional en donde la inversión en el tiempo y disposición de recursos implique un trabajo profesional diferente a los intereses relacionados para mantener el estatus quo.

Un debate sobre el mundo de la comunicación

Con el avance de la globalización, entender el mundo de la comunicación política, es comprender la necesidad de alimentar un terreno para la disputa ideología por el poder.

El momento hoy llama a pasar de una crítica teórica a una crítica práctica, enfocadas a la formulación de nuevos y diversos contenidos, al fortalecimiento de los medios alternativos críticos, que promuevan en la sociedad, otras formas y lecturas del mundo en el que vivimos, y que pongan en el orden del día, la necesidad de la emancipación social.

Esta tarea demanda de toda la capacidad y creatividad de las fuerzas democráticas, que inste a revolucionar el mundo de la comunicación, de la información. Es preciso insistir en un proceso contundente, pensar en nuevas y diversas geometrías de la comunicación, pasar del mundo acartonado, tradicional en la izquierda, a uno en el que se piense actualizado, moderno, sencillo y ágil en sus contenidos para llegar a hacer mella en el presente escenario ideológico.

Organizarnos para el momento actual

Urge el fortalecimiento del debate y de la formación en clave de la comunicación política. Así mismo  plantearnos un sincero debate sobre la pertinencia de un espacio que permita a corto, mediano y largo plazo,  abordar los debates correspondientes en lo político, en los avances en el mundo de la comunicación, la coyuntura mediática y en la necesaria planificación que articule en un mismo espacio, elementos como: la agitación y propaganda, promoción y difusión del semanario VOZ como eje articulador de iniciativas de radio y audiovisuales, oficina de prensa, productos audiovisuales, redes sociales, etc. A este espacio le denominamos departamento nacional de comunicaciones.

Como parte de los retos actuales, demandamos de una nueva imagen que revolucione los imaginarios sociales, que se muestre con fuerza y ayude de manera simbólica y creativa, a posicionar la idea de un partido renovado y actual, esta pretensión también busca aportar en la identidad interna. El Congreso Nacional debe poner al Partido a la altura de las nuevas realidades políticas del país. Enriquecer el debate organizativo, político y creativo para la consolidación de trincheras de ideas que, materializadas en el día a día, se impongan como una fuerza renovadora, como opción de poder y como alternativa a la creciente desesperanza, impuesta desde los grandes escenarios hegemónicos del poder. Necesitamos un partido, esencialmente actual, radicalmente renovado, revolucionando las esferas de poder.